miércoles, 27 de noviembre de 2013

Doctor… ¿Qué Doctor? - El Gabinete del Dr. Moholt.



Antes de empezar voy a aclarar algo: No se preocupen, no voy a hacer una reseña de la serie "Doctor Who". Por varias razones, pero principalmente porque todavía no terminé de verla (son una espantosa cantidad de capítulos, que ya veré, pero que todavía no terminé y quiero hacerla completa).

Hecha esta aclaración vayamos al núcleo de la cuestión:

¿Qué demonios pasó este sábado?

¿Por qué todos tus contactos de Facebook, Twitter y demás redes sociales (quizás alguno todavía usa GooglePlus) están hablando sin parar que la felicidad los embarga, que algo les cambió la vida, que un tal Moffat debe morir, que ese mismo Moffat es el mejor guionista de todos los tiempos y un largo e incesante etcétera?

¿Por qué, de repente, vos te sentís como un Rick Grimes recién salido del coma en un mundo lleno de zombies que hablan de una serie inglesa de la que jamás escuchaste hablar antes o, peor, que jamás pensaste que podía tener tantos adeptos?



Lo que pasó es simple, pero complejo a la vez y voy a intentar dar luz a este fenómeno sin dejarme ganar por el fanatismo... porque ¿para qué negarlo? Yo también estoy todavía como nene en su fiesta de cumpleaños.

La BBC en el año 1963 se embarca en la creación de una serie de ciencia ficción que, siguiendo los standards de la cadena, tiene que tener algo de educativa y la hace para un público infanto-juvenil.

Esa serie es "Doctor Who" y sí, su estreno fue un 23 de noviembre. Hasta acá es bastante obvio que el sábado pasado se cumplieron 50 años de la serie, pero ¿qué fue lo que pasó?

La BBC hace 7 años que renovó la serie, una serie que venía saliendo bastante seguido desde el 63 hasta el año 89 y que luego quiso levantar con una película en 1996, pero que no lo logró.

O sea que desde 1996 hasta el 2005 no escuchaste a tus amigos hablar de la serie, salvo que hayan jugado, como en mi caso, al fantástico Pinball del Dr. Who en los 90s o que sean realmente unos freaks enfermos, lo cual, si estás leyendo estas líneas, seguramente conocés unos cuantos.

Lo importante es que desde el 2005 a la fecha la serie es uno de los pilares de la BBC y, gracias a que ahora las nuevas tecnologías nos dan la posibilidad de ver la televisión inglesa, muchos están disfrutando de la misma en el servicio de cable premium (BBC HD), comprándose los DVDs originales o directamente de las maneras non-sanctas que todos conocemos.

Y acá viene lo que nadie previó, lo que ningún operador de cable ni distribuidor o exhibidor de cine pudo imaginar.

Porque para el episodio 50 aniversario la BBC planeó emitirlo en directo a todos los países que tiene la señal premium o la básica, pero también estrenarlo simultáneamente en cines en 3D en muchos otros países, aparte del Reino Unido. Regiones tan distantes como la Argentina o Kazahastán, pasando por Noruega o Australia, pudieron ver al mismo tiempo que se estrenaba en las pantallas de la BBC este episodio.

Pero, claro, cuando las cadenas como Cinemark recibieron la noticia de que tenían la exclusividad de exhibir este capítulo especial para la mayoría de Latinoamérica seguramente dijeron "¿Doctor qué?" y alguno les debe haber respondido con una sonrisa "No, Doctor Quien" y después de que tuvieran que explicarle el chiste dijeron "¡No pensamos sacar ninguna de nuestras películas que están en cartel por un capítulo de una serie inglesa que, encima, tiene 50 años!".


Así fue como, por ejemplo en Argentina, hasta repartieron los derechos con la otra cadena grande de cines multisala, Hoyts, y entre las dos se pusieron de acuerdo en habilitar 1 sala cada una en Capital Federal y Gran Buenos Aires para este eventito de morondanga, en un horario de mierda, que encima tenía que ser al mismo tiempo que en el resto del mundo, y que seguro les iba a dar pérdida.
Porque las experiencias anteriores con eventos que no son películas fueron dispares: un recital de los Rolling Stones fue un fracaso de taquilla, pero el documental de Pearl Jam fue un exitazo… entonces ¿para qué arriesgarse, no?

