jueves, 29 de agosto de 2013

Los Pelados del Cine de Acción: Vin Diesel, Dwayne Johnson & Jason Statham - La Columna de Logan.



El objetivo de esta reseña es dar un puntapié inicial a un análisis conciso y profundo sobre el cine de acción, pero para que este viaje sea distinto y entretenido, decidí comenzar por el final (?), y apoyarme más que nada en los actores, y partir desde ahí para poder abordar, a futuro, este género, que si bien técnicamente hablando no existe, y es ni más ni menos que una convención impuesta por la industria y el público, no cabe duda que tiene una fuerte presencia no solo en el medio sino también en el inconsciente colectivo. Anticipo que las siguientes reseñas advocadas a este tema estarán esparcidas de acá a fin de año, sin ningún tipo de periodicidad establecida pero con la promesa de completarlas antes de que finalice el 2013.
Luego de una debacle del género a finales de los ’90, producto quizás de la paulatina desaparición de aquellas estrellas del cine de acción que se hicieron millonarios gracias a la taquilla que cada uno de sus films conseguían (por supuesto todos sabemos que estoy hablando de Arnold, Bruce y Sly) y también, cómo no, por ser víctima este género de la exageración e inverosimilitud que se vivían en muchas de las escenas más explosivas [algo que ya criticaba tempranamente John McTiernan con su cinta Last Action Hero (1993)], cuando entramos en el Siglo XXI tres actores que comparten una característica capilar muy distintiva forman parte de una avanzada que acertadamente muchos denominan el nuevo cine de acción, y al día de hoy no estamos muy errados si los clasificamos como las estrellas del mismo. No conforme con eso, el año que viene por primera vez compartirán una cinta juntos, excusa más que suficiente para introducirnos en el mundo de este vertiginoso género y recorrer la trayectoria de Vin Diesel, Dwayne Johnson y Jason Statham, evitando aquellas películas que no clasifiquen como pochocleras.



Yendo del ring a la pantalla grande

Dwayne Johnson, antes conocido como The Rock (por Moore, lo presento como lo presentaría a Prince… que despropósito… Xd ), como bien todos saben es un ex-luchador de catch de la World Wrestling Entertainment y es probable que al día de hoy sea considerado uno de los más populares actores salidos de este deporte, mano a mano con Hulk Hogan que prácticamente dio a conocer esta disciplina al mundo y hasta tuvo una serie de T.V. propia, y muy por encima de luchadores como “Stone ColdSteve Austin (que también tuvo algunas apariciones y protagónicos en cine), UnderTaker, John Cena y Shawn Michaels, que si bien dentro de la WWF son legendarios, fuera de la misma no los registra ni su vieja.

De los 3 pelados reseñados aquí, no cabe duda que el amigo Johnson, tal y como su apodo de combate lo indica, es el más duro a la hora de actuar, es por esto que sus mayores dotes en pantalla por supuesto que nada tienen que ver con su incapacidad para poder caracterizar un personaje que tenga distintos matices sino más bien con lo imponente que es físicamente y con la posibilidad que esto le da de que pueda, por ejemplo, levantar a cualquier otro desafortunado actor de turno sin mucho esfuerzo por los aires y usarlo como una bolsa de papas destruyendo todo mobiliario a mano con él, como se ve en una escena de la reciente Fast and Furious 6 (2013).

