A veces una historia se basa en una sola idea. Muchas veces que eso pase hace que esa historia se caiga y no se desarrolle bien y aburra.
Por sólo dar un ejemplo, pensar que la idea principal de “The Walking Dead” es los humanos sobreviviendo a los zombies es no entenderla. Pero, a la vez, el que sólo sea los humanos sobreviviendo a los otros humanos termina cansando.
Muchos podrán decir que quizás cansa porque son muchos capítulos y muchas temporadas, pero la historieta en la que está basada tiene más de 140 números y el aburrimiento no llega.
Es entonces una cuestión de saber desarrollar tramas secundarias, sin olvidar la principal, la clave de que una historia nos tenga en vilo y querramos saber más sobre los temas que nos plantea.
Y si bien la temática de “el fin del mundo” está bastante usada, la comedia dramática “You, Me and The Apocalypse” logra sumergirnos en una serie de relaciones humanas, momentos de realidad fantástica y críticas sociales que van más allá de la simple idea de que un enorme meteorito va a terminar con toda la vida en la Tierra. Algo muy parecido a lo que plantea “Seeking a friend for the end of the World”, película protagonizada por Steve Carrel y Keira Knightley.
Porque, sí, la idea principal es que un meteorito alcanzará la Tierra en 34 días y la humanidad no va a sobrevivir al impacto y terminaremos extinguidos como los dinosaurios… bueno, casi, porque en esos 34 días el “Grupo de Situaciones Especiales” de la Casa Blanca, que cuenta con un solo miembro, hará lo posible para salvarnos o por lo menos convencernos de que hay salvación para que no haya 34 días de pánico y desesperación.
A su vez, el verdadero “Abogado del Diablo”, es decir la cabeza de esa oficina del Vaticano que se encarga de investigar los posibles milagros de quienes serán, o no, nombrados santos por la Santa Sede, investigará muchos casos de supuestos “nuevos Mesías” alrededor del mundo. Porque al estar cerca el fin del mundo, muchos querrán ser adorados y cumplir las profecías de “La Segunda Venida de Cristo” y es el trabajo de este sacerdote, encarnado increíblemente por Rob Lowe, demostrar si son un fraude o no, acompañado por una monja con algunas dudas sobre su fe, interpretada por la bellísima Gaia Scodellaro.
Para completar este relato coral, una bibliotecaria de Nuevo México, interpretada por Jenna Fischer (Pam de “The Office” versión yanki) es enviada a prisión por traición a la patria para cubrir el delito de su adolescente hijo hacker y tiene que convivir con una nazi supremacista blanca actuada de maravillas por Megan Mullally (Karen de “Will and Grace”) en un correccional de mujeres de máxima seguridad.
Por último y en Inglaterra, un aburrido y gris gerente de sucursal de banco que busca a su esposa desaparecida hace 7 años (interpretada por Karla Crome, sí, Jess de “Misfits” es apresado porque creen que es en realidad la cabeza de una organización ciberterrorista que está haciendo estragos en los servidores de las distintas agencias de inteligencia del mundo entero.
Si bien se puede decir que el personaje principal es el de Mathew Baynton, quien hace de este gerente víctima de un caso de identidad equivocada cuya vida se dará vuelta como una media más de una vez, por momentos las subtramas del sacerdote o la bibliotecaria se roban el protagonismo.
Y lo más interesante que tienen los 10 capítulos de esta primera (y quizás única) temporada es que nunca debemos olvidar que, detrás de todos los planteamientos éticos, morales, espirituales y sociales que se suscitan, hay un gran asteroide que terminará con toda la vida en la Tierra. ¡Pero hay 34 días para acostumbrarse a la idea!
¿Cuánto pueden durar la desesperación, los disturbios sociales y el pánico de saber que quizás en un poco más de un mes estaremos todos muertos? ¿Qué pasa con la cotidianeidad de nuestros días cuando sabemos que sólo nos quedará ese tiempo para disfrutar, por ejemplo, de esa perfecta tostada que tanto nos gusta comer? ¿Qué pasa con aquellos que tienen trabajos que detestan y que sólo los tienen para poder pagar la hipoteca de su casa? ¿Habrá alguien a quien le importe todavía estar endeudado con una hipoteca? ¿y el dinero? ¿importará el dinero o se volverá a un sistema de trueques?
Todas estas preguntas se plantean detrás de dos interrogantes mucho más importantes: ¿qué pasa con la fe y las creencias cuando sabemos que el fin está cerca? y principalmente ¿con quién querríamos estar al momento del final de todo?
La serie fue transmitida en primer lugar por el canal británico Sky 1, pero al ser una coproducción inglesa-estadounidense, ya tiene fecha de estreno en la NBC del gran país del norte (y por ende más cercano a nuestras costas) para los últimos días de este mes de enero.
¿Por qué reseñarla ahora entonces a casi un mes de que se estrene en Estados Unidos y, por consiguiente, que se pueda ver en algún canal de Latinoamérica? Simple. Porque es el final de la temporada 2015 (a pesar de que ya estamos en 2016) de #ElGabinete.
Porque todo tiene un final y qué mejor despedida que con una reseña sobre el fin del mundo, que muchas veces, no es lo peor que nos puede pasar.