Cualquiera que a principios de este siglo se consideraba fanático de la obra de Tolkien no podía dejar de lado la incredulidad al ver el trailer de la primera parte de “The Lord of the Rings”
¿Y cómo no hacerlo? ¡Estábamos viendo elfos reales y no solo animaciones horribles basadas en dibujos que se basaban en las descripciones que tanto habíamos leído! ¡La Tierra Media era real!
Pero ¿qué pasaba con quienes no conocían íntimamente como nosotros la particular relación de amistad entre Gimli y Légolas? ¿Qué mundo se les abría a aquellos que no tenían idea de la diferencia entre los reinos de Rivendel y Lorien?
