Si sos un Freaky de las noticias sobre cine y t.v. en la web ya estarás al tanto del último estreno de CBS, Under the Dome, serie de ciencia-ficción con tintes de terror y suspenso inspirada en el libro homónimo de Stephen King, e incluso te habrás enterado que en el piloto tuvo nada más y nada menos que 13 millones de televidentes atentos al destino del pequeño poblado de Chester’s Mill o que la serie forma parte de una maniobra de esta cadena que está creando una tendencia en la T.V. actual yanquie digna de ser emulada y clonada por sus competidoras, dado los números del rating. Hoy acá, en Tierra Freak, vas a ser testigo de una autopsia visceral de este show, porque me voy a encargar de no dejar arista afuera y puntuar todo, absolutamente todo lo relacionado con esta serie: vamos a abordar a Brian V. Vaughan, el máximo responsable de poner este nuevo fenómeno de audiencia al aire y del cual pocos medios se han ocupado (pero que a nosotros nos es imposible ignorar ya que viene del palo del comic), hablaremos de la serie en sí, y por supuesto le daremos lugar a la novela original y a su escritor, Stephen King. Así que como diría Lapegüe, mi querido lector, vaya, prepárese un cafecito y póngase cómodo… porque nos quedamos los dos encerrados dentro del Domo durante un buen, buen rato. Negro con dos de azúcar para mí, graaaaacias.
El pelado Vaughan
Este oriundo de Cleveland, Ohio tiene apenas un año más que yo y ya cambió al menos uno de los medios con los que se ha relacionado profesionalmente, y claramente tiene en vista afectar también el otro… Y yo escribiendo reseñas acá, que triste. Ejem. Cof. Su aterrizaje como guionista de comics se dio de la mano de un número de la casa de las ideas, el Tales From the Age of Apocalypse #2 de Marvel Comics publicado en diciembre de 1996, pero esto es, hoy, apenas un dato anecdótico: todo el que reconoce el apellido de Vaughan en ese medio lo tiene de obras como sus Runaways también para Marvel, Ex Machina para Wildstorm, Pride of Baghdad para Vertigo o la actual Saga para la editorial Image. Y por supuesto, su obra magnánima, la que lo puso en boca de todos, la que lo separó del resto y la que proyecta en su carrera como guionista de comics la sombra mas grande, el Watchmen de Moore, el Preacher de Ennis o el Sandman de Gaiman: Y The Last Man, la increíble travesía que emprende Yorick, acompañado por su monito Ampersand y la Agente 355, cruzando medio país para poder, entre otras cosas, reunirse con su novia, en un mundo invadido por una plaga que acabó con la existencia de todo hombre y mamífero portador del cromosoma Y… exceptuando su persona y la de Ampersand, claro esta.
Dicho esto, Damon Lindelof, uno de los creadores de la serie más popular de T.V. de nuestro siglo, Lost, siendo un fan declarado de Y: The Last Man, se puso en contacto con Vaughan para incorporarlo como guionista de su hijo pródigo, y luego de algunas reuniones entre ambos el pelado terminó siendo escritor, editor ejecutivo de la historia y productor asociado de las temporadas 3 a 5 de dicha serie. ¡A tomar por culo, Tío!
Es así como en noviembre del 2011, como si estuviéramos asistiendo a la biografía de El Elegido, un tal Steven Spielberg lo llama a Vaughan para adaptar la novela de 2009 de Stephen King, Under the Dome, a una serie de T.V. para la cadena Showtime, una subsidiaria de CBS, la cual estaría producida en conjunto por Amblin Television, CBS Television Studios y DreamWorks Television. ¿A que no saben que respondió el pelado?
El Puto Amo
Stephen King es un escritor oriundo de Portland, Maine que nació en 1947 y lleva publicados…
WAIT!!! STOP RIGHT HERE!!!
Antes de hacerte una bio de Stephen King, querido lector, prefiero mandarte de regreso al tuper en el que vivís, una vez más, y que me putées un poco. King no es una moda pasajera como las insípidas Ann Rice, J. K. Rowling, Stephenie Meyer o el dos cuartos de cogote de Dan Brown, no… El kía escribe, publica y tiene éxito desde antes de que la mayoría de nosotros naciéramos (Carrie, su 1er novela publicada, data de 1974), y teniendo en cuenta que es prácticamente inmortal (ni siquiera murió cuando un loquito se lo llevó puesto de lleno con una camioneta, a mediados de 1999) es probable que lo siga haciendo aún cuando nosotros hayamos partido de este mundo. Defenestrado en ocasiones por sus críticos a causa de su prolífico trabajo y la extensión de algunas de sus novelas, ha parido, no obstante, algunas historias inolvidables y brillantes que el cine se ha encargado de recoger con éxito desigual. Es el escritor del Siglo XX que más novelas y cuentos tiene adaptados al cine o la televisión, dejando muy atrás a tipos como Ian Fleming, John Grisham, Philip K. Dick o Robert E. Howard, por ejemplo. No conforme con eso, algunas de esas películas tuvieron sentados en la silla del director nombres del tenor de Brian De Palma, Stanley Kubrick, George A. Romero, David Cronenberg, John Carpenter, Bryan Singer, y, cómo no, Frank Darabont, que al parecer si al flaco no le das un guión basado en una novela de King, no mueve el culo de su casa. Ah, no, cierto: si hay Zombies
si lo mueve xD.
