martes, 6 de enero de 2015

Pasá que Netflix se hizo amigo - El Mangazo de Manipuladora.



El 2014 terminó y con él se llevó unas cuantas cosas.
Una fue el manga de Naruto, que finalmente luego de 15 años concluyó con un final predecible, otra fue el anime de Hunter x Hunter, que terminó siendo la mejor adaptación animada de un shounen de los últimos tiempos, y, entre las peores cosas, está que estuvo ausente el Mangazo de Manipuladora.
Pasando rápido estos malos tragos que nos acongojaron a todos, comienzo el 2015 comentando una de las mejores cosas que pasaron en el 2014 que fue la incorporación a Netflix de anime actuales, dejando de lado esas series viejas que tenían en su catálogo desde hace mil años y que realmente nadie quería ver.


Yo no puedo decir nada que no se sepa ya de este servicio de streaming para Smart TV, tablets, celulares y computadoras. Su creciente popularidad es muy clara para cualquiera que se considere cinéfilo o maestro en el arte de la procrastinación.

Si durante el 2013 por estas fechas alguien me preguntaba si el anime alguna vez iba a volver a ser emitido en Argentina, es probable que dijera que no. Si, además, me insistían preguntando si pensaba que con la extensión de Crunchyroll a Latinoamérica era posible ver anime acá y encima subtitulado, también iba a decir que dejen de fumar lo que fuera que estén fumando.
Hoy en día, ya no puedo decir esto porque si bien el anime en la televisión no cambió demasiado salvo algunos “estrenos” que fueron como Shaman King y Prince of Tennis en el segmento feo con esos Muppets del conurbano que tiene ZTV, no hay novedades interesantes. Lejos quedaron las incorporaciones nuevas en TV como Yu gi oh! GX, Heroman o Basquash! y se siguieron reciclando viejas series que ya fueron emitidas años atrás como Dragon Ball Z, Sailor Moon e Inu Yasha hasta limpiarlas completamente.
Pero, con el crecimiento de los servicios pagos por web para ver series y película en tu tele grande que todavía estás pagando después de las promociones chotas del Mundial, el panorama estaría cambiando gradualmente.
En abril del 2013, se empezaron a dar los primeros pasos cuando Crunchyroll, el servicio para ver streaming de anime legalmente con pocas horas (a veces días) de diferencia con Japón, extendió su servicio hacía muchos otros países que no son Estados Unidos. Esto incluiría, junto al agregado de que empezaron a publicar manga online también, subtítulos en español para los residentes en Latinoamérica.

Mucha gente pegó el grito en el cielo porque esto debería significar el fin de los subtítulos ilegales pero otros movieron las caderas felices porque el servicio que desde el 2008 ofrece subtítulos en inglés de variadas series de anime explorando diferentes géneros en su catálogo. Obvio, no es que esto tampoco fuera a detener a los fansubs que trabajan en las sombras y mucha gente lo prefiere así por considerar que no hay demasiada diferencia ya que muchos de los traductores de la web, son los mismos que laburaban en fansubs amateurs y los errores de traducción son similares. Y pagar para tener lo mismo que conseguís gratis (ilegalmente), no tiene sentido supongo.

Aun así, el crecimiento que pegó Crunchyroll en los últimos años abrió el terreno para que Netflix surgiera en la cancha y trajera anime actual para el televidente que se muestra reacio a pagar mensualmente por un streaming que se dedica únicamente al anime.
Desde que este servicio abrió sus puertas, las pocas series de animación japonesa que tenían  eran de la tanda de anime chotos que pasaron en animax como Mars: The terminator, Babel III (¿Lo qué?) y Beast Master, series que probablemente tengas que googlear porque dudo que existan fanáticos de eso, junto a Supercampeones  (lo que sería Captain Tsubasa 2002) y la primera tanda de capítulos de Naruto, entre otras que también ya se emitieron en TV y que en Netflix conservan sus doblaje en español tal cual sin la opción de subtítulos.
Esto era bastante desalentador dentro del catálogo diverso que tiene Netflix para series americanas pero por suerte, alguien se avivó y empezaron a cambiar esto durante el 2014.

Entre los estrenos interesantes que destacan del nuevo catálogo también hay estrenos anteriores de
TV (pero más interesantes que la tanda chota de Animax) como la primera temporada de Bleach, los primeros 24 capítulos de Gintama y la serie completa de Death Note.
Aunque esto también es una parte molesta de la manera de emitir que tiene Netflix, que es esa tendencia de poner tandas de capítulos en sus series de anime largas que no tienen en sí, temporadas que las separen. Esto quizás puede funcionar para series norteamericanas donde los finales de temporada son más pronunciados pero para el anime, queda bastante desubicado que una serie de 200 capítulos como Gintama, sea cortada en su capítulo 24. Media pila.
Esto mismo pasa con el mejor estreno que tuvo Netflix el año pasado que fue la remake Hunter X Hunter (obvio) y que se pueden apreciar sólo 100 de los 148 capítulos totales. Un bajón porque te la cortan en la parte más PU-LEN-TA. Además de que es una mala movida, porque puede desalentar a sus clientes y moverlos a lugares más oscuros de la emisión ilegal como Youtube o todas esas páginas porta virus que terminan con FLV.
Algunas de sus novedades que si se pueden ver completas fueron los éxitos (éxito inentendible, por cierto) del 2012 como lo fue Sword Art Online y (este si se entiende) las dos temporadas que componen Magi: The labyrinth of Magic, uno de los shounen más populares de los últimos tiempos.
Luego de un par de series que se van haciendo viejas ya, se movieron en terrenos más actuales con el estreno de la primavera japonesa del 2014, The irregular at Magi High School y algunos estrenos de finales de 2013 como Aperggio of Blue Steel: Ars Nova, Samurai Flamenco y Kill la Kill.
Para los amantes de geniales clásicas, de momento sólo queda para ellos en el catálogo de Netflix: Tengen Toppa Gurren Lagann, el último gran éxito de Gainax antes de morir y repetirse.

Finalmente, hay que adentrarse entre las grandes novedades que tuvo el servicio de streaming y que puede entrar en la categoría de “series que recomendás”. Sin duda lo que encabeza la lista es Mahou Shoujo Madoka Magica y su otro gran acierto, las dos temporadas de Fate/Zero, la precuela de Fate/Stay Night.
Para los amantes de Pokémon, podés sentarte a ver lo que sería la generación de Black and White y sus respectivas películas.
Muchas de las series mencionadas podemos considerarlas reciclados de Crunchyroll, ya que se pueden encontrar en su catálogo desde la su fecha de estreno pero también es una decisión acertada de Netflix en tratar de acercarlas a quienes, como mencioné antes, no se animan o no les interesa pagar un servicio completamente centrado en anime. Pero lo que sin duda los hace dignos del centro de atención es la inclusión exclusiva de Knights of Sidonia, adaptación animada de la manga de Tsutomu Nihei (también autor de Blame!), y la emisión exclusiva de la película en CGI de Captain Harlock, que se estrenó en cines japoneses durante septiembre del 2013.
Sin duda, con el crecimiento del streaming pago las opciones se fueron abriendo y es interesante como, aunque a pasos pequeños, servicios como Netflix amplian sus gustos y acerca otras opciones al consumidor.
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