martes, 29 de abril de 2014

Noragami: El Dios Gasolero - El Mangazo de Manipuladora.



Últimamente peco de haber caído en una moda y es que me empezaron a gustar todas las series o mangas relacionados con espíritus, conexión con el más allá y los templos Shinto.
O sea, siempre tuve algún interés. No es que no me llamaban del todo pero no era un factor determinante si yo quería ver alguna serie o leer un manga nuevo. 
El mejor ejemplo que encuentro es xxxHolic, un manga que,  a pesar de yo ser fan de las CLAMP (aunque las odie con el alma), jamás me fanatizó lo suficiente. Y claramente no me refiero al tipo de serie que se puede encontrar en Shaman King, que más que de historias cotidianas sobre espíritus es sobre peleas y quien la tiene más grande cada 500 años.
Pero con el tiempo y la vejez, me fui enganchando con este tipo de series de a poco y ahora me quiero ver todo.  Incluso cuando soy de esas personas cagonas que no te ven una película de terror ni de casualidad. Sí, that’s me.
En la temporada de anime anterior, la de invierno (nuestro verano), yo estuve en medio de mi retiro budista y no escribí nada sobre lo que se había estrenado esa temporada.  Y la verdad, no nos perdimos demasiado salvo pequeñas (muy pequeñas) excepciones. Una de las series que si puedo destacar entre tanto fanservice y desperdicio de animación fue Noragami, el manga sobre un Dios que no lo parece.


La historia comienza con Iki Hiyori, una pibita de secundaria fanatizada con un famoso  tipo de la lucha libre llamado “¡¡¡Touno-samaa!!!”, que al querer salvar a un pibe raro que está vestido con ropa de gimnasia de que lo atropellen, termina siendo ella la que se ve víctima del accidente. Afortunadamente y por milagro, Hiyori está bien y sigue su vida normal pero ninguna de sus amigas, presentes en el momento del accidente, parecen recordar al chico que ella salvó. Este hombre misterioso resulta ser Yatogami, un Dios poco conocido que busca crecer en el “oficio” ofreciendo sus servicios.

Hiyori se ve relacionada con él cuando descubre que a raíz del accidente, parte de su alma le quedó colgando entre este mundo y el otro haciendo que pierda su cuerpo dormido en cualquier lado mientras pasea con su alma sin darse cuenta. Obviamente Yato, no tiene idea de cómo solucionar eso por el momento y se hace el gil, mientras Hiyori le pide (ya que es un Dios) que la ayude.
Poco confiable es este chico que anda con ropa de gimnasia que encima ni siquiera tiene ni un familiar (espíritu acompañante) que lo siga, ya que apesta tanto como Dios que el anterior que tenía lo abandonó y se fue con otro Dios que si tiene templo propio, no como Yato.
Ahí es cuando entra en escena Yukine, un alma perdida de un  adolescente que será adoptado por Yato bajo el nombre de “Sekki” y lo ayudará, transformándose en una espada, a luchar contra espíritus corrompidos. Este nene que es un cute, tendrá problemas al conectarse con Yato, no sólo porque es un Dios pobre y medio inútil que lo hace dormir en la calle, sino porque al morir joven, eso lo atormenta.
Otros Dioses irán apareciendo en la historia, como una que trae la miseria a todo aquel que rodea y otra Diosa más que odia a Yato por razones que se vinculan con su pasado. Porque Yato tiene pinta de salame pero tiempo atrás hizo desastres dignos del Hitokiri Battosai. Oroo?

A simple vista, Noragami parece una típica historia de comedia  donde vemos situaciones cotidianas de espíritus pero con el correr de los capítulos te das cuentas de que se arma grosso y que las complicaciones del pasado de Yato, ponen en peligro la relación de amistad que formó con Hiyori y Yukine. Una relación que hasta tiene un trasfondo amoroso con la señorita protagonista y que puede terminar mal con la intromisión de Nora, un antiguo familiar de Yato que está corrompido por haber servido a más de un Dios (cosa prohibida en el mundo espiritual). No está bueno la prostitución en el más allá, no hagan macanas.

