Es muy probable que la “moda” o “tendencia” de recuperar viejas glorias de cierto tipo de cine pasatista de los ’80 pero esta vez en forma de secuela televisiva tenga sus días contados… casi tan probable como que el género superheróico en el cine tenga una fecha de defunción cercana, a juzgar por la taquilla del último estreno de este sub-género, ¿no? Pero mientras eso no suceda, es más que evidente que vamos a seguir disfrutando de algunos productos que nos tocan la fibra nostálgica, algo que seguirá sucediendo mientras exista gente muy cercana a mi generación que de vez en cuando encuentre la forma de poder recuperar el espíritu de esa saga fílmica original con un par de nuevas ideas, adecuando el relato a los tiempos que corren sin traicionar la obra original, tal y como sucedió hace poco más de 3 años con Ashvs Evil Dead, serie que acaba de culminar hace apenas unos días.
Esta vez le tocó el turno a la saga de Karate Kid, clásica comedia dramática de artes marciales de los ’80 protagonizada por Ralph Macchio en el papel del protagonista Daniel LaRusso y Pat Morita como el Sensei japonés Mr. Miyagi, la cual ya había tenido una “remake” fílmica en el 2010 protagonizada por Jackie Chan, quien daba vida al Sensei Mr. Han, y Jaden Smith (el hijo de Will Smith) tomaba su lugar como el alumno que culpa del bullying acude al amigable vecino para aprender Kung-Fu. Ah, sí, se llama Karate Kid pero hacen Kung-Fu. Bueh… cosas que pasan. Sin embargo, y por suerte, esta secuela, que lleva por nombre Cobra Kai, sin faltarle el respeto en absolutamente ningún momento a la saga original, aborda el relato original desde una óptica absolutamente original e inesperada.