martes, 8 de septiembre de 2009

Inglourious Basterds/Bastardos sin Gloria - Crítica de un Fan, objetiva? Olvidenlo. - Por Matías Depetris.

Leí muchas críticas y reseñas antes de sentarme a escribir esta “crítica de fan” (nunca mejor puesta para este texto, ya que pertenezco a ese grupo de admiradores de Q.T. cada vez más grande, con la salvedad de soy “fan” de este director desde hace al menos 17 años), las cuales se movían entre la completa devoción y admiración por el film, hasta la aplastante decepción; no he encontrado puntos medios, lo cual no es de extrañar visto el film. Y las leí porque siempre ayuda tener como referencia los puntos de vista de personas comprometidas con el Cine al menos como espectadores, igual que yo.

Lo bueno de escribir sobre un film de Quentin Tarantino es que uno, si lo desea, puede ahorrarse una introducción acerca de él. De todos los gloriosos directores jóvenes que comenzaron sus carreras con largometrajes presentados en los ’90 -Yanquies y Británicos sobre todo-, Q.T. es si lugar a dudas el más popular, el que más expectativas genera con cada estreno, el mas observado y analizado por todos… y sobre el que caen los mayores elogios, o los más duros batazos. A veces no entiendo porqué la gente va al Cine “esperando” ver algo y no se deja llevar por la mano del Director, y se decepciona tan fácilmente no por haber asistido a una proyección mediocre sino por no encontrar lo que buscaba. En el caso del film que nos reúne en este texto, Inglourious Basterds (2009), aquellos que salen del Cine refunfuñando lo hacen por lo recién citado: fueron a ver un film Bélico de Tarantino y se encontraron con una película de género magistralmente dirigida, con una deliciosa puesta en escena y unas actuaciones memorables, pero carente del exceso de acción que se le atribuye a este tipo de films.

Inglourious Basterds no es una continuación de lo hecho por Tarantino en Kill Bill (2003), ni tampoco la película definitiva sobre la 2da Guerra Mundial, mucho menos un film de acción. De hecho, el equipo de soldados judíos dispuestos a masacrar Nazis en Francia que da nombre al film tiene menor participación de la que uno esperaría en pantalla, y no por eso le quita mérito al film. Lo mejor de esta película es, una vez más, la mano de un Director que ama el Cine como pocos. Q.T. adora este medio, respira Cine por cada una de sus venas, lo vive con pasión y excitación, y lo demuestra en cada film que realiza. Pero no solo eso: adora tanto el Cine que también actúa cada vez que puede, en films suyos o en otros –la última aparición en pantalla fue un interesante cameo en Sukiyaki Western Django, el psicodélico film de Takashi Miike-, produce, escribe, es Director de fotografía, selecciona la música para sus films y apoya otros films de amigos usando su nombre y su trayectoria para lograr que los mismos tengan más llegada. Es un todo terreno con un amor por el medio pocas veces visto, y con habilidad y creatividad para encarar cada emprendimiento con altura y originalidad. Se mete solo donde sabe que va a poder dejar su inconfundible firma con altura. Por otro lado, es un Director que no pierde vigencia a la hora de narrar historias: sus películas siguen siendo modernas y muchas veces contra-culturales, y no necesita valerse de nuevos recursos narrativos o amigarse con tendencias estéticas impuestas por directores cliperos de moda para lograrlo. De hecho, viendo su última producción, reivindica una postura clasicista a la hora de contar un evento: los planos, los encuadres, la edición, todo está muy estudiado para causar un efecto en particular, siempre con un punto de vista muy personal. Un buen ejemplo es un diálogo entre dos personajes que solamente podemos escuchar, ya que la cámara nos muestra un 1er plano del rostro de un 3er personaje que se mantiene ausente de dicho diálogo, porque lo que importa ahí es ver las reacciones que esas palabras le generan. Y ese justamente es otro punto fuerte en este director: el casting. Cada proyecto en el que se embarca está armónicamente conformado por, por un lado, una nómina de –muchas veces- ilustres desconocidos y por el otro por un pequeño puñado de estrellas, pero todos dan lo mejor de sí para cada personaje, y Tarantino logra crear un ambiente en el que se genere la química necesaria para que todas las actuaciones se potencien mutuamente y no hagan más que sumar al producto final. Inglourious Basterds es quizás el film de este director que menos estrellas taquilleras tiene desde que comenzó sus andanzas con Reservoir Dogs (1992), sobre todo para el mercado Yanquie –incluso menos que Death Proof (2007)-, pero los “descubrimientos” de Q.T. son poco menos que brillantes, y todos coincidirán conmigo en que Christoph Waltz, interpretando al Coronel Hans Landa, prácticamente se roba la película, incluso haciéndole sombra al personaje de Brad Pitt. Otras actuaciones a mi entender brillantes, aparte de la del propio Pitt -que ni falta hacía aclararlo- son la de Diane Kruger personificando a la actriz Bridget von Hammersmark, Mélanie Laurent interpretando a la judía Shosanna en busca de su merecida venganza, y, cómo no, Til Schweiger, dejándonos un memorable Sargento Hugo Stiglitz tan jodido como introvertido, que en otro Siglo bien podría haber recaído en Clint Eastwood.

