La semana pasada Marvel Studios, el departamento de Marvel Comics encargado de llevar adelante la mayoría de las producciones live-action que explotan las franquicias de esta editorial en cine y televisión, realizó una de las más espectaculares presentaciones que un fan podría esperar, promocionando la Fase 3 de aquel proyecto iniciado a mediados de la década pasada que nos está narrando una saga que atraviesa tangencialmente a casi todo el universo Marvel. La palabra clave aquí es “casi”, dado que Marvel Studios no cuenta con la posibilidad de poder incluir dentro de este magnánimo proyecto a la totalidad de los personajes que explota mensualmente en papel, debido a algunos contratos que cerró con Fox y Sony durante la década del ’90. El objetivo de Marvel, que fue absorbida por el multimedio Disney en el 2009, tal y como les narré hace algún tiempo en este sitio es recuperar la totalidad de las licencias para poder explotar todos sus personajes con Marvel Studios, y para lograrlo existe la presunción –para muchos fans y algunos artistas es un hecho- de que se está llevando adelante un boicot dentro de la misma Marvel sobre algunos proyectos –en papel y en cine- relacionados con aquellas franquicias que aún forman parte del abanico de personajes que pueden explotar Fox y Sony.
El leitmotiv
Amén del target del lector de este sitio, me queda claro que muchos podrían entrar al mismo y no conocer los pormenores de este conflicto. Podría hacer la cómoda y derivarlos a un extenso artículo que escribí hace unos meses para RevistaPaco pero también puedo hacer un resumen de lo que es necesario saber acá, en unas pocas líneas.
Promediando la década de los ’90, y tras el éxito de los cartoons de los X-Men y Spider-man, Marvel decide moverse hacia el medio que terminaría por potenciar e instalar definitivamente en el inconsciente colectivo los personajes de esta editorial: el cine. Para hacerlo, modifica uno de sus departamentos, y lo rebautiza como Marvel Studios, y si bien la idea era comenzar a producir de forma directa las películas, termina cerrando unos contratos con otras compañías para dejar en manos de ellos la realización de estas producciones, con algunas cláusulas en los mismos que le aseguraran a la editorial una presencia y permanencia en el medio –el cine- de forma prolongada. Si bien al principio los contratos fueron con varias productoras, y la repartija de personajes a una y otra fue enorme, lo que importa hoy por hoy es lo que se muestra en el cuadro que viene a continuación:
Sony/Columbia entonces tiene la posibilidad –y la obligación- de explotar el universo de Spider-man, y Fox está en las mismas condiciones con los Fantastic Four y los Mutantes. Puse “obligación” porque una de las cláusulas contractuales –la más polémica de todas, y sobre la que se basa este artículo y las presunciones vertidas en él- dicta que cada cierta cantidad de tiempo estas productoras se ven en la obligación de estrenar, sí o sí, un film de estas franquicias, de lo contrario pierden los derechos para poder explotar las mismas, y los personajes entonces retornan al Marvel Cinematic Universe, el universo común que desde hace una década viene construyendo Marvel Studios. Es lo que, en mayor o menor medida, terminó sucediendo con Daredevil, Elektra, Punisher, Dr. Strange, Blade y Hulk, y que eventualmente podría suceder con los Fantastic Four si el año que viene Fox no estrena una película de ellos.
El complot
Aquí es, entonces, donde entramos en el terreno de las sospechas y especulaciones, porque hasta acá todo lo expuesto fueron hechos. De todos modos, las evidencias son contundentes y existe un leitmotiv enorme que se cuenta por millones para validar estas movidas: la plata que genera cada una de las producciones super-heroicas relacionadas con un personaje de Marvel que se estrena en cine. Disney tiene la infraestructura necesaria para poder llevar adelante sin pestañear la totalidad de estas películas, y recibir también una tajada de esa torta, pero no puede probar esa porción de forma íntegra hasta que no recupere las licencias. Disney/Marvel y Fox se han sentado en una mesa de negociaciones más de una vez para tocar este tema en los últimos años, y no pudieron llegar a un acuerdo. La última vez que lo hicieron, Fox retuvo los derechos de los Fantastic Four (y también de los mutantes, por supuesto, pero la 1er familia de Marvel estaba sobre la mesa para ser disputada por Marvel, los muties no) y evidentemente esto puso las relaciones entre ambas empresas en jaque. Ahora Marvel, que no pudo obtener las licencias por las buenas, utilizará su infraestructura para boicotear cada estreno relacionado con las licencias que aún conserva Fox.
