Rumiko Takahashi, la conocida autora de Inu Yasha y Ranma ½ entre otros, tiene un estilo de narración muy marcado. Es éxito tras éxito que demuestra con gracia que se puede hacer una buena historia “cotidiana” para pasar el rato y al mismo tiempo contar un buen argumento.
Eso es Kyoukai no Rinne, la mezcla del humor clásico de Ranma y la historia sobrenatural estilo Inu Yasha.
Mamiya Sakura es una chica que toda su vida sufrió por tener la habilidad de ver espíritus. No puede recordar muy bien en qué momento fue que esto empezó pero de alguna manera se acostumbró.
Eso es Kyoukai no Rinne, la mezcla del humor clásico de Ranma y la historia sobrenatural estilo Inu Yasha.
Mamiya Sakura es una chica que toda su vida sufrió por tener la habilidad de ver espíritus. No puede recordar muy bien en qué momento fue que esto empezó pero de alguna manera se acostumbró.
En sus primeros días de secundaria alta, descubre que justo en el banco de al lado se sienta un chico al que nadie puede ver. Como él no interactúa con nadie y sólo ella lo percibe, asume que es otro de los fantasmas que se cruza siempre.
Al encontrarse con otro que la saluda todos los días cuando va a la escuela, el mismo chico de su clase aparece y ella descubre que su nombre es Rokudo Rinne, “algo así como un Shinigami”.
Para el que no sepa, (o no haya visto Yu Yu Hakusho, Bleach, Soul Eater o viva en un tupper anti-anime), un Shinigami es un Dios que cumple la función de llevar las almas de los humanos al otro mundo. Claro que Rinne tiene poco y nada de “Dios”, hasta denominándose a sí mismo un “algo así como”. Esto es porque suabuela la madre de su padre que no le gusta que le digan la palabra con “A”, se enamoró de un humano cuya alma tenía que cosechar. Para extender la vida de este joven hombre que estaba por morir, ella contrajo una deuda que implicaba trabajar diez veces más de lo normal. De no cumplir con esto, sus descendientes tendrían que hacerlo.
Pero esto no es todo. El padre de Rinne, Sabato Rokudo, es un Damashinigami, un demonio que cosecha las almas de personas vivas para cubrir su “cuota”. Sabato además ser un mujeriego, es un vividor que le robaba hasta el dinero del chanchito a su pobre hijo cuando era tan sólo un nene.
Toda esta situación provocó que, al morir su abuelo humano, Rinne viviera en la pobreza al tener que cubrir las deudas agregadas de su padre. Sumado a los gastos en los objetos que él necesita para cumplir con su trabajo porque al ser mitad humano, no posee los mismos poderes que un Shinigami normal.
La vida de Rinne nunca será fácil a pesar de la compañía y la constante ayuda de Sakura y Rokumon, un gato negro con poderes con el que formó un contrato bastante pobre.
La intervención de su padre, jefe de la “Damashinigami Company”, que aparecerá hasta buscándole una prometida a su hijo para seguir viviéndo de él, le complicará la vida más de una vez. Pero para sobrevivir a sus deudas, Rinne pone una cajita de ofrendas en la escuela para que sus compañeros le dejen por escrito sus problemas y un pago para tener comida en el día.
Como buen manga estilo Takahashi, aparte de tener muchas historias sobrenaturales, hay triángulos y pentágonos amorosos. Sakura y Rinne irán desarrollando sentimientos el uno por el otro pero no antes sin que otros se metan en el medio. Como Masato, el amigo de la infancia de Sakura que se cambia a su colegio y es además un exorcista muy molesto. O Ageha, otra Shinigami que busca a su hermana mayor que desapareció hace mucho tiempo porque se enamoró de un Damashinigami muuuuy parecido al papá de Rinne.
Otros aparecerán para empobrecerlo aún mucho más como un viejo enemigo de la infancia, Masato. El damashinigami que Rinne evitó que se llevara a un conejo antes de tiempo y por eso, lo odia. También está Shirushigami Kain, un shinigami clerk que busca venganza del padre de Rinne porque estafó a su madre y sigue recibiendo dinero de ella. Por eso, Rinne también la tiene que ligar (?!). Todos estos personajes son los causantes de que Rinne todavía no pueda pagar una estufa para pasar el invierno.