Y en referencia a este último, él y King tienen juntos un record muy moderno y particular: el film The Shawshank Redemption (1994), protagonizado por Tim Robbins y Morgan Freeman, basado en la novela corta casi homónima de King, Rita Hayworth and Shawshank Redemption, publicada dentro de la colección Different Seasons de 1982, fue escalando posiciones en el TOP 250 de las mejores películas de la base de datos IMDB hasta superar a The Godfather (1972) en el 2008, y salvo honrosas excepciones momentáneas con ciertos estrenos no se ha movido de ese lugar al día de hoy.
Y en referencia a este último, él y King tienen juntos un record muy moderno y particular: el film The Shawshank Redemption (1994), protagonizado por Tim Robbins y Morgan Freeman, basado en la novela corta casi homónima de King, Rita Hayworth and Shawshank Redemption, publicada dentro de la colección Different Seasons de 1982, fue escalando posiciones en el TOP 250 de las mejores películas de la base de datos IMDB hasta superar a The Godfather (1972) en el 2008, y salvo honrosas excepciones momentáneas con ciertos estrenos no se ha movido de ese lugar al día de hoy.
Pero esto es solo un pantallazo rápido al fenómeno multi-mediático que significa este autor, luego está su obra, su extensa, multipremiada y vasta obra, digna de un admirador de Edgar Allan Poe, la cual ha reflejado de la forma más turbia posible el lado oscuro de la sociedad norteamericana. ¿Y cómo ha logrado el Rey llegar a convertirse en el escritor de terror y suspenso más importante de nuestro tiempo? Él mismo te lo explica, en su libro On Writing: A Memoir of the Craft: “…Lee cuatro horas al día y escribe cuatro horas al día. Si no encuentras el tiempo para hacerlo no podrás convertirte en un buen escritor…”.
Si explayarme sobre mi amigo John Constantine me tomó cuatro reseñas, recorrer la vida y las obras de Stephen King (quien también tiene obras firmadas bajo el nombre de Richard Bachman) me tomaría no menos del triple, una encomienda que haría con gusto pero que terminaría por aburrir –y porqué no deprimir- al grueso de los lectores de este sitio. La vida de este fanático de AC/DC no está carente de sobresaltos, y va desde la lucha contra sus adicciones (más que nada el alcohol, pero también cocaína, xanax, valium o nyquil) hasta la colaboración con otros autores para llevar adelante nuevos proyectos, como por ejemplo las novelas The Talisman y Black House escritas con Peter Straub o la novela no-ficticia Faithful escrita con Stewart O'Nan. Y como buen fan que es, se da todos los gustos que puede, como pedirles a los Ramones que compusieran un tema exclusivamente para el film Pet Sematary o tener un cameo en una de sus series de T.V. favoritas: Sons of Anarchy.
Bajo el Domo… hay plata asegurada
Un tranquilo día de otoño la ciudad de Chester’s Mill queda inexplicable y repentinamente aislada del resto del mundo por un campo de fuerza invisible. Los aviones se estrellan y caen del cielo consumiéndose entre llamas, la gente corre sin rumbo por el pueblo vecino al verse separada de sus familias y los coches estallan al impactar contra el muro invisible. Nadie consigue comprender cuál es la naturaleza de la barrera, ni su procedencia, ni cómo ha llegado hasta allí, ni si algún día desaparecerá. Dale Barbara, un desilusionado veterano de la guerra del Golfo reconvertido en un mediocre cocinero; Julia Shumway, la directora del periódico local; y un grupo de skateboarders adolescentes lucharán para descubrir el misterio de la cúpula. Sin embargo, en el otro bando se encuentran el gran Jim Rennie, alcalde de Chester’s Mill, un hombre corrupto y sin escrúpulos dispuesto a todo para tomar las riendas del poder, y su hijo, que oculta un terrible secreto en una oscura despensa. Pero su adversario principal es la propia cúpula. Porque el tiempo no es infinito. El tiempo corre e irremediablemente se acaba…
Este texto sirve de presentación tanto para la novela de King como para la serie de T.V. que están llevando adelante el Rey y Vaughan, y es que la premisa de ambos productos parten desde el mismo lugar. La novela en papel es un soberbio tomo de más de 1.000 páginas que ha tenido críticas dispares, pero reúne material suficiente como para poder armar al menos dos temporadas de 13 episodios. Por regla general, las obras del Rey tienen algo que siempre funciona, y que sólo por ello, ya las hacen fáciles de leer y seguir: la narración, y aún tratándose de una novela coral en la que se desarrolla la vida de un variopinto abanico de personajes en paralelo, emprendemos el viaje de ser testigos del absurdo que significa la aparición de un Domo invisible e impenetrable con goce y alegría, porque el relato nos hechiza y no nos permite despegarnos del mismo un segundo. Ese efecto inicial también se verifica en su versión televisiva, y se intensifica en el 2do episodio de la serie, cuando comenzamos a vivir casi en carne propia los efectos del sofocamiento que dicho evento produce en esta pequeña población. El proyecto televisivo tiene atractivo para ambos espectadores, el que desconoce la obra original y el que se la devoró con entusiasmo, dado que los realizadores del show prometieron que el camino recorrido, y sobre todo el final, sería completamente distintos a la obra original.
