Siguiendo las directrices que en el 2008 impusieran Kevin Feige y su tropa para los héroes más grandes de la tierra, el pasado viernes finalmente se puso on-line en Netflix la mini-serie The Defenders, una saga televisiva de 8 capítulos que reunirá por fin a Daredevil con Jessica Jones, Luke Cage e Iron Fist, en lo que podría haber sido el evento televisivo del año si no fuera porque las expectativas estuvieron muy por encima de los resultados entregados. Hay que tener una muñeca muy particular para poder escribir, dirigir y producir un show con estas características, máxime teniendo en cuenta el nivel de calidad que supo tener aquella primer temporada de nuestro abogado favorito en esta misma señal streaming, y a medida que los episodios fueron avanzando se hizo notorio que a los showrunners Douglas Petrie y Marco Ramirez el desafío les quedó grande. Vamos a intentar explicar el porqué procurando no spoilear demasiado.