Su primer golpe de alto impacto en pantalla lo tiene con The Mummy Returns (2001), caracterizando al villano Scorpion King, personaje que repetiría en una precuela de esta al año siguiente, intitulada The Scorpion King, por supuesto, acompañado por un par de buenos fichajes, como el enorme Michael Clarke Duncan y la divina Kelly Hu, a quien recordamos por su papel de Lady Deathstrike en X2 (2003). Luego lo volveríamos a ver en el film de Peter Berg, The Rundown (2003), codo a codo con Seann William Scott, Rosario Dawson y Christopher Walken, y al año siguiente nos sorprendería con un protagónico en Walking Tall (2004), un decente film de acción de esos en los cuales un ex-milico regresa a su pueblito natal a poner orden y patearles el culo a todos los narcos y delincuentes varios que se cruce. Luego clava la malograda Doom (2005), adaptación del juego homónimo de la cual prefiero no emitir opinión para no hacerme mala sangre, y ya unos años después lo veríamos componer un personaje muy a su medida en Get Smart (2008), caracterizando al Agente 23 y acompañando a Steve Carell y Anne Catwoman Hathaway. Para no decepcionar a sus fans (?), clavó una vomitiva Race to Witch Mountain (2009) que creo acá salió directo a DVD de lo mala que era, pero la vuelve a pegar con otro personaje a su medida en la mitad-comedia-mitad-acción The Other Guys (2010), molestando a Will Ferrell y Mark Wahlberg. Otro protagónico jodido le llega con Faster (2010), un film de acción bastante mala leche y muy correcto, y después de esa le toca cazar a Dominic Toretto y sus amigos en Fast Five (2011), personaje que repite en Fast & Furious 6 (2013), más vale, pero en el medio quedan cuatro producciones más para mencionar, todas estrenadas este año, el que podríamos considerar DE ORO para The Rock: Empire State (2013), aún no estrenada en nuestro país, G.I. Joe: Retaliation (2013), la nefasta secuela de nuestros milicos favoritos de la infancia, Snitch (2013), donde para salvar de la cárcel a su hijo se pone a desenmascarar un cartel mexicano, y Pain & Gain (2013), la sorpresa de la temporada: un película dirigida por Michael Bay y protagonizada por Johnson y Mark Wahlberg que está basada en una historia real y cuenta la estafa que llevan adelante 3 fisicoculturistas para hacerse millonarios, misma que incluye el secuestro y la tortura de un empresario colombiano, film que aunque les cueste creerlo -sobre todo por el director-, es muy digno de ver. A futuro lo único que tiene realmente cerrado y con fecha de estreno es la ya mencionada Fast & Furious 7 (2014), aunque se sabe que también está dentro de un proyecto dirigido por Barry Sonnenfeld, que va a ser de acción y fantasía y tiene como título tentativo Lore.

Nafta no, la otra… (malísimo)

                               
Pasemos entonces a diseccionar la filmografía de acción del amigo Vin Diesel, el cual dio sus primeros pasos en la pantalla gigante de la mano de Spielberg… ¡Epa! ¿Y esto? Sí, mi querido lector, quizás te has olvidado que el gigante este fue uno de los soldados que acompañó a Tom Hanks en la búsqueda del desaparecido Ryan en el film Saving Private Ryan (1998), pero no capturaría demasiado nuestra atención hasta verlo como protagonista del film clase-B de acción y ciencia ficción Pitch Black (2000). Un año después comenzaría su discontinuo recorrido por la saga que, hoy por hoy, lo tiene como referente: estamos hablando, como no, de The Fast and the Furious (2001), la película fierrera por antonomasia. Esta saga, que ya tiene 6 entregas, no siempre lo tuvo entre sus filas: tuvo un cameo al final de la 3er parte, The Fast and the Furious: Tokyo Drift (2006), y regresó como protagonista en la 4ta, Fast & Furious (2009), oficiando también como productor y recuperando a casi todo el team original de la saga. Retornando al 2001, año en que se estrenó la 1er parte de esta saga, clavó un Knockaround Guys (2001) muy bien acompañado por Seth Green, John Malkovich y Dennis Hopper, y al año siguiente llega su consolidación temprana y definitiva como héroe de acción con xXx (2002), de la mano de la descomunal Asia Argento y bancándose a Samuel L. Jackson como su jefe. Esta producción no es menor en su filmografía porque marca el tipo de personaje que va a componer en casi toda su carrera, y con el que más se lo identifica: así como Steven Seagal tiene a su clásico ex-militar retirado laburando en un trabajo pedorro que se ve obligado a regresar a las armas y los puños, Vin Diesel es el fisicoculturista con onda, tatuado, criminal (aunque no asesino) de buen corazón fanático de los fierros y los deportes extremos que no le tiene miedo a nada, por supuesto.

 Al año siguiente personifica a un agente de la D.E.A. en A Man Apart (2003), el cual busca vengar la muerte de su esposa, misma que fue orquestada por un narco llamado Diablo (-Hola, sí, Frank Castle, ¡Teléfono!), y en el 2004 llega la esperada secuela de Pitch Black: The Chronicles of Riddick, esta vez con una superproducción detrás. Luego del cameo ya mencionado en la saga de los autitos tuneados y los culos bonitos, volvería a un protagónico con la poco celebrada Babylon A.D. (2008), que fue un fracaso en taquilla y la crítica la destruyó… con justa razón porque es un embole y tiene demasiadas incoherencias. Supongo que ahí fue cuando se hincho las bolas y dijo: “a la mierda con todo y con todos, me re caben los autos, le doy duro y parejo a ellos, y que el resto me la chupe”. Y se armó el kiosquito del TC-2000 urbano, sacando una secuela cada dos años y ya: Fast & Furious (2009), Fast Five (2011) y Fast & Furious 6 (2013). Si me preguntan a mí, la mejor de la saga es la 5ta (Fast Five), pero considero que todas en las que él laburó son al menos entretenidas y coherentes. Como también mencioné arriba, se calzó los lompas de productor de la saga, y convocó al otro pelado de esta reseña, Dwayne Johnson, para las 2 últimas que se estrenaron, y ya lo fichó para la 7ma junto a Jason Statham. Game Over Cerebral Fierrero en el 2014. Como para que no le digan que abusa de esto, este año también regresa con otro de sus personajes que ya son clásicos: Riddick (2013) es la 3er parte de la saga de Sci-Fi que prácticamente lo dio a conocer. No conforme con eso, tendrá una participación en Guardians of the Galaxy (2014) y volverá a interpretar al agente Xander Cage en una nueva xXx, 3er parte de la historia que aún no tiene fecha de estreno. No le caben las sagas ni ahí al pelado este.