El manga de Noragami se serializa en la Gekkan Shonen Magazine (revista de Beck y Capeta) de Kodansha desde el 2010 y sus autores son dos mujercitas que responden al nombre de “Adachi Toka”, ellas son reconocidas desde hace bastante por su laburo en Alive: The final evolution, un manga en el cual colaboraron con el dibujo para Kawashima Tadashi. Había rumores de una adaptación al anime de ese manga, pero el pelado estiró la pata en el 2010, por lo tanto nos quedamos con Yato y sus moneditas en su lugar de momento, ya que ese proyecto quedó suspendido.
Noragami lleva diez volúmenes recopilados y la trama se profundiza más y más en el pasado del protagonista. Es una de esas historias que vale la pena TOTALMENTE leer y mirar, imposible que te recomiende una versión más que otra. Aun cuando la versión animada se haya cortado (esperemos) de momento. Los capítulos extras del manga que salieron en la Gekkan Shonen Magazine Plus (ediciones especiales de la misma revista) fueron recopilados en un tomo con el título de Noragami Shuuishuu.

El anime fue producido por Bones (Fullmetal Alchemist: Bortherhood, Darker tan black) y se emitió entre el 5 de enero hasta el 23 de marzo pasado, cerrando un total de 12 episodios. Si bien, hay algunas diferencias con el manga, como personajes de relleno, historias presentadas en diferente orden y escenas que no adaptaron como el primer capítulo de Yato antes de conocer a Hiyori, el anime terminó siendo una adaptación genial. Y es que, una vez más, los ponjas demuestran que no necesariamente tenés que calcar algo para dejar conforme a la gente. Quizás algunos de Warner y ciertos marvelitas deberían aprender de eso. Ejem…
En fin, también salió un OVA con el tomo diez del manga que es un capítulo independiente, ajeno a la trama de lo que se estaba emitiendo en el anime y relata unos hechos que suceden después de los eventos finales de la serie. El segundo OVA tiene fecha de salida para Julio, que es cuando estaría en las calles el tomo 11 de esta historia. Un quilombo, porque re da que saquen una segunda temporada pero si hacen esto, nos cagan el orden. Aunque no es tan complicado como suena… espero.
Igualmente, no todo es negro. El opening de la serie es una cosa ma-ra-villoooossaa (como diría cierta vieja de cierto programa) y además de tener unos colores flasheros preciosos, la canción que lo adorna, “Goya no Machiawase” es interpretada por Hello Sleepwalkers. El ending “Heart Realice” de Tia también está lindo pero no se te pega tanto. Posta, escuchá el opening. Es una bomba, chabón. No te lo vas a saltear nunca y el PV de la banda no se queda atrás.




Las voces tampoco nos fallaron y a Yato le da vida el genial Kamiya Hiroshi (Arararararagi en la cosa esa de los Monogataris), que nunca me canso de nombrar porque me veo todas sus series y me compro todos sus discos (o algo parecido). Hiyori no te puede caer pesada porque además de que no lo es, la hace Maya Uchida (Hajime-chan en Gatchaman Crowds) que no quiere romperte el tímpano cuando grita a diferencias de muchas minitas orientales. Un amor. En cuanto a Yukine, lo hace el odiado Kaiji Yuki y bien… sorpresivamente. Le quedan bien los pendejitos emos medio pesados.

Me llama la atención que con lo genio que es Yato y la historia de este anime, no haya tenido la repercusión que se merece pero, una vez más, la temporada de invierno japonés suele pasar desapercibida. Esperemos que en Japón no pase lo mismo, y esta serie con tan buen futuro, coseche la fama merecida.
Andá y chusmeala, sino me enojo.
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