miércoles, 15 de agosto de 2018

Cloak and Dagger: Marvel Studios rascando el fondo de la olla - La Columna de Logan.



Algo en lo cual todos podemos coincidir es en que este momento multimedia en el cual prácticamente cualquier personaje o licencia relacionada remotamente con el género superheróico (sobre todo si forma parte del panteón de personajes de las editoriales Marvel y D.C. Comics) puede tener su adaptación live-action en cine o televisión es una instancia que nadie podría haber anticipado una década atrás. Muchos podrán “acusar” a Marvel Studios y su éxito en la pantalla grande de ser uno de los causantes de este cambio de paradigmas, y quizás la absorción de Marvel por parte de Disney fue fundamental para esta expansión, pero la realidad es que también es evidente que existe un público receptivo a este tipo de productos al cual no se le estaba prestando demasiada atención. Otra cosa que vale la pena señalar es que muchas de estas producciones y adaptaciones son muy respetuosas de la obra original pero no pierden de vista el público al que apuntan y logran acertar, la mayoría de las veces, en el balance que se busca entre un digno homenaje y un producto fresco y entretenido.

En el caso de la televisión, en mi opinión, Marvel tuvo muchos más aciertos que fracasos en esta cruzada multimedia, y de hecho es mucho más sencillo señalar los productos flojos que aquellos que lograron una calidad acorde a la mejor televisión moderna. Inhumans y Runaways  son, sin duda alguna, sus producciones más desacertadas, y ahí nomás arrimando el bochín está The Defenders, de la cual se esperaba mucho y terminó decepcionando. Pero a un costado de esta productora, FOX logró sorprender con 2 temporadas excepcionales de una Legion por la que nadie daba ni $2 y encima te clava una muy decente The Gifted que comenzó muy tibia pero terminó su 1er temporada muy arriba, fagocitando un montón de recursos clásicos de los cómics mutantes con bastante altura y adaptando un puñado de personajes de la B con mucha muñeca. Y ahora, de vuelta con Marvel Studios, la apuesta es por Cloak and Dagger, la libre adaptación de dos personajes que, como sucediera años atrás en el cine con Guardians of the Galaxy, son apenas reconocibles por el lector duro de esta editorial.



El pequeño universo de Capa y Puñal


Resulta que estos Cloak and Dagger son dos personajillos de la casa de las ideas creados por Bill Mantlo (co-creador de Rocket Raccoon junto a Keith Giffen) y Ed Hannigan, los cuales tuvieron su primer aparición en una de las series regulares del arácnido en los ’80, más precisamente en la Peter Parker, the Spectacular Spider-Man #64, con fecha de portada de marzo de 1982. Como le ha sucedido a muchos otros autores, a Mantlo estos personajes se le aparecieron en una visión, un “sueño”, del cual terminó sacando el diseño general para ambos y muchos detalles de sus orígenes.
Luego de algunas apariciones en Spider-Man, era obvio por la respuesta en los correos de lectores que la pareja interracial había caído muy bien, así que en Marvel probaron con darles una mini-serie de 4 números, con guiones otra vez del mismo Mantlo, lápices del genio de Rick Leonardi y tintas de otro artista bestial, Terry Austin. Esta mini-serie, que debuta en octubre de 1983, ya aunque más no sea por la parte visual es dignísima, y por suerte funcionó bastante bien en ventas, lo que habilitó a la editorial a abrir el juego con este moderno dúo de vigilantes y darles una oportunidad con una serie regular bi-mensual que repetiría el equipo creativo de la mini-serie.

El ambiente que Mantlo y Leonardi lograron imponer en las aventuras que giraban alrededor de esta exótica pareja era muy similar al que podíamos leer, en esos años, en el Daredevil de Miller, por ejemplo: historias urbanas alrededor del narcotráfico, la trata de blancas y otros delitos muy relacionados con la “calle”, con una galería de enemigos poco vistosa, casi desprovista de trajes. Se hacía cada vez más evidente que en esa década este tipo de historias garpaba mucho, sobre todo con personajes que tenían poca o nula trayectoria, lo cual permitía a los autores un nivel de involucración muy alto con el entorno sórdido y sucio de las calles de esa New York que parecía esforzarse muy poco por huir de los alarmantes índices de violencia y criminalidad que aquejaba.