Nota al pie: entrar a la imdb de Walking Tall (2004) y luego a la de A Man Apart (2003), estrenada un año antes… y buscar las 7 diferencias del poster principal de ambas películas. xD

Delivery Man

¡Vamos, carajo! Como es mi costumbre, dejo la frutilla del postre para el final, y siendo así cerramos esta reseña con un recorrido por la filmografía de acción del pelado más carismático y jodido de los 3 -y el único británico, para colmo-: Jason Statham.

El actor fetiche de Guy Ritchie, que hoy es considerado por muchos como el heredero de Bruce Willis, justamente da sus primeros pasos en su país natal con dos personajes metidos en dos películas del director inglés: Lock, Stock and Two Smoking Barrels (1998) y Snatch. (2000), y si bien ambas producciones no entran de cajón en la categoría de acción, tienen suficientes dosis de balaceras, explosiones y muertos como para que tampoco queden tan desubicadas en esta reseña. Luego de la 2da en U.S.A. ya lo fichan y viaja para filmar una participación en Turn It Up (2000), y luego nada menos que John Carpenter lo manda llamar para que forme parte de Ghosts of Mars (2001). Ese mismo año persigue a Jet Li en The One (2001) y juega al fútbol contra unos canas en Mean Machine (2001). Otra vez, esta última tampoco sería 100% acción, pero… Loco: ¡Labura con Vinnie Jones de nuevo, y juntos le rompen el cráneo a la yuta! ¡¡¡No me rompan las pelotas!!! xD

Apenitas un año después estrenaría The Transporter (2002), la película y la saga que lo depositaría en el inconsciente colectivo como una de las estrellas de acción en ascenso, y lo consolidaría en esa categoría. Repetiría el personaje de Frank Martin con Transporter 2 (2005) y Transporter 3 (2008), las 3 con guión escrito por el tribunero ídolo Luc Besson, pero con 3 directores distintos, de los cuales sobresale Louis Leterrier, que se hizo cargo de la 1er secuela de esta franquicia, y que también tiene en su C.V. la The Incredible Hulk (2008) del Stage One de Marvel Studios, Clash of the Titans (2010) y la genial Now You See Me (2013). Y aquí me permito una reflexión: creo que si rastreamos los máximos referentes del nuevo cine de acción, debemos bucear en las sagas del Transporter y The Fast & The Furious. ¿Por qué? Este tipo de cine que explotó en los ’80 derivó de los crudos policiales de los ’70 y comenzó una escala de las denominadas escenas de acción que tiene su clímax (y quizás su mejor momento) con Die Hard, donde lo vemos a Bruce Willis saltar del techo de un edificio mientras explota producto de un helicóptero que se estrola contra el mismo colgado de una manguera de incendios… esa escena marca un punto de inflexión entre la realidad y la ficción, y se sustenta desde el contexto que da la trama y desde la narración que iba llevando McTiernan. Matrix (1999), de los Wachowski, a fines de los ’90, habilita al cine de acción que se viene a retornar a esa exageración fabulosa que durante años fue la marca distintiva de este cine, y dos de los referentes con mayor éxito que toman la posta son estas sagas, donde vemos maniobras imposibles de realizar en la vida real con autos a velocidades tremendas, con el bonus de peleas coreografiadas (sobre todo en la saga de Statham, ya que el pelado la tiene clarísima pegando piñas y patadas) y la inclusión, siempre, de preciosas mujeres vestidas como unas perras. La nueva saga de Bond hace eco de esta tendencia, e incluso films que apuntan a tramas más desarrolladas y complejas y que pretenden estar un escalón por encima de los referentes del género, como la saga de Bourne, no pueden, en algún momento del film, huir a esta tentación.

