miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿X-Box One? ¿Playstation 4? ¿Son las únicas opciones? - El Gabinete del Dr. Morholt.


Para seguir con la idea de narrar lo bueno y lo malo de este 2013 que se acaba (según mi humilde visión), pero para no perder mis ganas de escribir de lo que se me canta, voy a apelar a algo que creo que es universal y que en este 2013 tuve la suerte de reencontrar: los juegos de mesa.


Todos cuando fuimos niños jugamos a algo, es muy difícil que el juego no haya sido parte de nuestra crianza (hay toda una corriente psicológica que explica las bonanzas del jugar para el desarrollo de los niños, pero no voy a ahondar en eso).

Sea con muñecas o muñecos, sea a la pelota, sea a las escondidas, sea a juegos más elaborados como interpretar héroes que pelean contra monstruos o madres que cuidan de sus familias; la actividad lúdica estuvo presente desde nuestros comienzos y es parte de lo que nos define como personas.

Tan importante es el juego en nuestras vidas como seres humanos que desde hace varios años cualquier adulto tiene una consola de video juegos en su casa y nadie osa ponerle el mote de “infradotado” o “subdesarrollado” (bueno, algunas novias quizás lo hacen cuando estamos horas y horas jugando al FIFA o al PES e insultamos a la pantalla por un penal no cobrado o una tarjeta roja no sacada).

Cualquiera de esos “expertos” en manejo de grupos o “coaching” empresario seguro tendrá en su manualcito alguna actividad lúdica para lograr la mejor relación de los equipos de trabajo o la cohesión de los valores de la cultura organizacional de la empresa.

Es decir, cuando hablamos de juego, no sólo estamos hablando de los maravillosos gameplays de Saki Chan en youtube , sino de una actividad que cala hondo en nuestra psique.

Pero tranquilos, no voy a hacer una reseña de la nueva generación de consolas ni de lo maravilloso que es la posibilidad de jugar sin controles con el Kinect o el PS Move. Voy a hablar de los juegos de mesa, un universo del cual sólo conocía la punta del iceberg y que en este 2013 redescubrí para mi gran, gran deleite.
Los juegos de mesa son esos juegos que nos reúnen y nos obligan a interaccionar con otras personas y verles las caras, que nos dan la posibilidad de socializar y que quien juegue con nosotros sea mucho más que una línea de chat o un cuadradito chiquitito con un avatar en la pantalla.

Todos conocemos el ajedrez, y si no lo jugamos en algún momento hemos pasado por una plaza y vimos algunos nobles ancianitos jugarlo en mesas de concreto (o si no sos de salir a la calle, seguro que viste la última escena de la primera película de X-Men). Seguramente conocemos y hasta hayamos jugado alguna vez estos juegos: dominó, ludo, palitos chinos, damas chinas, backgammon, poker, truco o generala.

Pero el universo de los juegos de mesa es mucho más grande, apasionante e imaginativo que estos clásicos juegos. Hay juegos con tableros fijos, con tableros que se van formando mientras jugamos, sin tableros, con fichas, con dados, sin dados, con cartas, sin cartas, con piezas, con libros de reglas que tienen miles de versiones corregidas, con ideas totalmente innovadoras y con historias detrás que son mucho más complicadas que simplemente una batalla de reinos como en el ajedrez.

Y principalmente los juegos de mesa tienen una terminología casi propia. Cualquiera que haya leído las reseñas de Magic The Gathering de Logan o la de Overpower que hice hace un tiempo lo habrá notado.

Entonces empecemos respondiendo a algunas preguntas:

¿Qué es un Wargame?

Estos juegos normalmente representan batallas específicas y se caracterizan por buscar la mayor precisión al momento de la representación. Así es como puede haber tableros para jugar con escenografías muy trabajadas al estilo maqueta (con árboles, pasto, montañas y hasta estructuras como edificios o Bunkers) o tableros con delimitaciones o casilleros (normalmente hexagonales) donde se posicionan las piezas.

Las reglas de estos juegos pueden ser muy desarrolladas y a simple vista engorrosas, con normativas para los movimientos y para el daño que cada unidad hace cuando dispara.

Una rama de este tipo de juegos es la que sólo recrea batallas históricas, entonces se puede tomar parte en la batalla de Waterloo, la de las Termópilas o hasta la de San Lorenzo.

Ejemplos de estos juegos son el Warhammer (que es de los que usa miniaturas especiales y tableros escenografiados) y el RISK (o su versión argentina mucho más conocida, el TEG).

¿Qué es un Juego de Cartas?

Cuando con Logan comenzamos la saga de Juegos de Cartas Coleccionables suponíamos que todos sabían de qué se trataba esta clase de juegos.
Pero no todos los Juegos de Cartas son coleccionables como Overpower, Magic, Pokémon o Yu-Gi-Oh!, donde la idea es que se siguen publicando cartas que modifican el juego y que se pueden mezclar con las que ya tenías.

También existen juegos que tienen una cantidad de cartas fija y que sólo tenés que comprar una vez. El ejemplo más básico es el archiconocido UNO (que seguro alguna vez jugaste en su versión argenta, con un mazo de cartas españolas, llamado “Jodete”).

 Pero hay un sin número de juegos de cartas, con las temáticas más variadas. Uno muy accesible, porque se consigue en cualquier juguetería, es el “1000 Millas” (versión argenta de un juego francés llamado “Mille Bornes” del año 1954), pero otros ejemplos son el “Gloom” o el totalmente caótico “Fluxx”.

Lo importante de estos juegos es que sólo necesitás las cartas y nada más.

¿Qué es un Eurogame?

