lunes, 17 de agosto de 2015

Amor Loco: La Tragicomedia de Harley Quinn - La Fortaleza de Kal.



1999: "¡¿El nombre de tu hija es Harley?! Debés ser fan de las motos.”
2015: "¡¿El nombre de tu hija es Harley?! ¿No se ve genial 
#‎SuicideSquad?"


- Kevin Smith.



Hay un cierto sentido poético en arrancar este tema citando al que posiblemente sea el enfermo más querible y dedicado a la causa de ser un nerd en el mundo actual. Es que Kevin Smith verdaderamente es de los que “ya lo hacían cuando no era cool.” Supongo que cuando su fanatismo desmedido por Batman y su mundo lo llevó a elegir el nombre “Harley Quinn” para su hija, difícilmente imaginara que 16 años más tarde tendría la connotación popular que tiene hoy en día. De personaje secundario a cabeza de cartel en una de las producciones cinematográficas más esperadas del próximo año, veamos qué es lo que hace tan especial a Harley Quinn.



Harley apareció por primera vez en la ya mítica serie animada de los 90’s de Batman, serie que marcó la infancia de muchos de nosotros y se ha ganado un lugar privilegiado tanto entre los fans como en la cultura popular general. Tal fue el nivel de excelencia propuesto por la obra de Paul Dini y Bruce Timm, que muchos la consideran la versión definitiva del caballero oscuro, lo cual se extiende a sus sucesoras que comprenden a prácticamente todo el Universo DC, con las series de Superman, Justice League y Batman Beyond. El legado que dejó el DCAU (DC Animated Universe) fue brutal e indeleble, con varios personajes e ideas que tuvieron tal nivel de aceptación que no tardaron en hacer su transición hacia el mundo de las viñetas. Sin dudas, Harley Quinn es un caso emblemático en lo que refiere a este asunto. 


Look original. Diseño de Bruce Timm.
Su aparición original fue en el episodio “Joker’s Favor,” el 11 de septiembre de 1992, en el que se suponía que tuviera un rol minúsculo. La idea era que alguien saliera de adentro de una torta y tomara de rehenes a un grupo de policías. Aparentemente, en un principio no les cerraba que fuese el Joker el que lo hiciera, por lo cual se pensó en el personaje de Harley, como un mero secuaz del payaso criminal. A fin de cuentas terminó siendo el Joker quien salió de la torta, pero la mecha ya se había encendido y Harley había empezado a tomar forma. Dini basó al personaje en la actriz Arleen Sorkin, a quien conocía personalmente. Sorkin había aparecido en la famosa telenovela Days of our Lives (Por la que muchos recordarán a Joey Tribbiani, de Friends) usando un disfraz de arlequín y esto, sumado a la personalidad de Sorkin, fueron las primeras semillas que darían como resultado el personaje de Harley. De hecho fue la propia Sorkin la que le dio vida al personaje en la serie mediante su voz, y lo ha seguido haciendo en la gran mayoría de las versiones audiovisuales del personaje. Incluso el nombre de la actriz se ve reflejado en el de la Dra. “Harleen Quinzel.”


Arleen Sorkin. Directo a tus pesadillas.
Como ya dijimos, la creciente popularidad del personaje derivó en que su rol multimediático comenzara a expandirse, haciendo un par de apariciones en algunos cómics hasta que llegó su debut oficial en el universo DC oficial de la época durante No Man’s Land (Tierra de Nadie). Desde entonces ha ido atravesando distintas etapas de desarrollo y en todo este tiempo ha habido lugar en su historia para todo tipo de cosas. Ha pasado de villana a antihéroe, hizo amigos y enemigos, se cambió el look, fue parte del Suicide Squad y como digno habitante del universo DC, hasta murió y revivió.



¿Y qué podemos rescatar de todo este tiempo?



Cosplay. Ana Bertola, conocida cosplayer local,
personificando a Harley en su versión del juego
Batman: Arkham Knight. ¿Realmente preferimos un
mundo en el que las mujeres no se animen
a hacer este tipo de cosas?
Parece haber cierta controversia en torno a la popularidad de Harley Quinn, exacerbada durante los últimos años por su cambio radical de imagen y su status de fetiche por parte de incontables cosplayers en todos los rincones del mundo. Están quienes aseguran que “siempre fueron fans,” quienes responden que nunca hubo nada de lo que valiera la pena “ser fan,” los que se amargan porque no toleran que alguien que “nunca leyó un cómic” flamee tan libremente la bandera del fanatismo sólo porque le gusta el look del personaje, los que se ofenden si una chica con dos kilos “de más” se pone las calzas, los que no toleran el cambio radical de imagen y sienten que el personaje ha sido “prostituido,” y la lista sigue y sigue. Todos tienen su opinión y supongo que en algún punto todos tienen razón y todos están equivocados.

