Entramos en el segundo mes de este 2015, febrero, el que es considerado por muchos “el mes de los Oscars”, y en Tierra Freak, al menos desde mi lado, vamos a hacernos eco de esto, pero a nuestra manera, con nuestro propio sello. La noche del domingo 22 de febrero, dentro de 17 días exactamente, estaremos disfrutando de esa pomposa y épica ceremonia que recibe críticas dispares desde todos lados pero que a prácticamente nadie le resulta indiferente, y sabremos por fin quienes, de los nominados, se alzarán finalmente con las ansiadas estatuillas. Hoy en Tierra Freak vamos a jugar un poco con esto. Este año hay 8 nominaciones para la categoría “mejor película”, y sumándonos a la polémica que siempre generan estos premios, nosotros desde acá vamos a presentar también una terna con 8 películas que fueron completamente ignoradas por la academia pero que desde nuestro lugar nos parece deberían haber formado parte de esta terna, todas o aunque más no sea alguna de ellas. La intención de la columna de hoy no va más allá de sumar: si vas a tomarte el trabajo de ver esos 8 films seleccionados por la academia, bueno… dales una oportunidad también a estos 8 que te estamos reseñando acá, que no tienen nada que envidiarles a los de la academia. El criterio de selección que utilicé para armar esta lista no difiere demasiado del que ejerce la academia, más que nada para que la lista tenga un sustento parecido, pero sí me tomé algunas atribuciones. A saber:
-No he elegido películas que, si bien merecían estar dentro de la nómina, son bien conocidas por todos porque tuvieron una gigantesca promoción y en su momento barrieron con la taquilla. El objetivo de la columna es darle algo de cabida a producciones –grandes o pequeñas- que pasaron por debajo del radar de muchos.
-Eso no quiere decir que la lista va a estar compuesta por, por ejemplo, la opera prima de un clipero de Massachusetts que armó una producción con una campaña de crowdfunding y metió en el casting a actores amateurs que solo habían trabajado en obras de teatro callejero en San Francisco, ¿no? Los films seleccionados tienen algo de “chapa”, ya sea por quien los dirige o por un nutrido casting con actores célebres. Es difícil -por no decir imposible-, encontrar films de bajo presupuesto, que hayan recaudado apenas lo necesario para salvar lo invertido y encima protagonizados por completos ignotos, formando parte de las nominaciones a mejor película en los Oscars.
-Las películas elegidas no pueden ser producciones 100% extranjeras (y con extranjeras me refiero a fuera de U.S.A.), tienen que ser, como mínimo, co-producciones de los yanquies con otro país, y el director o alguno de los protagonistas también tiene que ser oriundo de esta potencia.
-Obviamente las películas en cuestión tienen que haberse estrenado, en U.S.A., en el 2014. Es necesario que aclare esto porque van a aparecer algunos films que la imdb denota como que fueron realizados en el 2013, pero me tomé el trabajo de verificar que el estreno de los mismos, o las 1ras avant premiere de dichas producciones en suelo norteamericano se dieran el año pasado.
Dicho esto, los films que vamos a evitar, ya sea porque fueron nominados a mejor película o porque sus directores también están nominados, son: American Sniper, Birdman, Boyhood, The Imitation Game, The Grand Budapest Hotel, Selma, The Theory of Everything, Whiplash y Foxcatcher. También incluyo a Nightcrawler e Inherent Vice dentro del filtro porque sus guiones están nominados. ¿Con que tengo que salir a la cancha a competirle a la academia, entonces? Con esto:
Fading Gigolo
Locke
Hace rato ya que Tom Hardy ha trascendido de su recordado y correcto Bane para el cierre de la trilogía de Batman de Nolan, y ha crecido en la pantalla grande transformándose en uno de esos actores a los que no hay que perderle el rastro porque no te dejan de sorprender. Hoy por hoy maneja su agenda entre super-producciones como la próxima a estrenarse Mad Max: Fury Road (2015), películas un poco más moderadas en sus costos y promociones como la reciente The Drop (2014), que además ofició como “despedida” del enorme James Gandolfini, y realizaciones super independientes que pasan completamente desapercibidas por el público masivo pero que de todos modos son un caño. Aquí el relato está íntegramente manejado por el propio Hardy y el director, Steven Knight, quien también se hizo cargo del guión, columna vertebral fundamental de esta cinta. Locke es una de esas producciones que me gusta llamar O.M.A.C. movies, en las cuales el actor se tiene que defender, él solito, delante de la cámara, prácticamente sin ningún otro compañero de ruta, cargando con todo el peso emocional de la aventura. Un desafió del cual no todos salen airosos, y que tiene un terrible poder de atracción en mi persona. Amén de mis gustos particulares, Locke es una preciosa experiencia audio-visual para el espectador, con un ritmo frenético y una performance de Hardy que va a dejarlos con la mandíbula por el suelo, sobre todo en los últimos 20 minutos. No quiero adelantarles demasiado de la trama para no arruinarles una vivencia única, pero basta con que sepan que el jefe de obras Ivan Locke (Hardy) recibe una llamada de último momento que lo precipita a realizar un viaje de dos horas desde Birmingham hasta Londres para solucionar un tema personal, justo la noche previa en la cual la empresa para la que trabaja tendrá un gigantesco y millonario vertido de hormigón, el cual tenía que supervisar en persona y ahora deberá delegar, telefónicamente, a su sub-alterno, poniendo en riesgo su trabajo.
