viernes, 26 de julio de 2013
The Wolverine - Crítica inmortal.
Logan, recluído en una montaña, en soledad, agobiado entre recuerdos y enojado con el mundo, es encontrado por Yukio para despedir a un viejo conocido que está por morir. Parten para Japón, donde comenzarán los conflictos que todos esperamos.
Esta película intenta hacernos olvidar del mal trago que fue X-Men Origins: Wolverine (2009) y continúa de la mediocre X-Men: The Last Stand (2006). Vemos hechos puntuales que hacen referencia a la tercera entrega de la saga mutante.
La dirección está a cargo James Mangold, quien dirigió muy buenos films como: Identity (2003), Walk the Line (2005) y 3:10 to Yuma (2007). Encaran el guión Mark Bomback, culpable de la remake de Total Recall (2012) (aunque también escribió Unstoppable [2010] y Live Free or Die Hard [2007]) y Scott Frank, quien estuvo detrás de Minority Report (2002) y The Lookout (2007).
Volvemos a ver a Hugh Jackman haciendo de Logan/Wolverine, como siempre, el ES Wolverine y el personaje le calza justo desde su primera X-Men. Las otras actuaciones, que se pueden mencionar, son: Rila Fukishima, haciendo de Yukio, quien teniendo solo un cortometraje en su curriculum hace un buen trabajo, sobre todo en coreografías de peleas (salvando las escenas de dobles, claro) y Tao Okamoto haciendo de Mariko, quien también debuta cinematográficamente en este film, y si bien no se destaca en su papel de "princesita secuestrada del castillo", está bien.
No es la película definitiva del personaje, no es una obra de arte en adaptaciones comiqueras, ni es "el gran film que se merecía"... pero cumple con creces y nos da un respiro que nos hace olvidar por un momento lo que fué su primer entrega en solitario. No me malinterpreten, no solo rinde y ya. Tiene muy buen ambiente y clima, tanto los primeros minutos en la montaña como todo el resto en Japón, hay un equilibrio entre escenas de acción y flashbacks más pasivos, por más que prevalezcan los primeros, se implementa una jerarquía certera.
Lo choto: Al público casual que espera ver dos horas de pura acción, se le pueden hacer algo largas las escenas dramáticas y poco consistentes.
Lo abrazable: Las escenas de acción, sobretodo la del tren, y la escena post créditos.
Es una película modesta y eso no resta, suma, le da una bocanada de aires fresco al personaje.