Tal vez el problema principal es algo que se da muchas veces en el mundo del entretenimiento cuando un autor plantea algo interesante u original: Se lo malinterpreta y se lo celebra por las razones equivocadas. ¿Qué fue la década de los 90’s sino una celebración de la oscuridad de los 80’s sin todo lo que hizo grandes a obras de esa época? Watchmen, por ejemplo. El significado ulterior de que Rorschach fuese un demente no importaba, importaba que era un tipo jodido, cool, que no se comía ninguna. Si Miller quiso decir algo cuando enfrentó a Superman y a Batman en su Dark Knight Returns, pocos lo notaron, pues estaban muy ocupados viendo cómo intercambiaban trompadas y preparándose para pasar las siguientes décadas en debates estúpidos acerca de que Batman le gana a Superman en una pelea. Treinta años más tarde y todo parecería indicar que vamos a tener toda una película entera para seguir con el mismo debate una que otra década más.



Pero volvamos a Harley.


La verdad es que se volvió bastante popular merecidamente: Era un personaje original, fresco y divertido. Si Batman tenía a Robin, ¿Por qué no podía el Joker tener un sidekick también? Harley es un contrapunto interesante para la relación de Batman con sus varios discípulos. Representaba una especie de perversión de la relación entre Batman y Robin como compañeros, viviendo una relación que funcionaba a la inversa: Si Batman era duro con Robin para entrenarlo por su propio bien o para protegerlo, el Joker era dulce con Harley sólo para poder seguir abusando de su amor ciego, siempre con sus propios fines.


Amor Loco. El Joker demuestra su afecto.

Tal vez el punto más memorable y recordado en la carrera de Harley sucedió en Mad Love, publicada en 1994 como parte del universo de la serie animada (de hecho terminó convirtiéndose en un gran episodio de la misma). Mad Love nos contaba el origen de Harley Quinn como sidekick del Joker y una historia entretenida con un mensaje bastante contundente. La historia de Harley era una tragicomedia en la que todos podríamos vernos reflejados, lo cual le agregó una dimensión muy atractiva al personaje, haciéndola crecer mucho en muy poco tiempo. Todos podemos, en uno u otro punto de nuestras vidas, enamorarnos perdidamente de la persona equivocada, y dedicar y malgastar toda nuestra energía en perseguir situaciones idílicas que imaginamos y por algún motivo pensamos que van a hacerse realidad. Nada nos importa, todo vale.



Lo más importante de Mad Love es destacar que, ante todo, no es una historia de amor. Es una historia de obsesión y de abuso, de alguien que llenó un hueco en su vida con algo tóxico, nocivo, que nunca va a dejarla ser libre. He visto parejas que comparan con orgullo su relación con la del Joker y Harley, interpretando que “Mad Love” refiere a ser extraño, incomprendido por la sociedad, refugiarse en una relación que sólo sus dos partes entienden. A ellos les aconsejo que hagan una relectura de la historia y del concepto, porque no podría estar más lejos de eso. De hecho la intención de Paul Dini fue justamente la contraria, mostrarles a todas las “Harleys” del mundo que si no pueden largar a sus “Jokers” tienen un problema muy serio. Idealizar la relación entre el Joker y Harley de cualquier manera es glamorizar la violencia y el abuso.


¿Juegos sexuales? Harley siempre supo cómo
conseguir lo que quiso. Hasta que conoció al Joker, claro.
De alguna forma, el fenómeno de Harley podría ser equiparado con el de Death (Muerte) de Neil Gaiman y su efecto sobre las chicas góticas de principios de los 90’s. Locura es la nueva Muerte. Locura por Amor, ojo, no confundir con Delirio. La generación cosplayer pseudo-punk de las redes sociales encuentra a la embajadora de sus ideales de protesta y/o expresión en la entrega absoluta a la locura y en el contraste entre negro y rojo. Ellos, tienen a Deadpool. Es interesante que el camino de Harley es similar al que transitó Deadpool en Marvel, pasando de personaje genérico de relleno a fenómeno de las redes sociales, idolatrados por unos, detestados por otros, con múltiples características que los hacen muy similares. Lo cierto es que son personajes que crecieron más allá de lo imaginado originalmente y es natural que semejante explosión de popularidad lleve a que se produzca mucha porquería con su imagen. En definitiva son un negocio; si la gente compra, no van a dejar de venderlos. Y sí, la sobreexposición cansa.