Y como ya sucediera otras veces en esta editorial, son los artistas los que nos ponen en alerta sobre esta movida. El caso más popular es el de Rob Liefeld… sí, el también es un artista, no jodan. Si acá la legislatura porteña puede premiar a Nik como “Personalidad Destacada de la Cultura” de la Ciudad de Buenos Aires, entonces allá, Liefeld es un artista, vieja. Pero bueno, volviendo al caso, el Tío Rob, desde su cuenta de Twitter, saca certeras conclusiones sobre el maltrato que la franquicia de los mutantes recibe por parte de Marvel Comics, justo el año en el que Fox estrena un nuevo film inspirado en la misma, X-Men: Days of Future Past (2014), la nueva entrega de Bryan Singer que unifica los universos generados por él y por Matthew Vaughn en la entrega previa a esta producción, X-Men: First Class (2011). El análisis de Liefeld viene por el lado de la ausencia de una línea de muñecos que apoye comercialmente el estreno de dicho film, pero también menciona un vacío en la promoción de la producción dentro de las publicaciones de papel de la misma Marvel, y enaltece entonces la taquilla que el film tuvo, que desde su punto de vista es mucho más valorable que la que tuvieron este mismo año Captain America: The Winter Soldier (2014) y Guardians of the Galaxy (2014), dos estrenos que contaron con todo el aval del aparato comercial de Disney ya que pertenecen, por supuesto, al M.C.U. (siglas de Marvel Cinematic Universe).
El “vacío” a las producciones de Fox se hace más evidente aún cuando otro artista, esta vez uno que tiene una enorme y emotiva relación con los mutantes, expresa también su desencanto ante una bajada de línea editorial dura y estricta. Por supuesto estoy refiriéndome a los dichos de Chris Claremont, quien en un Podcast tuvo que aclarar que un personaje que estaba desarrollando para Marvel no era un mutante… ¿El motivo? Sus palabras:
“…Combat Cow no es un mutante, porque si lo fuera habría una guerra entre una compañía editorial y una compañía de cine... y no queremos eso. Tengo que decir que, honestamente como yo lo entiendo, ahora el "departamento X" tiene prohibido crear personajes nuevos. O sea… ¿de quién son? Todo porque todos los personajes nuevos se convierten en propiedad de Fox en el cine. No hay merchandising de X-Men en el futuro inminente por eso. ¿Por qué promocionar material de Fox?...”
La arremetida en contra de Fox y sus producciones no se limita solo a los mutantes. Un par de semanas antes de este revelador Podcast, la compañía dedicada a realizar posters comerciales Mondo Posters, en un panel armado para una convención, comentó que Marvel Comics había rechazado un diseño de un soberbio poster de Galactus realizado por el artista Kevin Tong, y que de hecho los directivos de la editorial habían refutado cualquier trabajo relacionado con los Fantastic Four, de lleno, sin razón aparente. Los rumores sobre cancelaciones de series se venían escuchando desde principio de año, y los mismos alcanzaban a toda la familia mutante (Wolverine inclusive) y la mítica ongoing de los Fantastic Four. En el caso de los primeros, eran habladurías poco creíbles porque los muties siguen gozando de bastante buena salud cuando se trata de ventas, y logran clavarte 2 o 3 comics en el top 10, sobre todo cuando hay algún “evento” relacionado con esta facción de Marvel.
En el caso del comic que narra las aventuras de la primer familia super-heroica de Marvel, el chisme se transformó en realidad cuando se confirmó definitivamente la cancelación de la serie para el 2015, en una arco que llevará por título Fantastic Four: The End Is Fourever, y que estará guionizado por James Robinson y dibujado por Leonard Kirk, dando por concluida la serie en el #645.
En el caso del comic que narra las aventuras de la primer familia super-heroica de Marvel, el chisme se transformó en realidad cuando se confirmó definitivamente la cancelación de la serie para el 2015, en una arco que llevará por título Fantastic Four: The End Is Fourever, y que estará guionizado por James Robinson y dibujado por Leonard Kirk, dando por concluida la serie en el #645.