Al menos en lo que se refiere a los cómics, Cloak y Dagger son considerados Mutantes. Ojito con esto, ¿eh? ¿Cómo es que entonces pueden disponer de ellos Marvel Studios sin mediar una autorización por parte de FOX? Bueno, esto yo solamente lo estoy conjeturando, pero deduzco que por el tipo de mutantes que son: sus poderes, para que los mismos comiencen a funcionar, han necesitado de un factor externo, lo que se conoce como “mutantes latentes”, en contraposición con el “mutante regular” que desarrolla sus poderes a cierta edad sin ningún tipo de explicación o disparador externo. En el caso del comic, la pareja en cierto momento es secuestrada por un químico criminal, el cual prueba en ellos una heroína sintética experimental, misma que termina “despertando” los poderes latentes en ambos. De todos modos, Marvel no los considera parte de la “comunidad mutante”, y este hecho se han cansado de señalarlo infinidad de veces en innumerables contextos, seguramente para no tener quilombos a futuro con la misma FOX.


Cloak, entonces, logra conectarse con la Darkforce Dimension (ninguna relación con Star Wars), que como su nombre lo indica, es un plano dimensional que existe en paralelo al nuestro. Dicha conexión le otorga a nuestro moreno muchacho varias ventajas: puede ser intangible (de hecho, es intangible todo el tiempo que esté utilizando la “capa”, en contacto con la Darkforce, si desea ser tangible tiene que utilizar su fuerza de voluntad), puede teleportarse ingresando en la Darkforce, ya que dentro de la misma existen millones de atajos para recorrer enormes distancias en la tierra en cuestión de segundos, puede utilizar su capa para teleportar también a alguien, pero lo mejor de todo es que puede utilizar también su capa para encerrar a alguien y provocarle visiones aterradoras de sus propios miedos y pesadillas, y la exposición prolongada a la misma puede provocar la pérdida de la lucidez de esa persona. La conexión que Cloak tiene con la Darkforce le provoca un “hambre”, el cual primero lo pone un poco ansioso para luego arrastrarlo a la angustia y desesperación. El contacto con Dagger logra mitigar (y muchas veces hacerlo desaparecer durante horas) este hambre voraz, pero el mismo también puede ser calmado si Cloak envía una víctima a la Darkforce permanentemente. Con estos matices bastante turbios tenemos una idea clara del enorme peso que este personaje carga sobre sus hombros, el cual evidentemente no le permite ser la persona más feliz de la cuadra.


Dagger, en cambio, sin llegar a ser una perfecta contrapartida de Cloak, en algún punto representa algunos valores positivos relacionados con la redención y el perdón. Su poder más visual e impactante es un sin-número de dagas luminosas muy poderosas y altamente efectivas a la hora de hacer daño que nuestra blonda protagonista puede utilizar como se le antoje. Las puede lanzar, usar como dagas, e inclusive las puede re-direccionar en pleno vuelo. Dichas dagas pueden ser utilizadas para drenar la vitalidad de un oponente en vez de simplemente efectuarle algún corte, pero a la vez pueden ser utilizadas para curar ciertas adicciones, sobre todo las que se relacionan con drogas. Otra cosa que puede curar con las dagas es ciertos niveles de corrupción… así que cuando puedas, Marvel, estaría bueno que nos mandes una Dagger acá a Argentina y la sueltes cual bomba nuclear en la casa rosada, y luego la teleportes al senado, a ver si con su ayuda logramos tener alguna puta vez un gobierno digno y honesto. Gracias anticipadas.

Además de calmar el “hambre” de Cloak, Dagger puede ponerse en contacto con las personas y conocer sus deseos más esperanzadores, sus anhelos y motivaciones. De hecho, Dagger sufre algo muy parecido al “hambre” de su co-equiper: se puede sobre-cargar. El contacto entre ambos sirve entonces como un canal por el cual la rubia puede descargarse un poco. La diferencia está en que, en caso de no contar con esta opción, Dagger puede descargarse sencillamente utilizando decenas de cuchillos al aire, o en el peor de los casos usando sus poderes para sanar… no como el otro que tiene que rastrar algún criminal y mandarlo a otra dimensión de por vida, ¿no?

Finalmente, como si todo esto no fuera suficiente, Cloak y Dagger comparten un enlace psíquico. No solo pueden tener ciertos niveles de comunicación entre ellos (no es una telepatía en sí, sino más bien una fogata con señales de humo, ponele) sino que pueden sentir lo que le está sucediendo al otro en cualquier momento. Si uno sufre, el otro está al tanto de ese sufrimiento, y en contraposición de eso, la extrema felicidad de uno puede ser percibida por su co-equiper. Está claro que Mantlo quería jugar con muchas cosas a la hora de desarrollar estos personajes, y una de ellas era la absoluta dependencia hacia otra persona.

