Tal y como prometí la semana pasada, me he propuesto entregar una vez por semana una reseña en Tierra Freak que incluya una historieta bastante cerrada, auto-conclusiva, una recomendación de fácil acceso y rápida lectura, algo potencialmente fresco por distintos motivos, y si bien no estoy seguro si podré entregar otra reseña antes de que finalice la semana, al menos puedo cumplir con este auto-desafío. Y esta semana es el turno de Cage!, una mini-serie de Marvel Comics de 4 números que salió hace un par de años que tiene la característica de estar escrita y dibujada por el ruso Genndy Tartakovsky.
La mirada Rusa de la NY de los ‘70
Resulta que en el 2006 Tartakovsky ya era una estrella mundialmente conocida y prácticamente no había puerta que no se le abriera. Ya había trabajado con George Lucas para desarrollar los cortos de Star Wars: Clone Wars (2003) que se situaban en el medio de los films Star Wars: Episode II – Attack of the Clones (2002) y Star Wars: Episode III – Revenge of the Sith (2005), ya había concluido su epopeya sci-fi épica fantástica con Samurai Jack (aunque el verdadero cierre de esa historia llegaría años después, en el 2017), y se preparaba para desarrollar futuros proyectos, tanto en televisión como en cine. En eso, un editor de Marvel Comics se le acerca y le dice: “che, Tarta, ¿te copas y haces una mini-serie para nosotros?”.
Y el Ruso dice dale, le meto. Y elige a Cage. Luke Cage. Lucas para los amigos. Y comienza a trabajar en la historia, arma un story-board, muestra algunas viñetas por acá, por allá, pero pasan los años y ni siquiera aparece el primer número. Llega el 2016, una década después, Marvel Studios está al rojo vivo con el éxito desmedido de sus estrenos en los cines y se prepara para invadir también la televisión con una ayudita de Netflix. Prontos a estrenar la 1er temporada de Luke Cage en esta plataforma, alguien en la Casa de las Ideas se acuerda de este proyecto y vuelve a ponerse en contacto con el artista, y aparece seguramente algún billetín extra para que apure un poco la cuestión y lo saque con fritas al comic para que más o menos coincida con el estreno live-action del héroe de Harlem. Un generoso editor convoca también a Stephen DeStefano para que le de una mano con las tintas, y convocan a un excepcional Scott Wills para los magníficos colores, se alinean los planetas y logran sacar el número uno de esta miniserie el mismo octubre del 2016 que Netflix pone al aire los 13 capítulos de la temporada de este personaje. Si querían hacer las cosas tan coordinadas a propósito no lo lograban, eso seguro.
La cuestión es que le dieron total y absoluta libertad a Tartakovsky para que presentara la historia que se le cantara el quinto forro de las pelotas con el personaje, sin ningún tipo de limitación. Si quería podía escribir un What If? y nadie iba a poner la más mínima objeción. Siendo así, Genndy se pone las pilas y nos presenta una revisión de las historias clásicas del personaje, en tono de sátira, para aprovechar al máximo el diseño de personajes tan particular de este artista y sobre todo su fluida narrativa, y ambientada a fines de los ’70.
Acción psicodélica y MK
¿Y el resultado? Bueno, ni más ni menos que una explosión visual, una fiesta de la narrativa más intensa e impactante que podemos encontrar en los últimos años dentro de esta editorial, todo en el marco de una historia super lineal, sí, pero también muy entretenida. El diseño de personajes del Tarta es una delicia, y la expresividad de los mismos es muy difícil de encontrar dentro de este género. De hecho, me arriesgaría a decir que es prácticamente imposible, salvo por esas movidas que hizo y suele hacer por ahí D.C. Comics cuando unifica su universo superheróico con el de los Looney Tunes (¿qué, que quizás eso podría formar parte de una entrega futura de esta sección? Mmm… ).
La mini-serie toma también muchísimos de los elementos de las series de T.V. de esa década, como por ejemplo una voz en off explicando ciertas situaciones (algo que también suele utilizar este artista en algunos de sus proyectos animados para televisión), y casi como un bonus, incorpora de forma indiscriminada un montón de personajes de Marvel Comics, aunque más no sea para un cameo.
El leitmotiv de la historia es la extraña desaparición de la amante de Cage en esos años, la oficial Misty Knight, y la investigación sobre el paradero de la misma lo terminará depositando en una extraña Isla en la cual deberá luchar por su vida y la de un pequeño grupo de héroes que también han quedado atrapados en dicha locación, todo orquestado por un villano creado exclusivamente por Tartakovsky para esta saguita, referenciando cientos de films chinos de Kung-Fu que estaban aterrizando esos años por occidente revolucionando el cine de acción gracias al éxito y la fama que el maestro Bruce Lee estaba logrando.
Cage! es realmente un deleite visual, pero no mucho más. Vale su peso en oro, eso sí, sobre todo para el fan de este autor, porque prácticamente no existe material en papel de este tipo realizado por Tartakovsky, y es la única vez que ha colaborado con Marvel o D.C. o cualquier otra editorial de comics en un proyecto análogo. Se nota, de todos modos, que los dos primeros números tienen mucho más laburo en el guión y en las ideas presentadas que los dos últimos, los cuales también se disfrutan mucho pero se leen en un santiamén. Nada puede prepararte, de todos modos, para algunas puestas de páginas magistrales cuando la acción se pone intensa, las cuales siempre están acompañadas por una paleta de color preciosa y muy ajustada al clima que la historia quiere denotar. El trabajo de Scott Wills en esta obra representa casi el 45% del potencial de la misma, realmente entre ambos autores lograron una química y un entendimiento pocas veces visto, algo que uno termina lamentando cuando se cierra el 4to número porque es muy probable que pasen años antes de que podamos disfrutar a esta pareja en un proyecto parecido.
No quiero explayarme mucho más sobre algunos detalles de la historia porque mi intención con esta sección es que vayan y busquen la obra, la lean y la disfruten como lo hice yo. Vale la pena el esfuerzo, se los puedo asegurar. Nos volvemos a leer muy pronto, aquí en Tierra Freak.