¿Esto tiene dibujitos de esos que se mueven?Al encontrarse con otro que la saluda todos los días cuando va a la escuela, el mismo chico de su clase aparece y ella descubre que su nombre es Rokudo Rinne, “algo así como un Shinigami”.
Para el que no sepa, (o no haya visto Yu Yu Hakusho, Bleach, Soul Eater o viva en un tupper anti-anime), un Shinigami es un Dios que cumple la función de llevar las almas de los humanos al otro mundo. Claro que Rinne tiene poco y nada de “Dios”, hasta denominándose a sí mismo un “algo así como”. Esto es porque su
Pero esto no es todo. El padre de Rinne, Sabato Rokudo, es un Damashinigami, un demonio que cosecha las almas de personas vivas para cubrir su “cuota”. Sabato además ser un mujeriego, es un vividor que le robaba hasta el dinero del chanchito a su pobre hijo cuando era tan sólo un nene.
Toda esta situación provocó que, al morir su abuelo humano, Rinne viviera en la pobreza al tener que cubrir las deudas agregadas de su padre. Sumado a los gastos en los objetos que él necesita para cumplir con su trabajo porque al ser mitad humano, no posee los mismos poderes que un Shinigami normal.
La vida de Rinne nunca será fácil a pesar de la compañía y la constante ayuda de Sakura y Rokumon, un gato negro con poderes con el que formó un contrato bastante pobre.
La intervención de su padre, jefe de la “Damashinigami Company”, que aparecerá hasta buscándole una prometida a su hijo para seguir viviéndo de él, le complicará la vida más de una vez. Pero para sobrevivir a sus deudas, Rinne pone una cajita de ofrendas en la escuela para que sus compañeros le dejen por escrito sus problemas y un pago para tener comida en el día.
Como buen manga estilo Takahashi, aparte de tener muchas historias sobrenaturales, hay triángulos y pentágonos amorosos. Sakura y Rinne irán desarrollando sentimientos el uno por el otro pero no antes sin que otros se metan en el medio. Como Masato, el amigo de la infancia de Sakura que se cambia a su colegio y es además un exorcista muy molesto. O Ageha, otra Shinigami que busca a su hermana mayor que desapareció hace mucho tiempo porque se enamoró de un Damashinigami muuuuy parecido al papá de Rinne.
Otros aparecerán para empobrecerlo aún mucho más como un viejo enemigo de la infancia, Masato. El damashinigami que Rinne evitó que se llevara a un conejo antes de tiempo y por eso, lo odia. También está Shirushigami Kain, un shinigami clerk que busca venganza del padre de Rinne porque estafó a su madre y sigue recibiendo dinero de ella. Por eso, Rinne también la tiene que ligar (?!). Todos estos personajes son los causantes de que Rinne todavía no pueda pagar una estufa para pasar el invierno.
Rumiko Takahashi empezó a serializar Kyoukai no Rinne un año después luego de haber terminado con Inu Yasha, en abril del 2009. El manga ya pasó los 17 tomos y sale en la gloriosa Shounen Sunday de Shogakukan con un éxito moderado.
Esta hermosa revista es la cuna de mangas reconocidos como Cross Game de Mitsuru Adachi, Magi – The labyrinth of Magic de Shinobu Ohtaka y Detective Conan de Gosho Aoyama entre muchos, muchos otros.
No existe un anime aún pero si una propaganda animada de 30 segundos que promociona la Shounen Sunday donde vemos a Sakura, Rokumon y Rinne animados. Seguramente es todo lo que tendremos de momento.
El manga está siendo publicado tanto en inglés y en español por Viz Media y Planeta DeAgostini respectivamente. Edición argentina no hay y no se puede saber a ciencia cierta si habrá alguna vez. Editorial Ivrea, que viene estirando con Ranma ½ hace más de diez años, seguramente no tiene intenciones de traer más nada de Takahashi. Por otro lado, Larp Editores sacó en su totalidad Mermaid Saga en una edición decente e Inu Yasha parecía tener buen ritmo hasta que pararon de nuevo con su publicación. Tan bien iba que uno hasta podía obviar lo mediocre de su edición. La editorial que no quiere salir de Monster #6, podría ser la única esperanza que tenemos de ver a Rinne diciendo “boludo” en nuestras manos. HELP.