Cualquier obra artística tiene que ser analizada en el contexto en el que fue creada. No podemos entender a Kandinski sin entender en la época en que vivió, así como no podemos entender el neorrealismo italiano de De Sica si no sabemos dónde y cuándo se desarrollaron sus películas.
De la misma manera se debe analizar, por ejemplo, a Superman, creación de dos inmigrantes judíos en una tierra llena de oportunidades, pero totalmente diferente a donde nacieron.
Es así que para poder contarles la historia de Número 6 y de su creador, antes voy a tener que ponerlos un poco en contexto.