No podíamos cerrar enero en Tierra Freak sin agitarla y pudrirla, y sobre todo sin dejar de abrir un debate que esté en sintonía con algunos anuncios y próximos estrenos. Además, tanto a mí como al administrador del sitio, nuestro benemérito amo SaKi, nos encantan este tipo de artículos. Los disfrutamos mucho cuando los leemos en otros sitios amigos, pero sobre todo los gozamos como locos cuando los generamos desde aquí.
Con el estreno de Arrow hace un par de años, y la seguidilla de series superheróicas que le siguieron, ya sean Gotham, The Flash o Constantine por parte de Warner/D.C., o Agents of S.H.I.E.L.D. y la reciente Agent Carter por parte de Marvel Studios, e incluso con producciones por afuera de estas dos grandes empresas, pero que pertenecen íntegramente al género, como la serie de culto Misfits, sumado a los anuncios de las que están por venir (Supergirl, Static Shock, Powers, Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist y Defenders), se hace evidente que la explosión del género en la pantalla gigante se ha trasladado de manera ecuánime a la caja ya no tan boba, para excitación de muchos y pesar de otros. Es innegable, también, que aquellos que somos entendidos de la materia (lease, freaks lectores de comics superheróicos desde que tenemos memoria) estamos no solo disfrutando de este momento increíble en el cual esos personajes que amamos de pibes –y que algunos seguimos adorando aún siendo adultos- sino también rogando que esto no sea una piñata, un globo que en cualquier momento se pincha y desaparece, y todo termina siendo un patético romance de verano. A la pasión que profesamos por estas franquicias se le suma la emoción que nos embarga cada vez que las vemos en su formato live-action, e incluso un puñado de Nerds puede disfrutar de estas nuevas y frescas versiones televisivas con sus hijos, cerrando así un primer acercamiento de sus retoños a estos personajes, para facilitar la posterior –e inevitable- aproximación al formato original que les dio vida: el papel.
La objetividad, entonces, a la hora de analizar no solo el fenómeno televisivo en sí sino la calidad de cada producción por separado, se pone en jaque, porque el corazón le gana al raciocinio casi siempre. Pero muy por lo bajo, un sector de desacatados enuncia en tonos muy agudos algo que todos, con resquemor, muy en su interior perciben: ninguna de estas series de t.v. superheróicas logra conformar en un 100% a sus seguidores. Hoy en Tierra Freak vamos a intentar entender el porqué.