Las entradas anticipadas que salieron a la venta con casi un mes de antelación para estas dos funciones se agotaron en... 2 horas.

Así fue como de repente de debajo de las baldosas empezaron a aparecer miles de fanáticos de la serie que rugían porque no tenían su entrada y se empezó a generar ruido, mucho ruido. Las páginas de Facebook oficiales de las cadenas estallaban de mensajes y hasta hubo un Trending Topic en Twitter a nivel latinoamericano pidiendo que se habiliten #MasSalasParaDoctorWho.

Pero no solamente los que vivimos en CABA o GBA, sino que claramente los exhibidores tampoco habían tenido en cuenta a los fanáticos de la serie en otras provincias de la Argentina ni en el resto de Latinoamérica. Fue así como de tener sólo 1 sala en Capital y otra en Buenos Aires, el “eventito de morondanga” pasó a tener lugar para proyectarse en Mendoza, Santa Fe, Córdoba, Temperley, Morón y Quilmes; en varios horarios, llegando a un gran total de 14 salas, pero también llegando a otros países de la región.

Un caso especial fue el de Uruguay, donde los fanáticos viendo que en Argentina se escuchó la voz de sus pares, comenzaron a ponerle mucha presión en redes sociales al cine Movie para que negocie con Cinemark y le ceda los derechos para proyectar este especial en el país charrúa. Al final de cuentas, y gracias a gente como el guionista MaGnUs  se pudo pasar en nada más ni nada menos que dos salas que se llenaron.

Según datos oficiales en la Argentina en un solo día fueron más de 3500 espectadores, cifra que pasan por arriba a otras proyecciones como esta, recitales, documentales o eventos especiales.

Y acá viene lo mejor. Acá viene el por qué todavía tus amigos siguen hablando después de tantos días del “Dr. Who” y por qué seguís escuchando o leyendo nombres extraños como Capaldi, Tennant o Strax.

Porque más allá de la gesta que podemos atribuirnos, más allá de tomarlo como una victoria ante esos tontos exhibidores que no saben nada del mercado, lo más interesante de este fenómeno fue que cumplió con todas las expectativas de todos los “whovians” habidos y por haber.

Y no sólo por lo que pasaba en la pantalla. Que fue lo que todo fanático de la serie siempre quiso, con referencias, apariciones especiales y por sobre todo una historia que cambia de pleno al futuro del personaje.

Lo importante es lo que pasó con la gente que tenías al lado. El ambiente que se logró. La común-unión que todos los que estábamos en el cine pudimos tener con todos los demás que, en distintos puntos del planeta, sea frente a una pantalla de televisión o a una de cine en 3D, disfrutamos de un evento único.

Gente disfrazada, gente que aplaudía, gente que gritaba al mismo tiempo, gente que se emocionaba toda junta cuando un par de ojos miraban a la pantalla… un sentimiento indescriptible.

Quizás por eso todavía leas o escuches a algún que otro amigo o conocido hablar sobre lo que pasó el sábado. Porque fue algo grande… tan grande y especial que se puede tardar en asimilar, pero que también se hace difícil de asir con sólo palabras.

Es una verdadera lástima si no pudiste estar entre los que lo disfrutaron y sabés exactamente a lo que me refiero si sos de los que estuvieron.

Lo que es seguro es que un evento a tan gran escala genera un antes y un después. Y principalmente que es muy difícil que haya otro parecido (todo bien con el estreno de Episodio VII, pero no creo que sea igual que esto).

Por lo que estoy seguro que si sos de los que se lo perdieron, vas a terminar hablando con alguno de los que fueron para preguntar por dónde se puede empezar este recorrido fantástico y brillante que es “Doctor Who”.
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