¡Volví! Ah, sí, acá estoy de nuevo. ¿Me creían muerto, eh? Seguro que sí. Pero no, queridos lectores, lejos de ser inmortal, de todos modos son un hueso duro de roer (?)
Fibertel no me pudo vencer, pero ahora soy Team Telecentro. En unos meses les cuento como viene la mano. Por lo pronto, vuelvo a tener internet, vuelvo a estar comunicado con el mundo, vuelvo a sentir, vuelvo a soñar, vuelvo a tener Netflix y torrent después de 40 días, sí, 40 días sin estar conectado. 40 días donde tenía que irme a un cyber de mala muerte para bajarme comics, leer el correo y leer alguna que otra noticia friki mientras el reloj corría. Pero hoy no es el día en el que voy a contarles sobre las miserias de mi vida sin internet, no… eso lo dejamos para otra entrada. Hoy quiero volver por la puerta grande (???) y traerles la reseña del más reciente estreno de youtube red: Impulse.
Erase una vez Jumper…
Y no, Impulse no es un spin-off de la serie de Warner The Flash, con Bart Allen como protagonista, no. La última vez que reseñé un show televisivo en Tierra Freak fue sobre esa preciosa joya nostálgica que lleva por nombre Cobra Kai, justamente una de las apuestas fuertes de youtube red para este año. Hace casi un mes, el 6 de junio de este año, la plataforma puso on-line los 10 capítulos de esta nueva producción que lleva por nombre Impulse, y que adapta libremente –muy libremente- la novela homónima de Steven Gould, la cual forma parte de una trilogía que se completa con las novelas Jumper y Reflex. Si la primera les suena un poco es porque la misma tuvo una adaptación cinematográfica que tuvo su estreno hace exactamente 10 años, en el 2008, y contó con un guión adaptado del tantas veces criticado David S. Goyer, y estuvo protagonizada por el ex-Jedi Hayden Christensen, acompañado por Samuel L. Jackson, Rachel Bilson, Jamie Bell y la MILF Diane Lane.
Hablemos unas líneas de Jumper. Esta producción es algo que podría haber incluido en su momento en esta columna y no lo hice porque solo quería presentar cuatro ejemplos para no armar una entrada eterna, y las 4 opciones que quedaron me parecieron mejores, pero en lo que a mí respecta, yo en su momento la disfruté un montón, en el cine, y luego cuando salió el DVD la volví a ver y la volví a pasar muy bien. La película era una producción de la FOX que tuvo un presupuesto de U$S 88 millones y terminó recaudando U$S 222. Nada mal para un film que pasó sin pena ni gloria por los debates frikis de ese entonces y por los medios, pero su fin de semana de apertura fue de solo U$S 32 millones y eso seguramente fue un factor decisivo para que cualquier posibilidad de secuela a corto plazo entrara en el freezer.
Jumper tuvo una decente dirección de Doug Liman, el mismo tipo que estuvo detrás de la genial The Bourne Identity (2002) y que años después nos volvería a emocionar mucho con Edge of Tomorrow (2014), la primera una adaptación de una novela de espías de Robert Ludlum, la segunda una adaptación de la novela japonesa All You Need Is Kill, escrita por Hiroshi Sakurazaka y que contaba con ilustraciones de Yoshitoshi Abe. Ergo: al kía le gusta dirigir adaptaciones de novelas, y no lo hace tan mal. Esta producción también tuvo la suerte de estrenarse 2 meses antes que Iron Man (2008), así que no tuvo que sufrir el flagelo de tener que competir codo a codo con el primer superéxito de Marvel Studios, ni tampoco caer bajo su sombra. Pero siendo así, también estaba un poco alejada en el tiempo de la vorágine actual por los estrenos de este tipo de cine. Creo que si hoy se estrenara Jumper le hubiera ido mucho mejor, el público de hoy es mucho más receptivo al cine superheróico-fantástico de lo que era una década atrás.
Más allá de eso, Jumper es un film bastante sólido, efectivo a la hora de mostrarnos las ventajas de tener un poder tan invasivo como la teleportación y con un villano carismático y temible en la piel de Samuel L. Jackson, pero la historia perdió demasiado tiempo enfocándose en la relación entre los personajes de Christensen y Bilson, y ahí es donde perdió un poco de fuerza. Jumper era casi casi una comedia romántica matizada con elementos sobrenaturales que se desprenden de los poderes de David Rice, el protagonista de la misma, y lo que realmente le interesaba al espectador era saber mucho más sobre los Jumpers (los “saltadores”, ponele) y la historia que tenían con los Paladins, la secta religiosa secreta que se dedicaba a cazar saltarines por el mundo.
It’s a Trap!
10 años después, quizás no hay efectivo o apertura para una secuela millonaria cinematográfica, pero por supuesto hay posibilidades de continuar esta historia en formato televisivo. Digo, si vuelven Will and Grace, es obvio que hoy por hoy en televisión podes estrenar cualquier cosa. Si sos productor de T.V. y vivís en U.S.A. y alguien no te da plata para llevar adelante tu proyecto, dedicate a otra cosa, no se, ponete un Heavy 24 hs., porque esto no es para vos.
