Hay veces que se tiene una gran idea para contar una historia, pero las limitaciones del formato terminan por dar como resultado algo que no era tan fiel a la idea original.
Estas limitaciones pueden ser actores, costos de producción, tecnología inexistente, tiempo necesario para contarla, falta de presupuesto y muchos otros factores, los cuales deben intentar evadir aquellos narradores que quiera contar esa gran idea que tuvieron, para que no quede sólo en eso, ser una gran idea.
Le pasó a James Cameron que tuvo en carpeta el proyecto de la película “Avatar” más de 15 años hasta poder estrenarla porque la tecnología no había avanzado lo suficiente como para generar ese mundo fantástico que él se había imaginado.
Pero claro, no todos pueden esperar 15 años para ver su historia plasmada y a veces “negocian” algún que otro aspecto que, seguramente era fundamental, pero a la hora de “los bifes” se puede terminar obviando.
Un caso del cual ya hemos hablado en Tierra Freak es el de “Buffy The Vamprire Slayer” en esa hermosa nota que el camarada Logan hizo hace algún tiempo y en la cual aclara específicamente “…no pienso comentar la olvidable película previa a la serie protagonizada por Kristy Swanson, Donald Sutherland y Luke Perry…”. Porque ahí se ve como una gran idea termina siendo mal ejecutada y donde 86 minutos no logran contar todo lo que Joss Whedon tenían en mente para ese personaje que luego tuvo 7 temporadas, un spin-off y muchas series y adaptaciones en historieta.
Otro ejemplo que se encuadra en esta idea es el de “Highlander”, película de 1986 y que, si bien fue un éxito, se nota que en 116 minutos cuenta algo que da para mucho más. Ese mucho más que en la serie de 1992 tuvo 6 temporadas, pero que aparte hubo 5 películas y un fallido spin-off de 22 capítulos. O sea había bastante para desarrollar que en la limitación de una película se terminaba perdiendo.
Todo este preludio es para hablar de la nueva serie del canal SyFy, llamada “Dominion”, estrenada hace 4 semanas en el mercado yanki.
Un segundo y más efectivo “diluvio universal” en mano de estos seres que supimos adorar por ser parte de la promesa del Cielo al que íbamos a llegar cuando muriésemos.
Y acá es donde muchos podrán estar pensando “¡Momento! Yo ese argumento lo conozco de algún lado.” Y ciertamente no estarán equivocados. Porque “Dominion” es una continuación directa de la película “Legion” del 2010, que duró 110 minutos y de la cual el “Mr. Editor” Saki escribió en su momento y comentó “…si le va bien, vendrán dos secuelas más, ya firmadas.”
El problema es que no le fue bien.
Quizás porque la película sea bastante mala, con unos errores argumentales espantosos y, si bien tiene una idea interesante y unos actores por demás atrayentes, haya sido ejecutada solamente como un homenaje mal hecho a “The Night Of The Living Dead” de George Romero. Es decir los ángeles que caen del cielo son sólo zombies casi sin inteligencia que quieren matar a la humanidad. Listo, no hay más que eso.
Pero parece que la idea original de los guionistas Peter Schink y Scott Stewart tenía mucho más para desarrollar y en eso se basa “Dominion”. En la reconstrucción que debe hacer la humanidad 20 años después de que la mayoría de la población mundial ha sido diezmada por estos seres sobrenaturales guiados por el Arcangel Gabriel, supuestamente bajo órdenes del mismísimo Dios.
Supuestamente porque, como continuación de “Legion”, acá también aparece el Arcangel Miguel (interpretado en la película por Paul Bettany y en la serie por el ignoto Tom Wisdom) quien toma parte de esta guerra, pero del bando de los humanos, defendiéndolos e interfiriendo con el deseo de Dios de acabar con ellos porque todavía cree que hay otro futuro para nuestra raza. Y acá está el único pequeño cambio con respecto a la película (y a la vez muy importante). En la serie Dios desaparece porque se cansó de la humanidad y es Gabriel quien dice que hay que destruirla para que Dios regrese. Miguel, en cambio, sigue teniendo esperanza.
