Si hasta hace unos años alguien te decía que una pelea de dos fuerzas superpoderosas representantes del bien y del mal se encontraban para enfrentarse, uno claramente espera una tremenda pelea que podría durar capítulos y capítulos al mejor estilo Dragon Ball o Saint Seiya. Bueno, ese no es el caso de One Punch-man. Acá se resuelve, como su nombre lo dice, en un sólo golpe.