Blood Ties
St. Vincent
Maps to the Stars
Big Eyes
Admitámoslo: en la última década le hemos perdido un poco el respeto que le teníamos a Tim Burton. Y un poco se lo ha ganado a eso, porque para muchos… se tiró a chanta. Después de haberse descollado con una magnífica pieza épica repleta de humanismo y aventura como Big Fish (2003), una de esas grandes excepciones de este medio donde de un libro mediocre se termina realizando una adaptación al cine impecable, gigantesca y preciosa que supera por varias cabezas la obra original, lo que le siguieron fueron una seguidilla de golpes de efecto a lo Burton: historias planas, sin alma, o directamente aburridas [como Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (2007)] que llamaron más la atención por su propuesta estética y el dinero que tenían encima que por el contenido. Pero el año pasado el niño Tim parece haber encontrado su rumbo sorprendiéndonos nuevamente con una historia pequeña, sencilla, casi carente de elementos fantásticos (supuestamente basada en hechos reales) pero muy humana, muy terrenal, que nos devuelve ese reflejo que pocos queremos ver de nosotros como sociedad. Y una vez más, como en aquella célebre Big Fish, el eje de la historia son las mentiras, porque este drama está centrado en la vida de la pintora Margaret Keane, quien encuentra el éxito económico pintando característicos personajes diseñados con ojos muy grandes (su sello personal), pero, como el contexto de lo narrado son los retrógrados ’60, su esposo, Walter Keane, le sugiere hacerse con la autoría de sus cuadros, dado que la sociedad nunca iba a darle cabida a una pintora femenina. Por supuesto esto es funcional para acumular fama y fortuna al principio, pero cuando pasan los años se va transformando en una carga enorme en la delgada espalda de Margaret, que siempre intentó manejarse con la verdad, y en el camino encontrará su punto de ebullición, poniendo quizás en jaque su matrimonio y su familia. La pareja protagonista está conformada por la bellísima Amy Adams y el doble ganador del oscar y genio máximo de la vida Christoph Waltz, quienes a su vez están acompañados por la ultra-sexy Krysten Ritter (la novia de Jesse en Breaking Bad … LA novia de Jesse… LA) y otro abonado a las películas de Wes Anderson, Jason Schwartzman. Burton prendido fuego y un casting idóneo, si a esto le sumamos la música de otro maestro, Danny Elfman, como diría un amigo mío: ¡No puede fallar!
Y no falla.
Predestination
Fury
Si, amiguito: vos creías que iba a ofrecerte 8 reseñas completas de ocho películas, yo creía que había un mantecol completo en mi heladera, y no… solo quedaba un cuarto. La vida es una mierda, y luego te morís, sabias palabras de Spider Jerusalem, robadas de por ahí. Lo justo es justo: si cuando escribí la reseña de Fury te mencioné que era un despropósito que esta producción hubiera sido ignorada por la academia, porque me parecía era uno de los mejores films del 2014, el sentido común indica que tiene que formar parte de este listado. ¿Y de que va Fury? Click al link, camarada, y se te abrirán un mundo de argumentaciones. Todos felices, salvo yo, que tengo ese cuarto de mantecol en la muela.
Nos leemos la semana que viene, aquí, en Tierra Freak