Cualquiera que sepa un mínimo de inglés notará que este tipo de juegos hace referencia a aquellos que son creados en Europa ¿no? Pero ¿Qué tienen de especial que se hagan en un lugar específico del planeta? ¿Son como el Champagne que es una denominación de origen de la localidad de Champagne en Francia y entonces todo el resto de los vinos espumantes no pueden llamarse así?

Bueno, no para tanto, pero casi. Principalmente la denominación hace referencia a aquellos juegos creados en Alemania (por eso también pueden ser llamados “Juegos de estilo alemán”) en los cuales la mecánica del juego depende poco o nada del azar y son muy importantes la estrategia y la administración de recursos.

Es muy normal que, como la mecánica del juego es lo más importante, las ambientaciones puedan variar sin necesidad de hacer cambios a las reglas.

Una característica de esta clase de juegos es que la violencia o la destrucción de los oponentes no es lo principal (como en un wargame), sino que es más importante crecer uno en el juego e intentar que el oponente crezca menos, siendo posible la cooperación entre los jugadores durante la partida.

El eurogame más popular es el “Settlers Of Catan” (que tiene su versión en español llamada “Colonos de Catán”) y fue el que rompió las barreras de Europa para que ahora sea conocido a nivel mundial.
Otros ejemplos de eurogame son el “Carcassone” y el “Alhambra”.

¿Qué es un Amerigame?

Si tenemos los Eurogames que son generados en Europa es obvio que los Amerigames son los producidos en América ¿no? Pues no. No es tan así.

Los juegos estilo Amerigame (o también conocidos como Ameritrash) son aquellos donde lo más importante es la ambientación y se basan mucho o son totalmente dependientes del azar. Tan importante es el azar que hasta hay juegos con dados especiales, donde las caras no son números sino símbolos especiales.
En esta clase de juegos la mayoría de las veces lo principal es que los jugadores juegan unos contra otros en conflictos directos. Acá no hay cooperación posible (salvo hacer alianzas para reventar a un tercero) y hay juegos en donde hasta los jugadores tienen características especiales que los definen y diferencian de los demás.

Es normal que este tipo sea también el más utilizados para generar adaptaciones de franquicias cinematográficas, de televisión o hasta adaptaciones de video juegos.

Así es como podemos encontrar en esta clase de juegos cosas como el “StarCraft: The Board Game” (sep, una adaptación del video juego de 1998 a juego de mesa), el “War Of The Ring” (adaptación del mundo de Tolkien) o el “Battlestar Galactica” (basado en la serie de televisión). Ojo, no todos son adaptaciones, pero bien vale mencionar los que sí son, porque acá todos somos nerdos que nos encantaría formar parte de la Guerra del Anillo o reventar unos cuantos Cylons ¿no?

Hasta acá las clasificaciones más abarcativas, pero también existen algunos términos que vale la pena aclarar:

Token: estas son las piezas o fichas. Puede haber de distintas formas y materiales, desde los clásicos círculos de plástico del “TEG” hasta naves o ejércitos bien detallados como en el “Risk”. Son las cosas que se pierden primero en cualquier juego, por eso normalmente vienen muchas.

Dados: si estás acostumbrado a la Generala sólo conocés los dados de 6 caras. Bueno, hay dados que son poliedros de muchas más (o menos) caras. Los hay desde 4 caras hasta de 100. Los hay, como mencioné en los amerigames, hasta dados que no tienen números sino símbolos especiales, como los del “Zombie Dice” o los del “Cthulhu Dice”.
Otras maneras de representar el azar son las perinolas o hasta las monedas de “cara o cruz” (que no dejan de ser dados de dos caras ¿no?)

PartyGames: así se llaman a juegos con reglas simples, cosa de poder jugarlos en ocasiones de reuniones sociales donde, seguramente, puede haber alcohol y joda de por medio. Ejemplos como el “Pictionary” o el “Trivial Pursuit” se mezclan con otros como el “Taboo” o el “Guerra de los Sexos”. Muchos de estos se pueden conseguir en cualquier juguetería porque son de los más populares.

Fillers: se denomina así a los juegos de relleno, es decir juegos de poca duración. Especiales para momentos de tiempos cortos o para rellenar los tiempos muertos en una velada de juegos que insuman más tiempo. La idea es que son muy simples de entender más allá del idioma en el que estén publicados y con reglas fáciles. Ejemplos de esta clase de juegos son los antes mencionados “Carcassone” (si no lo jugás con sus expansiones), "Zombie Dice" y el “Tsuro” (*)

Cooperativos: estos son los juegos más difíciles de entender para cualquiera que esté acostumbrado a jugar sólo para destruir y ganarle a los demás. En estos juegos la idea es que todos los jugadores juegan en conjunto para detener algo que va a pasar después de un tiempo de juego o tienen que intentar que no pase
Acá lo importante es que todos jueguen en equipo e intenten ganarle al juego.
Ejemplos de juegos cooperativos son el “Elder Signs” o el “Pandemic”.

Parte de hacer este mínimo glosario es porque en 2013 me adentré en este mundo increíblemente vasto de los juegos de mesa, enterándome que hasta hay empresas y emprendimientos independientes de distintas partes del país que publican juegos originales y los sacan al mercado para competir con los internacionales.

Por eso esta nota es parte de lo mejor del 2013, porque volví a jugar como cuando era chico y a disfrutar con otras personas frente a mi de momentos mágicos y divertidos, pero principalmente conectándome con ellos de una manera mucho más real que a través de la fibra óptica.

Dato de color: quien quiera adentrarse más en este mundo le recomiendo el canal de youtube de Will Wheaton (sep, el Wesley Crusher de Star Trek: The Next Generation) que no tiene desperdicio.
(*) Editado gracias a los comentarios de los lectores.
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