Que lamentable formar parte de los patéticos haters, pero al menos yo creo tener un buen fundamento. FOX y yo tenemos un largo historial de decepciones y agravios, y estamos, creo, en un punto sin retorno: desconfío de toda producción cinematográfica que salga de esta empresa, y tiemblo cada vez que una nueva serie de T.V. estrenada por esta cadena comienza a entusiasmarme. En referencia a esto último, esta pequeña reseña que presento hoy día, que para mí funciona como catarsis, es el motivo (5 de ellos, podría poner 30) por el cual odio a FOX: cinco series atípicas con personalidad y peso propio que fueron canceladas por esta cadena y que disfrutaba mucho de ver, y seguro ustedes, apasionados lectores, también.
Keen Eddie
Keen Eddie era una comedia dramática policíaca que fusionaba con éxito el estilo británico de tono sarcástico con el humor yanquie, y referenciaba de forma directa a los films de Guy Ritchie de esos años [Lock, Stock and Two Smoking Barrels (1998) y Snatch (2000)], un posible antecedente de producciones recientes como Brooklyn Nine Nine , y lo mejor de todo: laburaba Sienna Miller. Si, mis amigos, FOX levanta una comedia con Sienna Miller como protagonista. Ok, en ese momento no la conocía nadie, pero de todos modos era una preciosura que en cada escena que tenía te enamoraba un poco más. Su co-equiper era nada menos que Mark Valley, un actor que hoy por hoy nos suena –al menos la cara- pero que en esos años (2002-2003) recién estaba despegando, y que después clavó personajes en The 4400, Boston Legal y Fringe, y un protagónico en Human Target, otra serie cancelada por la FOX inspirada en el comic homónimo de Peter Milligan, que araño las 2 temporadas. Volviendo a Keen Eddie, la serie llegó a poner al aire 13 capítulos y fue cancelada por bajo rating, y nunca volvimos a saber de la vida del detective Eddie Arlette del Scotland Yard que había sido removido a New York para resolver casos en su mayoría relacionados con mafias internacionales. Gracias por tan poco, FOX.
Firefly
Si, campeón, ya lo sé, hay una reseña propia de Firefly en este sitio, escrita por mi persona para colmo, sumado a que el final de la misma no fue tan dramático… eso no quita que la misma sea meritoria de formar parte de este Top 5. En la misma cuento con lujos de detalles los motivos de la cancelación y como pudo resolver Whedon el cierre de la serie con una producción cinematográfica preciosa y muy digna de la serie. Lo loco de todo esto es que Whedon y FOX tenían ya una historia larga, y cabía entonces algo de apoyo por parte de la cadena televisiva, cosa que como todos sabemos no sucedió. El buenazo de Joss de todos modos lo volvió a intentar unos años más tarde con Dollhouse… y una vez más recibió un cachetazo por parte de los ejecutivos favoritos de la gente. Esta vez pudo, al menos, cerrar la serie en los últimos capítulos de la 2da temporada. Whedon & FOX, un solo corazón.
Terminator: The Sarah Connor Chronicles
Para cuando aterriza T.S.C.C. a las pantallas de U.S.A., la franquicia de Terminator ya había sido maltratada y bastardeada en el cine, razón por la cual los productores dieron rienda suelta a su imaginación sin ningún tipo de tapujo a la hora de expandir este universo. La premisa inicial no podía ser más atractiva: los eventos que van a ser narrados se ubican después de Terminator 2 (1991) y desconocen lo sucedido en Terminator 3: Rise of the Machines (2003), aquel nefasto film donde Sarah Connor ya está muerta y tenemos un John Connor adulto e insípido, y es así como tendríamos casi una road movie con Sarah, John y un Terminator pateando culos por todos lados. La producción realizó un acertado casting y terminó eligiendo a la preciosa Lena Headey [Cersei Lannister en Game of Thrones, 300 (2006), Dredd (2012)] para caracterizar a la madre guerrera que hará lo imposible por proteger a su hijo y cambiar el futuro, y a un desconocido pero correcto Thomas Dekker para el papel de John. Pero la sorpresa estaría en la acertada elección de la exótica y excelente actriz Summer Glau para el papel de Cameron, el Terminator que acompañaría a madre e hijo en las aventuras. Glau era una Whedon girl que tenía vasta experiencia en T.V. (Angel, Firefly, Cold Case, CSI: Crime Scene Investigation, The 4400, The Unit) y que, por supuesto, esta cancelación no afectó en absoluto su carrera y siguió clavando personajes en Dollhouse, Chuck, The Cape, Alphas, Grey's Anatomy, Hawaii Five-0 y ahora en la 2da temporada de Arrow. Casi un CV tiene la niña. Casi. Y sí: el chiste de un Terminator femenino ya lo habíamos visto en la basura de Terminator 3, pero acá la caracterización de Glau le da sentido a la premisa, porque dota al personaje de una profundidad y una empatía con el televidente como nunca antes habíamos sentido en toda la franquicia. Un deleite.