Actualmente muchos dirían que el personaje ha sido arruinado por lo que se percibe como un manoseo que la ha alejado demasiado de su concepción original. Cuando Harley hizo su transición hacia el mundo de los cómics, lo hizo manteniendo prácticamente todos los elementos que tenía en la serie animada, por entonces aún vigente, popular y fresca en la mente de todos. El diseño, la historia y la personalidad eran más o menos iguales. En definitiva, si algo no está roto, no hay por qué arreglarlo. Desde entonces, sin embargo, el personaje ha atravesado cambios tan radicales que es prácticamente irreconocible a primera vista. La serie de videojuegos iniciada en Arkham Asylum la convirtió lentamente en lo que muchos podrían considerar un "objeto sexual" al darle un look mucho más revelador y fetichista, exacerbando cada vez más una faceta más de femme fatale que de sidekick payasesca, despertando de paso la fuerte movida cosplayer que mencionamos anteriormente. Si bien la cuestión estética es bastante subjetiva, hay que recordar que más o menos desde el principio, Harley fue un personaje que supo explotar su sexualidad y de hecho forma parte fundamental de la psiquis del personaje. Que se la mostrara con un atuendo menos revelador nunca eclipsó su sensualidad. Tal vez es justamente eso lo que se le objeta al look más moderno, juzgándoselo como innecesario.


Creo que el problema principal es cuando esta explotación de la sexualidad se extiende al Joker, tal vez porque el fanservice de Tumblr así lo demanda. Mad Love retrataba muy bien la locura de Harley por él y la naturaleza abusiva de él hacia ella. Si bien hay quienes argüirán que la historia deja ciertos guiños a la vida sexual entre los dos personajes, es mayormente algo que queda a libre interpretación. Harley podrá desear al Joker, pero jamás se especifica que esto sea recíproco. Personalmente, creo que no lo es y jamás lo fue, pues considero al Joker un personaje asexuado que funciona bien así. Cualquier muestra de afecto o interés que el Joker demuestre por ella tiene un motivo ulterior que poco tiene que ver con ella. Su libido está concentrada en desatar el caos y hacerle la vida imposible a Batman. Nada más. No es un hombre, es una fuerza de la naturaleza. En el origen de Harley en el Suicide Squad de los New 52, nos cuentan que directamente tuvieron sexo en el mismo (¿supuesto?) tanque de ácido en el que el Joker se convirtió en el Joker (Salvo que Scott Snyder tenga algo para decir al respecto ahora, supongo). La verdad es que me parece que era más interesante cuando no necesitaban recurrir a semejante nivel de vulgaridad para desarrollar al personaje.


Para bien o para mal, Harley ha cambiado mucho con los años y guste o no, la seguiremos viendo por un buen rato. Su participación en la película de Suicide Squad (inspirada sin duda por su versión New 52), garantiza que su nivel de exposición va a ser mucho mayor que nunca. Desde que conocimos su historia en Mad Love, Harley se ha dedicado a tener aventuras por su cuenta, independizándose un poco del Joker, haciéndose amiga de Poison Ivy en el camino, coqueteando un poco con otros personajes (incluso compartiendo uno que otro beso con el mismísimo Batman) y alejándose un poco de su senda puramente criminal. En Gotham City Sirens #7 conocimos a su disfuncional familia y entendimos un poco mejor por qué terminó como terminó, mientras que actualmente, de la mano de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, ha decidido alejarse tanto de Gotham como de Batman y del Joker, escapando de la sombra de su (tor)”mentor” (casi como Dick Grayson hiciera en su momento al convertirse en Nightwing), uniéndose a un equipo de Roller Derby y operando casi completamente como una justiciera, algo que el propio Batman llegó a reconocerle. El cambio de status quo puede gustar o no, pero como su mismísimo creador Paul Dini ha dicho, si hay esperanza para Harley Quinn, hay esperanza para los “amantes locos” en todos nosotros.
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