Erase una vez en New Orleans…


Todo este enorme “prólogo” de los personajes y sus características en los comics me pareció, al menos esta vez, muy necesario para poder comprender algunos matices de la serie. La realidad es que, más allá de lo poco conocidos que estos personajes son dentro de la población nominal y su manejo de la cultura general de personajes superheróicos, en Marvel, Cloak y Dagger son dos personajes que tiene mucho peso propio. Sus poderes y la relación entre ellos los hacen muy singulares, y la absoluta dependencia que tienen del otro irónicamente los terminó transformando en unos outsiders que, en el mejor de los casos, podían forjar alianzas temporales con ciertos héroes o agrupaciones por un caso muy puntual, pero bajo ningún punto de vista podían terminar siendo miembros permanentes. O al menos esto fue al comienzo, y así los percibía y escribía Mantlo, después Marvel los maltrató un poco y se olvidó de esta premisa implícita, e incluso Dagger ha llegado a tener aventuras en solitario o colaborando mucho tiempo por sí sola con grupos como los New Warriors. Convengamos también que los mayores problemas éticos y morales en la pareja los carga Cloak, ¿no? Que casi podría ser visto como un Punisher sobrenatural.


La cuestión es que cuando Disney decide dar el o.k. para desarrollar una serie de T.V. superheróica para su plataforma de cable Freeform (misma que ya acumula más de 95 millones de subscriptores en U.S.A.), elige a esta atípica pareja de vigilantes, y pone en marcha la producción con la colaboración de ABC y, obviamente, la producción general a cargo del departamento de T.V. de Marvel Studios.

 Joe Pokaski es designado como showrunner de la misma, y si bien es la primera vez que se pone la mochila al hombro él solo de un show televisivo, su experiencia escribiendo capítulos para Heroes durante 3 años consecutivos más sus aportes, también en guiones, para la 1er temporada de Daredevil lo posicionan en un lugar bastante cómodo para llevar adelante las riendas de una serie como esta.
El casting está liderado por Olivia Holt y Aubrey Joseph, en los roles de Tandy Bowen/Dagger y Tyrone Johnson/Cloak respectivamente, dos perfectos desconocidos salvo que sean recurrentes de alguna de las series para niños de Disney Channel donde Olivia tuvo alguna que otra participación. Yo particularmente siempre festejo cuando, para los protagónicos de este tipo de proyectos, hay un rostro que me resulta absolutamente desconocido, así no tengo que esforzarme por alejar de mi cabeza roles previos de ese actor o actriz. Y en este caso puntual, no solo la elección fue acertada, las labores de ambos actores, al final, son las que terminan sosteniendo la serie. Quizás esto no se percibe bien al comienzo, pero a medida que se van acumulando los episodios, con las cosas buenas y malas que vamos viendo del show, lo que termina dándole realmente un peso propio es la construcción y el desarrollo de estos personajes, algo que no se podría haber llevado adelante con dos actores que no tuvieran “madera” para este trabajo.


En cambio, para muchos de los personajes secundarios, fueron elegidos un puñado de actores que tenían bastante trayectoria, sobre todo en la televisión. Para la madre de Tyrone, por ejemplo, quedó seleccionada Gloria Reuben, que tiene un rol fundamental en la aclamada Mr. Robot , y para el papel de la madre de Tandy tenemos a Andrea Roth, una canadiense que yo particularmente estimo mucho por la entrega que mostró en el drama de FOX Rescue Me . J. D. Evermore es otra figurita repetida de la pantalla boba, y acá da vida al detective Connors, y no muy lejos de él, la Yellow Dino Ranger de la serie de T.V. Power Rangers: Dino Thunder, Emma Lahana, caracteriza a la detective Brigid O'Reilly, un personaje super importante adaptado de los comics, que termina acompañando a la parejita de vigilantes interracial durante mucho tiempo, y no siempre desempeñando el mismo rol.