Explayémonos un poco entonces en las carencias que muchos le adjudican a esta nueva entrega del Director oriundo de Knoxville. Hay una realidad que supera todo análisis: el film dura 2 horas y media y las escenas de acción no deben completar los 15 minutos. Pero salvando la promoción que esta película tuvo, Tarantino en ningún momento de su obra nos promete algo y luego no lo cumple: esta película comienza con una escena de 20 minutos centrada en el diálogo entre el Coronel Landa y un Granjero llamado Perrier LaPadite, un clásico del realizador que tiene todos los elementos de su firma, y un claro homenaje a muchísimos films del género Western. Si no es la mejor escena del film, le pega en el palo. La misma culmina con un momento de acción que no dura más de un par de minutos, tal cual hemos visto en la casi totalidad de la filmografía de Q.T., exceptuando, claro está, Kill Bill. Ahí, Tarantino anticipa como se va a desarrollar el resto de la historia, cuál será el ritmo, el eje, como va a ser narrada, y que tanto espacio le va a dedicar a la acción. Para este director, igual que para muchos otros –se me viene a la cabeza Kitano en sus mejores épocas, por ejemplo- el exceso de acción a veces no es tan efectivo, y esparcirla por esos 150 minutos con cuenta gotas me pareció una elección acertada. Kill Bill era otra cosa, estaba referenciando otro Cine, mucho más Naif si se quiere –aunque no coincida totalmente con eso-, ese film fue un mix de la totalidad de los lugares comunes del Cine de Artes Marciales Oriental, adaptados para un público Occidental y puestos en función de una trama sencilla pero efectiva, y sobre todo entretenida. Inglourious Basterds por el contrario no deja de ser entretenido a pesar de su extensa duración, pero está mucho más cerca de Reservoir Dogs que de Paths of Glory (1957), Saving Private Ryan (1998) o The Dirty Dozen (1967), por mencionar algunos clásicos del género. Y la trama no es una seguidilla de charlas de café pobremente concatenadas unas con otras como muchos críticos nos quieren hacer creer, pero sí se encuentra lejos de lo que considero el mejor guión escrito por Q.T. hasta la fecha -obviamente me refiero a Pulp Fiction (1994)- y si en algo podría llegar a decepcionar este film es en no haber logrado alcanzar una vez más aquella obra magnífica. Punto. Por suerte, dicho film no se ha convertido en una cruz para él, ya que se ha valido de otros elementos y nuevos enfoques para poder nutrir a los films posteriores de presencia y personalidad, al menos desde Jackie Brown (1997) en adelante.

Por lo tanto, no me queda más que recomendar a todos que vayan al Cine sin miedo y sin prejuicios a disfrutar de esta maravillosa obra. Si el tiempo que uno pasa en la sala mirando una película es sinónimo de lo poco o mucho que rinde una cada vez más elevada entrada de Cine, 150 minutos me parecen más que suficientes para lograr el cometido con creces, y el fiel seguidor de este Director, que sabe de Cine y entiende de narrativa, que detecta cuando hay una mano hábil y con experiencia detrás de la cámara y cuando no, y que no le exige al hombre lo que cada uno quiere ver y se deja llevar por la historia y las caracterizaciones, no puede salir poco menos que asombrado y extasiado, y feliz. Muy feliz.

Sean felices, vean Bastardos sin Gloria. Amén

8 comentarios:

Logan San dijo...

Saki, k-po, gracias por el espacio, loco, y espero que haya sido de tu agrado la reseña, para mí fue un placer escribirla ya que, como bien sabrás, Tarantino es uno de mis Directores favoritos, y tiene en su haber la que considero mi Película Favorita, que no es la reseñada aquí obviamente pero de todos modos tienen, ambas, muchos puntos en común.

Abrazo

Logan San dijo...

Una muerte los comentarios en esta crítica, Saki, matalo a palos al redactor que tiene menos poder de convocatoria que Videla.

Mamita.

Esto te pasa por confiar en Chaqueños, pero seguro con este fiasco ya te curaste de espanto.

xD

Martín Guazzaroni dijo...

Muy buena critica logan! ire al cine a ver que onda!

saludos

Tyncho.

Anónimo dijo...

ato la crítica Matanga, me re gusto la reseña que hiciste, el repaso general del director y sobretodo que pusiste las cartas sobre la mesa al decir desde que lugar viste la peli y por que la entendiste de esa manera. me dio ganas de verla. Segui asi.


Lucho

SaKi dijo...

Logan, no te persigas, acá nunca abundaron los comentarios, solo hay épocas, y varían constantemente.
Yo no opiné aún, porque quiero verla y hablar con propiedad.

si si, aún no la ví, ando con mil cosas -.-

Mariano dijo...

Gran película.
Tarantino desde Kill Bill vol.2 venia barranca abajo pero con esta se redime.
Parrafo aparte para el trailer que te vende una cosa que después en la película no es tan asi.

Telcontar dijo...

Gran película!
Quiero ir al cine de nuevo!

Yo nunca lo vi cuesta abajo a Tarantino, siempre hizo lo que quiso el chabón y le gusta hacer cosas "no tan populares" con su amigo Rodriguez por ahí. En fin, voy a comprarme el DVD de esa peli!

Logan San dijo...

No, yo tampoco, no coincido para nada con Mariano, eso está claro. Tarantino jamás cayó, ni un poquito. Igual no lo critico a Rodriguez, porque por ahí lo que el tipo tiene es que le gusta filmar, mucho, todo el tiempo, y le gusta probar géneros diversos. Aparte el tipo involucra a su familia en sus proyectos, eso lo valoro mucho, el hermano lo suele ayudar con la música y la edición, y la última peli de él esta basada en historias de sus hijos...

Son dos grandes directores con escuelas diferentes, Tarantino es un detallista al mango, muy meticuloso, todo tiene que ser perfecto para poder filmar... Rodriguez es re cabeza, pero el tipo es super rendidor, Once Upon in Time in Mexico es una locura, lo que filmó con Johnny Deep lo hizo en un solo fin de semana, y después resulta que es el protagonista del film... Deep ni idea tenía de que era el protagonista, imaginate la capacidad de Rodriguez para sacar provecho de cada toma. Dos grosos.

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