Believe the Unbelievable
Holy fucking shit, Bro’! Tipo, ¿hasta dónde piensa llevar Marvel este boicot? Porque, vamos… no nos engañemos, son los Fantastic Four, ¿Qué tan mal les iban en ventas? Bueno, veamos que nos dice Diamond al respecto sobre lo que sucedió en septiembre de este año… Ok, no muy bien, a punto de caerse del Top 100, en el #98, justo debajo de Wolverine & The X-Men, pero ojo: en el mismo ranking, del puesto #83 al #99, hay una seguidilla de comics de Marvel que no se separan demasiado unos de otros en cuanto a los números de ventas. ¿Y a la hora de cancelar un título, apuntan justo a este, a uno de los grupos que forman parte del pilar de la editorial?
Hace algunos años, Tom Brevoort, quien oficia como Vicepresidente de la línea editorial de Marvel, cuando era abordado para que clarificara el porqué, desde la distancia, daba la impresión de que la editorial apuntalaba en papel y daba más protagonismo a aquellas franquicias que podía explotar también en cine y relegaba a las que aún estaban en manos de Fox y Sony, salía al cruce con respuestas políticamente correctas, argumentando que para ellos era más sencillo explotar y explorar los personajes de los cuales Disney/Marvel tiene los derechos para cine porque compartían información entre los equipos de producción y los editores, y se retroalimentaban con la misma mutuamente.
“…La inmediatez de la interacción es tanta que es más natural que esos personajes vayan a pasar a primera plana. Además, creo que si estás haciendo una gran película con cualquiera de esos personajes, esta será aún más grande. Y si tienes una película de éxito como ocurrió con Iron Man, entonces Iron Man se va a convertir casi inmediatamente en un personaje de Marvel mucho más importante y prominente…”
Sin duda alguna es así, dado que Iron Man fue históricamente un personaje de mierda en papel, que pocas veces tuvo chapa y mucha menos aún tuvo buenos comics. Cuando en el 2006 Millar y McNiven nos presentan la miniserie Civil War, el plan a largo plazo de Marvel Studios en cine con Tony Stark a la cabeza como punta de lanza ya estaba casi cerrado, y nada de esto es casual, ya que Marvel piensa siempre a largo plazo. Lo demuestra año a año en cine, y lo hacía incluso antes de ser adquirida por el multimedio Disney. Y si podemos leer el posicionamiento de Tony Stark como un personaje importante y de cierta jerarquía dentro del universo compartido en papel como una estrategia conjunta entre Marvel Comics y Marvel Studios para potenciar mutuamente a sus productos, también podemos leer la muerte de Wolverine como… lo contrario.
El boicot a Fox y Sony es, sin duda alguna, una estrategia que no busca beneficios inmediatos, de hecho todo lo contrario: Marvel se sienta pacientemente a orillas del río para esperar ver pasar el cadáver de su enemigo flotando, y mientras tanto seguramente le lloverán las críticas de los medios especializados y los fans, las cuales no tardarán en caer en el olvido cuando la tormenta pase de la misma forma que muchos han elegido relegar en lo profundo de sus mentes los motivos por los cuales se fundó la editorial Image Comics, producto del "X-odus" de varios artistas (dibujantes más que nada, pero también algunos guionistas, como por ejemplo Claremont, a quien ya he mencionado en esta entrada) de la Casa de las Ideas, cansados de ver como dicha editorial explotaba a más no poder personajes que ellos creaban, sin recibir compensación alguna por esto.
Finalmente, ¿qué sucede con la relación entre Sony-Spider-man y Disney/Marvel? El vacío también existe, mucho más sutil y suavizado por frecuentes mesas de negociaciones que se fueron dando en los últimos meses, producto de, entre otras cosas, una taquilla desfavorable para el 4to título de Marvel Comics que tuvo estreno en cine este año y que aún no mencioné: The Amazing Spider-Man 2 (2014) . Este hecho dejó a quienes negocian esta franquicia para Sony en una muy mala posición para poder resistir la tentación del aporte que puede hacer la brutal infraestructura de promoción de Disney para futuros estrenos de esta productora relacionados con las franquicias que aún tienen. Pero, por supuesto, todo tiene un precio: Sony probablemente conserve los derechos sobre el arácnido unos años más (y tampoco apostaría una mano por eso), pero deberá permitir que el mismo pueda ser utilizado de la forma en la que Disney considere necesario en los próximos estrenos cinematográficos. Así que no debería ser una sorpresa ver aparecer a nuestro querido Peter Parker haciendo algún cameo en próximas producciones del M.C.U., seguramente enfundado en su traje característico y sin la compañía de ningún otro compañero más perteneciente a su universo, vomitando sus chistes malos encima de los Avengers. Como tampoco debería ser una sorpresa que los vuelva a encontrar casi al finalizar esta semana, acá, en Tierra Freak.