En otra vida fui jugador de MAGIC, con todo lo que eso implica. Entré al juego por un negocio y cuando me quise dar cuenta era un yonki más de las 6 millones de personas que juegan este card game en el mundo. Largué el vicio hace una década, y la semana pasada volví a caer, pero esta vez en un ambiente más controlado. Cuando retornaba a mi morada esa noche, decidí que la columna de esta semana tenía que dedicársela al juego que me robó casi 3 años de mi vida. Revisé la ficha de wiki y, para mí sorpresa, me di cuenta que era muy completa, con muchos datos técnicos. Entonces, ¿Qué podía aportar yo que no se leyera ahí? Bueno, podía escribir una columna estrictamente desde mi perspectiva, desde el lugar de un ex-adicto al que le costó mucho desprenderse de algo que puede ser tan divertido como nocivo, podía explayarme sobre mis impresiones de un precioso juego que es víctima de un mercado brutal y de una empresa que lo explota hasta sacarle la última gota. Veremos si me sale. Bienvenidos a la reseña que todos los comiqueros odiarán incluso antes de leerla.