jueves, 10 de septiembre de 2015

“Sapphire and Steel”, o cuando el misterio se hace culto - El Gabinete del Dr. Morholt.



Hace unos cuántos años hubo en la televisión angloparlante una pareja de agentes especiales, bastante diferentes entre sí, pero que se complementaban perfectamente y que salvaban al mundo en cada historia en la que participaban.

Uno de ellos fue interpretado por David McCallum y no, no estoy hablando de “The Man from U.N.C.L.E.” (o “El Agente de C.I.P.O.L.” como se la conoció en estas tierras), historia que por estos días tuvo su remake cinematográfica a cargo del genial Guy Ritchie.

Estoy hablando de “Sapphire and Steel”, una serie británica de ciencia ficción que gracias a la magia de internet pude conocer y disfrutar este año.

La serie fue creación del escritor inglés Peter J. Hammond, quien trabajó desde mediados de los 60s en guiones de la BBC y fue también uno de los escritores de “Torchwood”, el spin-off de “Doctor Who” protagonizado por John Barrowman (que si sólo lo conocen por su interpretación de Malcolm Merlyn en “Arrow” se están perdiendo mucho, mucho, mucho).

Según cuenta Hammond, la serie se le ocurrió una noche que durmió en una casa embrujada… ¡Ahh! ¡Qué delicia debe haber sido vivir en los 70s!

La cosa es que en “Sapphire and Steel” McCallum, recontra conocido por su personaje Illya Kuryakin, hace equipo con Joanna Lumley, otra conocida actriz que supo ser una “chica Bond” en “Al Servicio de su Majestad” de 1969 y también parte de la continuación de “The Avengers” llamada “The New Avengers”, la serie de 1961 protagonizada por Patrick Mcnee (y no, no tiene nada que ver con el supergrupo de Marvel, estos eran espías británicos).

Teniendo dos actores tan reconocidos como McCallum y Lumley y una temática de ciencia ficción y suspenso “Sapphire and Steel” rápidamente se hizo una serie de culto.

Y uno de los puntos fundamentales de la serie es que no sabemos absolutamente nada ni de Sapphire (Lumley) ni de Steel (McCallum), más allá de que son seres extraterrestres (o quizás extradimensionales) con ciertos poderes especiales que son enviados por una organización superior (también desconocida) para que se encarguen de investigar extraños eventos que, casi siempre, tienen que ver con rupturas en el entramado del tiempo y la posible aniquilación de toda la existencia. Nada mal trabajar de eso, ¿no?

Con 14 capítulos de 25 minutos las dos primeras aventuras de estos agentes interdimensionales que intentan salvar el espacio-tiempo lograron mostrar una manera de hacer televisión más cercana al teatro que lo que se podía ver en las pantallas de la BBC (hogar del Doctor). Con pocas locaciones y un ritmo pausado y silencios que comprometen al espectador a sentirse aún más inmerso en el terror y la opresión, la serie es fiel exponente de la fantasía más dura y pura.

El tema con esta serie es que se presentó en el canal ITV en julio de 1979 con el mismo formato que la antes mencionada “Doctor Who”, que en esa época estaba siendo protagonizada por Tom Baker, el actor que más duró en la piel del personaje y que llevó a la serie a ratings elevadísimos.

Obviamente la diferencia en las producciones era notable. Mientras en BBC gastaban enormes presupuestos para mostrar un doctor más aventurero y para toda la familia, el producto de ITV era más cerebral, más enfocado a transmitir sensaciones y a plantear temas como el sufrimiento de los soldados en la guerra.

Todo un año tuvieron que esperar los fans de la serie para poder ver una nueva aventura de estos dos misteriosos héroes, porque recién en 1981 se escuchó nuevamente la enigmática introducción que dice “Todas las irregularidades serán corregidas por las fuerzas que controlan cada dimensión. Los elementos pesados transuránicos no serán usados donde haya vida. Los pesos atómicos medios están disponibles: Oro, Plomo, Cobre, Azabache, Diamante, Radio, Zafiro, Plata y Acero. Zafiro y Acero han sido asignados”

Y cada uno de esos agentes “pesos atómicos medios” tienen sus particularidades. Es así que Sapphire es empática, puede retroceder el tiempo a voluntad (aunque le cuesta mucho), la habilidad para saber la edad de las cosas y de las personas, así como otras habilidades extrasensoriales.

Steel por su parte es el más impaciente, frío y cerebral de los dos. Tiene más resistencia que su compañera, una fuerza sobrehumana, telekinesis y puede llevar su cuerpo al cero absoluto de temperatura, esa temperatura en la que ni el tiempo transcurre normalmente.

En la resolución de los problemas estos dos agentes operativos a veces tienen ayuda de otros agentes, operativos también como Lead o técnicos como Silver, quien deja entrever que tuvo una relación con Sapphire aunque, como todo en esta serie, es misterioso y enigmático.

Desde el primer capítulo se nos intenta explicar que el Tiempo es como un pasillo que rodea y atraviesa todo, pero que tiene agujeros, o lugares más débiles donde el mismo Tiempo (según Steel es una fuerza maligna) puede atravesar el presente y apoderarse de cosas.

En otros capítulos se nos explica… bueno, en realidad se nos dan pistas para que entendamos que también hay criaturas que se mueven por ese pasillo, criaturas atemporales que buscan esos mismos agujeros y puntos débiles para entrar en el presente.

Contra esta clase de cosas es con lo que lidiaron durante 34 episodios divididos en 6 aventuras, siendo la última de 1982 y habiendo pasado 1 año desde la anterior de agosto de 1981.

Una de las cosas que hace de esta serie una de culto es que termina con un final abierto por su cancelación; y al respecto el mismo creador dijo que fue porque el presupuesto que manejaban era ínfimo y tanto McCallum como Lumley eran estrellas consagradas del cine y la televisión que tenían que intercalar sus otros trabajos, mucho mejores pagos, con las filmaciones de la serie.

Si bien a nivel televisivo sólo existen estas 6 aventuras, hay otras 15 que fueron publicadas en formato historieta en la revista “Look-in” entre 1979 y 1981. Lamentablemente son muy difíciles de conseguir, inclusive en esta época de interconexión donde casi todo está en la red de redes.

 Tanto revuelo generó la serie con esos pocos capítulos que en 2004 la empresa Big Finish Productions avisó que iba a empezar a realizar radioteatros con aventuras nuevas de estos dos agentes extradimensionales, pero ni McCallum ni Lumley ofrecieron sus voces para los productos.

En estas nuevas 15 aventuras en audio podemos disfrutar la presencia de nuevos agentes entre los que están Gold y Ruby y vuelve el ya conocido Silver, interpretado por el actor que también lo hizo en la serie de televisión.

Así como cuando recomendé The Prisoner, creo que hay pequeñas joyas como esta serie que se pueden perder en la vorágine de estrenos y actualidad televisiva en la que vivimos.

Tratemos de no ser víctimas de nuestro presente y busquemos esas historias maravillosas que hubo antes, no sea que todo sea un malvado plan del Tiempo y necesitemos la ayuda de algún que otro peso atómico medio.
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