Entonces, aparecen Lauren LeFranc con unos amiguitos más (entre ellos, el mismo Doug Liman, el director de Jumper), y le caen a youtube con este proyecto, y ella se postula como showrunner. ¿La chapa de LeFranc? Productora asociada de series como Agents of S.H.I.E.L.D. y Hemlock Grove, y también escribió unos capítulos de Chuck.
¿Y de qué va Impulse? Ahí la trampa, señor, señora.
A primera vista, este show prometía ser (en los avances, en los anuncios de prensa, etc.), una “secuela espiritual” de aquella Jumper, y una adaptación fidedigna de la novela homónima. Ni siquiera necesitan leer la novela en cuestión para darse cuenta de la mentira que ahí se esconde. Más allá de que a Hayden Christensen en esta serie no le vamos a ver ni la punta del dedo gordo, basta leer el plot resumido que presenta la ficha de wikipedia del libro, una vez que hayan visto poco más de la mitad de la serie homónima, para darse cuenta de que adaptación no hay nada.
Dicho esto, Impulse no es una mala serie. Es un show dramático que trata un tema super jodido y lo maneja con bastante altura y mucho tacto, pero sobre todo con muy buenas caracterizaciones. Resulta que la protagonista de la serie de youtube red responde al nombre de Henry, ya que su nombre completo es Henrietta Coles, magistralmente interpretada por Maddie Hasson. Henry es una adolescente a la que le gusta expresarse con grafitis y está manejando una crisis, producto quizás del 4to o 5to intento de su madre de consolidar una pareja estable. Hace apenas unos meses comenzó a convivir en la casa de su padrastro, y tiene que lidiar con una hermana bastante mojigata, y con una serie de convulsiones que está intentando tratar con ciertos medicamentos.
Luego de sufrir ciertas decepciones clásicas de la edad que tiene, se involucra levemente con Clay Boone, una superestrella del básquet del colegio al que ambos asisten, y terminan una tarde en la camioneta de este muchacho. Cuando la situación lo amerita, Henry y Clay se terminan besando, la situación se pone un poco hot y al pibe se le va la mano, Henry le pide que se detenga y Clay hace caso omiso a esas palabras. La situación se pone realmente complicada para la blonda, y de repente la camioneta comienza a moverse de forma violenta, los vidrios se comienzan a quebrar, las chapas se comienzan a retorcer y Henry desaparece de la escena, para aparecer instantáneamente sobre la cama de su cuarto, con restos de la puerta de la camioneta de Clay.
RAINN
¿Qué es RAINN? Las siglas significan Rape, Abuse & Incest National Network, por lo cual se deduce que es una organización norteamericana sin fines de lucro que se dedica a ayudar, on-line o telefónicamente, a personas que fueron víctimas de un abuso sexual. Cada capítulo de Impulse culmina con un anuncio de esta organización, y cada comienzo de episodio tiene una placa que advierte que el contenido del show contiene escenas sensibles para el espectador relacionadas con este tema.
La trama de Impulse gira alrededor de este tema, y no del que ustedes y yo esperábamos. Las habilidades de Henry relacionadas con la teleportación son un problema a tratar, por supuesto, pero el foco de la trama está puesto en la situación que vivió en la camioneta con Clay, y las secuelas que este hecho dejó para todos los involucrados, directa o indirectamente. Y el trauma que este hecho le provocó a Henry es mucho más impactante y complejo que aquel que se relaciona con la misteriosa desaparición de su padre (si esta fuera una verdadera secuela de Jumper, su padre debería ser David Rice, el personaje de Christensen, como dicta la novela homónima… pero como no lo es, su padre es un teleportador random cualquiera) o con sus “poderes”, los cuales, de todos modos, no dejan de tener cierta relevancia en la evolución de la trama, sobre todo en la 2da mitad de la serie.
Para los adictos de la T.V. de la última década y media, Impulse les tiene una sorpresa: el “cazador” de Jumpers del show quedó en manos de Callum Keith Rennie, un actor al cual ya hemos visto en papeles muy importantes en series como la magnífica Battlestar Galactica, en Californication, Jessica Jones, The Man in the High Castle, Shattered, The Firm, y eso por mencionar solo los shows en los que tuvo papeles regulares, tiene al menos 30 colaboraciones más en series en uno, dos o tres capítulos, o sea, es el clásico actor que les resulta familiar por ese motivo: labura un montón.
Más allá de ese detalle, y de que realmente el show está bien escrito, bien narrado y bien presentado, Impulse no es una serie de ciencia ficción ni fantasía, tiene casi nulos elementos “superheróicos”, y difícilmente podría ser catalogada como una serie perteneciente a ese género. Pero a quienes les cabe los shows dramáticos bien presentados, y sobre todo cortos (solo 10 capítulos de entre 45 y 50 minutos por episodio), esta es tan buena opción como cualquier otra.
Nos volvemos a leer, esta vez sí, de forma regular, la semana que viene, una vez más, aquí: en Tierra Freak. Sean felices y no hagan renegar a sus madres.