Yendo al apartado técnico y a los detalles de la emisión del piloto, como comentaba al inicio de la reseña, Under The Dome fue estrenada por el canal CBS y está protagonizada por Mike Vogel, Rachelle Lefevre y Dean Norris (a quien ya tenemos de la serie Breaking Bad), y el piloto fue dirigido por el danés Niels Arden Oplev, director de la versión original de The Girl With The Dragon Tattoo - Män som hatar kvinnor- (2009), y se convirtió en el estreno veraniego más seguido en E.E.U.U. desde The Singing Bee, en 2007, con 13,1 millones de espectadores. El show está producido por Steven Spielberg, y cada capítulo cuesta entre 3,5 y 4 millones de dólares, y CBS inició su campaña publicitaria nada menos que en el intermedio de la última Super Bowl.
Pero como si todo esto no fuera respaldo suficiente, Under The Dome representa la apertura a un nuevo tipo de negocio: Les Moonves, presidente de CBS, explicaba al diario Los Angeles Times la lógica detrás del proyecto, señalando que “estábamos buscando el modo de programar más contenido original porque las cosas estaban volviéndose un poco tranquilas durante el verano, y teníamos que buscar nuevos modelos para hacer eso”. La solución fue vender los derechos digitales de la serie a Amazon, que ofrece en streaming a los suscriptores de su servicio Prime Instant Video los episodios de la serie, pocos días después de su estreno en CBS, y combinar esto con el mercado internacional. Moonves aseguraba al mismo diario que “no habríamos podido hacer Under The dome a no ser que supiéramos que la teníamos 100% respaldada por el acuerdo con Amazon, y combinando Amazon con la sindicación internacional, Under The Dome da beneficios inmediatamente”. Esta misma temporada ya hemos visto otro caso en el que el mercado de fuera de Estados Unidos ha resultado clave para su salvación, Hannibal en NBC, para la que estar co-producida y haber sido vendida a bastantes canales internacionalmente pesó más que sus bajas audiencias a la hora de que le concedieran la segunda temporada.
Pero como si todo esto no fuera respaldo suficiente, Under The Dome representa la apertura a un nuevo tipo de negocio: Les Moonves, presidente de CBS, explicaba al diario Los Angeles Times la lógica detrás del proyecto, señalando que “estábamos buscando el modo de programar más contenido original porque las cosas estaban volviéndose un poco tranquilas durante el verano, y teníamos que buscar nuevos modelos para hacer eso”. La solución fue vender los derechos digitales de la serie a Amazon, que ofrece en streaming a los suscriptores de su servicio Prime Instant Video los episodios de la serie, pocos días después de su estreno en CBS, y combinar esto con el mercado internacional. Moonves aseguraba al mismo diario que “no habríamos podido hacer Under The dome a no ser que supiéramos que la teníamos 100% respaldada por el acuerdo con Amazon, y combinando Amazon con la sindicación internacional, Under The Dome da beneficios inmediatamente”. Esta misma temporada ya hemos visto otro caso en el que el mercado de fuera de Estados Unidos ha resultado clave para su salvación, Hannibal en NBC, para la que estar co-producida y haber sido vendida a bastantes canales internacionalmente pesó más que sus bajas audiencias a la hora de que le concedieran la segunda temporada.
Under The Dome, que retuvo a buena parte de su audiencia en su segundo capítulo, va a ser un ejemplo que otras networks vigilen muy de cerca para decidir sus nuevas estrategias de programación estivales. FOX, de hecho, ya ha optado por este tipo de eventos para el año que viene con Wayward Pines, la miniserie de M. Night Shyamalan, pero el quid de la cuestión está en otra de las declaraciones de Les Moonves al Los Angeles Times, asegurando que “quizás veamos más programación original durante todo el año, pero sólo si está apoyada por la posibilidad de monetizarla en otra parte. Puede haber costes de programación más altos pero, además, habrá significamente más ingresos y más beneficios”.
Y es así como el pelado, el Rey y el Amazonas se unieron para dar vida a un nuevo tipo de negocio que promete ser un pulmotor adicional para que a corto plazo nos sigamos deleitándonos con productos de este tipo en la pantalla chica, y yo siga teniendo excusas para seguir reseñando series, aquí, en Tierra Freak.