Lo cierto es que la serie comenzó midiendo muy bien (el 2do episodio de la 1er temporada fue el show que más rating tuvo esa noche) lo cual le permitió renovar para una 2da temporada… al finalizar la misma, con un tremendo cliffhanger, los ejecutivos hicieron una relación costo-rating y no les cerró. Chau chau Cameron y sus protegidos. Otro altar de mierda seca para la FOX.
Millennium
Esta cancelación dolió jodidamente. Mucho. Millennium evidentemente gozó, al menos en sus inicios, de su cercanía con X-Files, aún cuando el tono de una y otra fueran muy distintos. Lo más loco de todo es que ni siquiera era un spin-off de la aclamada serie madre de Chris Carter, solo se desarrollaban presumiblemente en el mismo universo y tiempo (algo que se verifica con el tiempo) y estaban pergeñadas por la misma persona. La onda expansiva de X-Files sirvió entonces para sostener la serie por 3 temporadas entre el ’96 y el ’99… y justo cuando el nuevo milenio estaba por comenzar… FOX la cancela. ¡¡¡Excelente, FOX, la movida de tu puta vida, la re@#$%& que te remil rep!@#$&%!!! Así es, porque la premisa de la serie seguía los pasos del detective Frank Black, el personaje personificado por Lance Henriksen, consultor del Grupo Millennium, una organización dedicada a impedir el fin del mundo, mismo que se daría… cuando estuviéramos a punto de entrar al próximo milenio. Para consuelo de tontos, un pobre y apresurado cierre de la serie pudo ser presentado dentro de un capítulo de X-Files, que estuvo bien pero dejó gusto a poco y reabrió esa herida originada por la cancelación. Oda a FOX y sus inconsistencias anales se llama la película.
John Doe
Dejé para el final el que, a mi entender, es el plato fuerte de esta reseña. Pero tranquilos, que la voy a hacer corta. Este show nos narraba la historia de John Doe, caracterizado por Dominic Purcell (Prison Break), un hombre que no recuerda nada de su vida desde que se despertó desnudo en una pequeña isla en la costa de Seattle. Hasta acá todo normal, el detalle que hizo a la serie distintiva era que John poseía todos los conocimientos sobre cualquier materia metidos en su cabeza. Todos. Podía hablar todas las lenguas, aparentemente tenía acceso a todos los textos alguna vez escritos por el hombre, y contaba con toda la teoría sobre la totalidad de los temas. Era como una Biblioteca de Babel viviente, dado que incluso tenía datos de obras que existían o se construían después del despertar visto en ese primer episodio. Tremendo. Es así como John utilizaba a la policía -a la que ayudaba en ciertos casos- para tratar de descubrir quién era realmente y cuál era la fuente de su conocimiento. Otro detalle especial era que veía lo que le rodeada en blanco y negro, pero sus “recuerdos” se visualizaban a color. A medida que la serie avanza en su 1er temporada descubrimos que existía una Phoenix Organization que aparentemente estaba relacionada con la problemática y la génesis de John, y las pistas mas fuertes sobre la misma son reveladas en el último capítulo de esta tanda, donde todo indicaba que el que se había convertido en el mejor amigo de John, Digger, era la cabeza de dicha organización. El final de este último episodio –uno de los cliffhangers más sorprendentes y tremendos de la historia de la T.V.- sería lo último que veríamos de esta genial serie, gracias a la FOX, que decide no cerrar una 2da temporada. Una patada ninja biónica en los testículos para los televidentes, con dolorosas repercusiones biológicas que se extienden hasta nuestros días. La semilla de la bronca para con la FOX, al menos en mi caso, fue plantada con esta cancelación. Antes y después, como demuestro en esta reseña, ya había vivido situaciones parecidas… pero lo de John Doe, por múltiples motivos, era imperdonable.
Aún con una internet verde y la inexistencia de Redes Sociales, los productores de este show sintieron el rebote de la bronca y decepción de los televidentes por esta cancelación y explicaron que lo que terminarían narrando era que Doe había sido herido en un accidente en bote y que la marca que tenía en el pecho era una cicatriz dejada por un trozo de metralla de la explosión. La inteligencia y sabiduría excepcionales que John poseía eran un subproducto de la trascendencia de su cuerpo durante una experiencia cercana a la muerte, viajando a un plano espiritual donde todas las preguntas del universo son respondidas. Polémico e insuficiente, dado que una cosa es ver esto escrito y otra narrado el medio que correspondía, por supuesto.
Además…
Por supuesto que no fueron solo estas cinco series las que cimentaron mi odio hacia la FOX, claro que no. Otras cancelaciones en su momento me hicieron estallar de furia pero terminaron regresando (a la misma FOX o a otras cadenas) y gozan de buena salud, como Family Guy, Futurama (que este año finalmente concluyó) y Arrested Devleopment (que retomó sus andanzas por Netflix con una temporada más y ahora se viene una película), y a la lista de muertos sin retorno puedo sumar Tru Calling, The Adventures of Brisco County Jr., The Lone Gunmen (los personajes tuvieron su fatídico cierre también en X-Files, como Millennium), Sliders, Terra Nova, Lie to me, Action… algunas fueron canceladas en su 1er temporada, otras tenían varios años en pantalla, todas contaban con elementos que las distinguían del resto y que aportaban algo diferente a la pantalla. Todas meritorias de más.
FOX, te detesto.