Y esa esperanza, como también se cuenta en la película, es una persona que no debería haber nacido y que va a ser la salvación de la humanidad. El niño de la película que ahora, años después, ya es un adulto parte de esta nueva civilización que se ha podido rearmar luego de ganar la batalla contra los ángeles con la ayuda de Miguel.
Y acá es donde está el mayor atractivo de la serie (y donde fallaba la película al ser solamente una slasher/ultragore mala copia de cualquier película de zombies). Porque los sobrevivientes pudieron reunirse en distintos lugares del mundo y cada región se rearmó bajo distintas creencias. La serie se centra en el emplazamiento Vega (donde antes estaba la ciudad de Las Vegas) que tiene un sistema social de castas, un sistema donde a cada persona se le asigna un nivel y no puede modificarlo nunca.
Obviamente el sistema de castas mantiene a los de más bajo nivel en una pobreza extrema, mientras los de alto nivel son los que manejan el emplazamiento y viven rodeados de lujos. Pero lo que nadie puede negar es que Vega, a comparación de otros emplazamientos en el mundo, es funcional.
Aquellos de nivel 1 son los huérfanos, los que no tienen nada para ofrecer a la sociedad y los que no tienen trabajo.
Los de nivel 2 son la fuerza trabajadora, la infantería y militares que se enlistan para poder salir de la pobreza extrema del nivel 1.
Los de nivel 3 son los profesionales, las enfermeras, los técnicos e ingenieros. También están acá los oficiales con rango militar.
Los de nivel 4 son los que se encargan de la comida, los granjeros, ingenieros agrónomos, los encargados de los animales y aquellos con conocimientos en desechos y cuidado del agua.
Los de nivel 5 son los Generales militares, los sacerdotes, los científicos, médicos y aquellos que imparten la ley como jueces y abogados.
Por último, el nivel 6 son los miembros del Senado de Vega, la clase dominante. Los miembros de esta clase son gente influyente, con dinero y son los líderes de todo el emplazamiento.
Entre estos líderes se encuentra el General Risen (interpretado por Alan Dale, recontra conocido, pero seguro que a todos les suena por ser el villano de “Lost”) creador del sistema de castas y cabeza del gobierno de Vega y el Consejero David Whele (interpretado por Anthony Head, conocido por ser Giles en la antes mencionada “Buffy”) como su mayor opositor, un tipo sin ninguna clase de escrúpulos que está esperando a que Risen se muera de viejo para poder ser el líder supremo de Vega.
Y como buen sistema de castas, Claire la hija de Risen y William el hijo de Whele, heredarán sus puestos en el Senado y la conspiración política están a la orden del día.
Y ahí es donde entra Alex Lannon, un Sargento de la guardia especial creada por Miguel para proteger las grandes murallas que separan a Vega de los continuos ataques de los ángeles. Un nivel 2 que se enamora de Claire Risen (nivel 6) y que viven a escondidas esta relación prohibida.
El otro punto interesante de la historia es el tema religioso porque ¿cómo creer en el Dios judeocristiano cuando deja que sus ángeles nos destruyan? ¿Cómo creer que Dios desapareció y nos dejó solos? Y a la vez ¿cómo no creer en ese Dios si se probó fehacientemente que existe? ¿Cómo reaccionan las personas comunes cuando ven al Arcangel Miguel sobrevolando Vega protegiéndolos de su hermano, el Arcangel Gabriel?
guiarnos a una nueva era de paz. ¿Cómo no creer en ese elegido si fue el mismo Miguel quien lo salvó y lo escondió hasta que pudiera volver? Y a la vez ¿cómo creer en la palabra de Miguel, un ángel, uno de esos que mataron a miles de millones de humanos sin ninguna piedad?
La recepción que tuvo el primer capítulo de la serie fue dispar. Están aquellos que lo odiaron y les pareció una idiotez el disparador argumental y estamos aquellos que pensamos que parece ser un universo complejo, con mucho para desarrollar y con un potencial interesante, así como lo fueron las primeras temporadas de Buffy o de Highlander.
Yo por mi parte le daré una oportunidad, quién te dice que en unos años estemos hablando de que Schink y Stewart sólo necesitaban la posibilidad de desarrollar a fondo esa idea que tuvieron hace tanto tiempo.