Yendo al plot base del show, el origen de los Cloak and Dagger televisivos obviamente guarda una distancia bastante grande en su génesis en papel, pero los guionistas y el showrunner fueron los suficientemente astutos como para resguardar lo importante en ambos, y aquellos detalles que fueron alterados tienen una razón de ser a lo largo de la trama. La Tandy Bowen de la serie de Marvel Studios es una preciosa adolescente rubia de tez blanca que pasa sus días drogada y escondida en una iglesia, y cuando no está haciendo eso arma un team-up con su novio para ingresar ilícitamente a fiestas glamorosas y engañar a algún desafortunado al cual va a terminar robando. Su prometedora vida como bailarina de ballet se vio interrumpida un fatídico día de su niñez cuando regresaba de una de sus clases sentada en el asiento trasero del auto que conducía su padre, y ambos fueron víctimas de un accidente que los depositó en el fondo del río, percance del cual solo Tandy lograría salir viva, gracias, en parte, a la intervención de un misterioso niño.

Este niño, por supuesto, no es otro que nuestro querido Tyrone, el cual, cuando era también un niño, para congraciarse un poco con su hermano mayor y los amigos del mismo, no tuvo mejor idea que robar un estéreo de un auto, hecho que puso a ambos hermanos en una fuga policíaca, con tan mala leche que terminaron en las inmediaciones de un puerto. Su hermano mayor pudo poner a Tyrone a resguardo, y unos segundos después es detenido por un policía, el ya mencionado Connors, el cual le terminó clavando dos tiros en el pecho, asustado por los ruidos de una explosión lejana, siniestro del cual nuestro protagonista fue testigo preferencial y único. Por supuesto que Connors, con sus influencias, logró salir airoso de dicho crimen, y ambas situaciones –la muerte de su hermano en tan dramáticas circunstancias y la impunidad de Connors- terminarían marcando la vida de Tyrone, quién pasaría el resto de sus días hasta el comienzo de la serie traumatizado por sentirse en parte responsable este deceso, viviendo a la sombra del mismo e intentando igualar, al menos, sus méritos deportivos, para congraciarse un poco con sus padres.


A diferencia de lo que nos planteó Mantlo en el comic, Tyrone y Tandy tardan bastante en volver a conectarse en el presente de la serie, y aún cuando lo hacen, gracias a sus poderes que apenas comienzan a manifestarse, va a pasar un tiempo hasta que ambos se den cuenta del lazo que los une, de las circunstancias que permitieron que sus caminos se volvieran a cruzar, y del destino que les espera juntos.

Marvel’s Cloak and Dagger es un show digno de mirar, pero quizás, como ya ha sucedido recientemente con Impulse, el drama toma un protagonismo exacerbado, y la parte superheróica tarda muchísimo en comenzar a manifestarse. A diferencia de la producción de Youtube Red, de todos modos, no queda duda alguna que este show es efectivamente una serie de género, ya que cuenta con todos los componentes de la misma. Presagios anticipando males por venir, el camino del héroe, villanos hechos y derechos, la necesidad de hacer el bien y buscar la verdad, la posibilidad de redención, todos estos tópicos, que dan forma a este tipo de historias y suelen ser la columna vertebral de las mismas, están presentes aquí, pero su cocción es a fuego lento. Y si bien para muchos eso podría significar un problema, para quienes tienen un paladar un poco más delicado y están bastante hartos de un formato de películas y series de género que desborda en trajes vistosos, coreografías imposibles y toneladas de explosiones, Cloak and Dagger es una opción tan buena como Jessica Jones, e incluso tiene unos metros más de componentes sobrenaturales.

Un elemento no menor del show es que el mismo se desarrolla en New Orleans, con todo lo que eso significa. Y las características más significativas de esta exótica ciudad del estado de Louisiana se hacen sentir de distintas formas, y llegan al televidente por un montón de conductos: desde la importancia que tiene el archi-conocido festival Mardi Gras en la construcción de uno de los vigilantes hasta las lecturas de una “bruja” muy cercana a Tyrone. Además, el Mississippi River es, indirectamente, uno de los actores secundarios del desarrollo de la trama, y parte de la historia de la ciudad logra atravesar transversalmente a nuestra pareja protagonista. Este es otro perfecto ejemplo de cómo un ajuste en la locación de la historia no solo no puede leerse como una falta de respeto a la obra original, es absolutamente funcional al espíritu de las aventuras que supieron protagonizar en papel este dúo y se integra de manera natural a muchos de los elementos sobrenaturales que arrastran los personajes.

Para variar, una vez más, Marvel Studios rasca el fondo de la olla y termina entregando un producto distinto, fresco y entretenido, que no trata al televidente como idiota pero se toma su tiempo para explotar. Nos volvemos a leer muy pronto, aquí, en Tierra Freak.
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