Finalmente entregamos (Tierra Freak y yo) la cuarta y última parte de las reseñas dedicadas a Hellblazer. Quisimos que las mismas fueran algo especial, y por eso nos pusimos en contacto con 2 artistas para que nos den su opinión sobre el personaje y el título en cuestión, razón por la cual las mismas –las reseñas- tuvieron un considerable retraso en la salida, dado que, como todos sabemos, el tiempo con el que cuentan los dibujantes que están asignados a series mensuales U.S.A. para divagar o disfrutar de placeres por afuera de su trabajo es limitado, pero creo que la espera vale la pena. En esta última reseña nos contestó algunas preguntas el brasilero Renato Guedes, un viejo conocido de los fans locales y que actualmente es el dibujante de la nueva serie de John: Constantine. Sin más, vamos a la misma.
Entrevista a Renato Guedes
¿Conocías al personaje antes de que la D.C. te ofreciera dibujarlo? Y si es así, ¿que habías leído del mismo, a que guionistas, que sagas?
Sí, lo conocía, de hecho tengo muchísimos tomos y recopilatorios del personaje, aunque nunca haya sido un fanático. Sí, me gusta muchísimo el universo del personaje. Leí la saga de su origen, escrita por Alan Moore y mucho de lo escrito por Azarello, sobre todo.
¿Estabas esperando dibujar algo con este tono, un poco más alejado del perfil super-heróico al que estás acostumbrado en U.S.A.?
¡Sí, totalmente! El género super-heróico puede limitar muchísimo artisticamente, y ser muy repetitivo. Hacer historias con otro tono, para mí es un respiro y una oportunidad de hacer cosas nuevas.
¿Cómo manejaste el diseño del personaje? ¿Tomaste en cuenta algo de lo hecho por otros dibujantes, existió alguna bajada editorial al respecto?
Tuve que seguir las directivas editoriales de lo que ya estaba siendo publicado en Liga de la justicia Dark, o sea: mucho más joven, y con una pinta más galán.
¿Crees que van a existir diferencias entre este comic y Hellblazer en cuanto a los diálogos, las situaciones que se generen, la trama? ¿Desde la editorial a vos o al guionista les comunicaron algo?
Sí, seguramente será mucho más light que Hellblazer, y algo conectado con el universo D.C.
¿Tuviste que adecuar tu dibujo al tono de la serie?
No, de hecho lo único que me pidieron fue que no fuera muy Vertigo, "sucio" o sombrío, así que intento manejarlo con un estilo realista, no excesivamente sombrío salvo que sea necesario, o que el tono del guión lo requiera. No quiero que el tono sea super-heróico y tampoco gratuitamente sombrío.
¿Tuvieron vos o el guionista algún problema de censura con el trabajo en este comic?
No todavía. John Constantine sigue fumando, tomando, y matando como siempre, pero tampoco hubo algo muy "gore".
¿Qué repercusión estas teniendo con tu primer número en la calle por parte de la crítica y los fans del personaje?
La verdad es que no sigo los forums, reviews, o comentarios por internet porque no tengo tiempo, pero siempre me comentan los amigos, y a través del contacto directo con el público me doy cuenta que la respuesta ha sido muy positiva.
¿Tenés idea si el título que estás dibujando va a formar parte de alguna macro-saga relacionada con la magia con otros títulos de tono parecido a futuro?
¡Todavía no me comunicaron nada por el estilo! ¡Ojala que no!
¿Cómo te sienta John, como personaje? ¿Qué opinión tenés de él, que te resulta atractivo de su personalidad y su entorno a la hora de dibujarlo?
Es un personaje con una profundidad y complejidad muy especiales en cuanto a su personalidad, lo que para mí es un desafío a la hora de plasmar sus expresiones y comportamiento. No es un personaje obvio en ningún sentido, algo que para mí como artista es mucho más interesante al momento de dibujar.
Si la decisión estuviera en tus manos, ¿te gustaría pasar mucho tiempo narrando la parte gráfica de las historias de John Constantine?
Si la cosa va por un buen camino, y la serie aporta a la renovación y el crecimiento del personaje, con total libertad desde el guion hasta la parte artística… ¡Sí, me quedaría por un lago periodo de tiempo!
La Puerta de entrada
Hay una tradición por parte del mercado yanquie que le da un valor agregado a cada comic, y es la de contratar un dibujante que se encargue específicamente de la portada del mismo. Los ejemplos sobran, Brian Bolland en el período de Animal Man guionizado por Morrison o en 2 de los tomos de The Invisibles (también escrito por el escocés) o Dave McKean realizando todas las portadas de los 75 números de The Sandman. Hellblazer no fue ajeno a esta tendencia, aunque el desfile de portadistas fue importante y considerable. Al igual que en The Sandman, John tuvo la suerte de contar con Dave McKean en sus 21 primeros números y luego en el #27 y en la despedida de Delano como guionista, el #40. Trabajos con un valor artístico enorme, porque McKean no es un portadista cualquiera, es quizás uno de los mejores, dado que trabaja cada tapa como si se tratara de un cuadro, realizando incluso el diseño de los elementos que acompañaran a su arte. Luego, a mi entender (y aquí podría ganarme la enemistad de algún fan del personaje) creo que hay 4 portadistas más para destacar: Glenn Fabry, Tim Bradstreet, Lee Bermejo y Simon Bisley, que realizó casi todas las portadas de la última etapa, la guionizada por Milligan. Cuatro artistas muy distintos entre sí (aunque podemos establecer un paralelo entre el hiperrealismo de Bradstreet y Bermejo, y un estilo más sucio y más cerca de una caricatura que usaron Fabry y Bisley para resolver las suyas) pero que sobresalen del resto de los portadistas que desfilaron por el título. Mi favorito: Tim Bradstreet. Sus composiciones usando muchas veces elementos fotográficos para componer las imágenes y su diseño de John llaman la atención por encima de cualquier otro título que esté puesto a su lado en una batea. De todos modos, lo que es meritorio de rescatar es que en 300 números Hellblazer prácticamente no bajo el nivel en este aspecto, y sus portadas siempre fueron llamativas y cebadoras.