Volviendo a la carrera de Jason, luego de su 1ra inclusión como Frank Martin clava unas apariciones, casi siempre como villano, en The Italian Job (2003), Collateral (2004) y Cellular (2004), hasta retornar al protagónico en Transporter 2 (2005), pero ese mismo año se pone las pilas y mete un muy decente co-protagónico con Wesley Snipes y, acompañados por Ryan Phillippe nos presentan Chaos (2005), y casi sin separación lo vuelve a convocar Ritchie para que labure en Revolver (2005), esta vez con un personaje con mucho más peso que en las anteriores producciones del ex-marido de Madonna. A esta altura, promediando la década pasada, ya nadie duda del peso que tiene Statham en un film, de lo bien que corta boletos y de lo que suma a una producción. Consagrado entonces, a diferencia de los otros dos pelados, sabe que es el momento de apretar el acelerador a fondo así que comienza a trabajar el doble al punto de lograr un promedio de 2 películas de acción por año de acá en adelante. Es así como aparece  Crank (2006), una producción que se terminó transformando en una película de culto y que tuvo su delirante secuela 3 años después, presentada como Crank: High Voltage (2009). Toda la pasta del cine de acción de este nuevo milenio está puesta al servicio de estas dos películas, son adrenalina pura y excesos sin límite en un contexto muchas veces surrealista (sobre todo en la secuela), con suculentas dosis de violencia gratuita y un toque de erotismo. No tienen desperdicio. Luego de la 1ra Crank aparece  War (2007), donde se vuelve a reunir con el chino Jet Li -que este año cumplió 50 añitos- pero esta vez ya en igualdad de condiciones actorales. Al año siguiente equilibraría la dosis de estrenos con 3 películas: el final –hasta ahora- de su saga favorita, Transporter 3, The Bank Job y la remake de Death Race, dirigida por Paul W. S. Anderson [Mortal Kombat (1995), Resident Evil (2002), Alien vs. Predator (2004)] y acompañado por Tyrese Gibson, el grone que entró en la saga fierrera de Vin Diesel en 2 Fast 2 Furious (2003) y sigue en la misma al día de hoy. En el 2009 solo estrena la secuela de Crank antes mencionada y al año siguiente lo convoca Sly Stallone para formar parte del Dream Team favorito de los pibes en la 1er parte de The Expendables (2010), donde compone al Lee Christmas, un ex-S.A.S. (Special Air Service) que es el mejor amigo y la mano derecha del personaje de Stallone. No necesito entrar en detalles sobre lo que significa esta película para el género ni para la carrera de Statham, ya se dijo todo. No se podía realizar un proyecto así sin su participación, punto.

Tres producciones para el siguiente año: The Mechanic (2011), donde personifica a un experto eliminando narcos, espías o empresarios corruptos sin dejar rastro alguno, Blitz (2011), donde persigue un asesino serial de policías, y Killer Elite (2011), ex-agente especial ops (el brazo armado de la C.I.A.) devenido en mercenario laburando codo a codo con Clive Owen y Robert De Niro. Jo jo jo. Cambiamos de calendario y nos llega Safe (2012), situada en New York y con la premisa de tener que proteger a una niña asiática de 12 años de policías corruptos, policías honestos, una tríada y la mafia rusa. Sí, así como lo leen, contra todos… cada puta persona que en la gran manzana tiene un arma quiere a esa niña, y Statham lo va a impedir y les va a patear el orto a todos y cada uno. Punto. Y si no te basta con eso, bueno, el vago estrena The Expendables 2 (2012), que se va más al carajo que la primera, si es que eso es posible. Finalmente llegamos al presenta año y el pelado nos trae Parker (2013), la adaptación del personaje homónimo salido de la novela The Hunter de 1962 escrita por Donald E. Westlake bajo el seudónimo de Richard Stark. Esta novela tuvo ya una adaptación muy conocida en el cine protagonizada por Mel Gibson y que se llamó Payback (1999); en el film de Statham se toman personajes, elementos y escenas del libro, pero la trama es radicalmente distinta. El film a punto de estrenarse se llama Hummingbird o -Redemption- (2013), y por el trailer y los realizadores detrás de cámara pinta ser un drama policial crudo con alguna que otra patadita del pelado, y más cerca de fin de año llega Homefront (2013), codo a codo con James Franco, Winona Ryder y Kate Bosworth. El año que viene explota todo, ya que tendrá su regreso a la saga que reúne a los máximos exponentes de este cine, en The Expendables 3, y será el villano principal de Fast & Furious 7, reuniéndose por 1ra vez en pantalla con los otros dos pelados reseñados hoy. Y yo me reuniré con ustedes nuevamente la semana que viene, acá, en Tierra Freak.
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