La última llamada
El polémico final de Hellblazer viene de la mano de un guionista que fue mencionado para incorporarse al Staff fijo de la serie durante sus comienzos, allá por fines de los ’90, pero finalmente terminó entrando en el número #250, reemplazando a Andy Diggle. Por supuesto, estamos hablando de Peter Milligan, un escritor británico que es conocido tanto por Marvelitas como por fans de D.C. y Vertigo, ya que tiene dentro de su currículum la saga Dark Knight, Dark City de Batman, Shade, the Changing Man y Human Target para Vertigo, y X-Force/X-Statix en Marvel.
Milligan agarra a un John en la plenitud de su vida, y explota sobre todo ese punto. Con los 60 años ahí nomás en la puerta, el camino recorrido por este hechicero es enorme, lleno de drama y de experiencias que volverían loco al más centrado, mismas que dejaron sus huellas (físicas y psicológicas) en el cuero de nuestro protagonista. En estos 4 años que estuvo a cargo del título vimos algunos reencuentros con su pasado traumático, reuniones familiares, pudimos ser partícipes de algunos cierres (quizás alguno inesperado o innecesario, pero no por eso menos entretenido de leer) y lo vimos restablecer su situación sentimental y, como era de esperar, tirarla de nuevo por la borda. Cuando por fin llegamos a los últimos números de la serie los lectores tenemos un poco de miedo de hacia donde nos vamos a dirigir, y sin ánimos de spoilearle la serie a nadie, el final es justo… pero confuso. No es lo que yo esperaba pero lo compro. Tampoco es lo que hubiera querido para un personaje que me acompañó durante casi dos décadas, pero siendo realistas: si yo pudiera elegir, preferiría que el título se siguiera publicando bajo el sello de Vertigo. Teniendo en cuenta que no es así, este número 300 me satisface, sin volverme loco. Tiene momentos emotivos, tiene su dosis de magia y excesos, y tiene un último diálogo duro y memorable, pero es triste y amargo, como todas las despedidas.
Y si John tiene 60, y yo 35, quizás el que no entiende el mundo y el mercado sea yo. Quizás en D.C. tienen razón, y Guedes esté en lo correcto cuando señala que esta es una posibilidad de renovación para el personaje, y una manera de mantenerlo vigente, aún lejos del tono y de la editorial que lo vio crecer. No quiero caer en el cliché de señalar lo obvio, pero lo cierto es que el tiempo lo dirá, ni más ni menos.
Hay otro fanático de John Constantine que, por suerte, también es un amigo (mío y de la casa, Tierra Freak), su nombre es Germán, y desde hace unos meses viene sacando un podcast relacionado con el mundo de la historieta. Un poco de casualidad, otro poco porque ambos amamos al personaje, me invitó a participar de uno de sus programas para que durante casi 3 horas hiciéramos un repaso oral por estos 300 números, algo muy parecido a lo que intenté hacer con estas reseñas pero en un mano a mano sin respiro y sin pausa.
Como un precioso y emotivo cierre de estas reseñas los invito, entonces, a que escuchen el mismo, bajándose el archivo desde acá, y luego, si tienen tiempo y ganas, nos comenten sus impresiones.
Antes de cerrar, quiero agradecer una vez más a Marcelo Frusin y Renato Guedes por el tiempo que se tomaron para responder las preguntas, a ustedes por la paciencia con el retraso de las reseñas, y a John. Si, a John, porque si solamente me hubiera entretenido en estos años, habría sido suficiente. Pero no, John fue un amigo, un tipo que estuvo ahí en casi todos los momentos jodidos de mi vida adolescente/adulta. Fue un aliado incondicional, aunque también un colgado y cortado, y sin embargo estuvo ahí para que ahoguemos juntos las penas en el alcohol y las drogas y para que disfrutemos de esos extremos que lastiman pero gustan. Y de toda la cultura que consumo, mi amistad con John es algo muy personal, muy propio, muy mío, algo que en estas 2 décadas viví casi de forma solitaria, y me gusta que sea así, porque lo hace muy especial. Así que cierro esta reseña levantando una jarra de cerveza y brindando por John dejando una frase relacionada con la amistad escrita por Sting, el músico en el que Alan Moore y Steve Bissette se inspiraron para diseñar la estética de este personaje:
“People say that what you are is only what you Eat…
And my friends become a part of me, oh well, it's then that Life's complete…
To Love you is to Eat you, the act of Love Supreme…
Each one of us inside himself can appetize the Dream.”