Ser un emprendedor en la Argentina es todo un desafío. Creo que eso no lo duda nadie. Ya lo es en cualquier otra parte del mundo, pero Argentina es Argentina. Y creo que eso tampoco lo duda nadie.
Por un lado están los emprendedores que salen en las tapas de las revistas de tecnología con títulos como "Los entrepreneurs que llegaron a CEOs" mientras nos muestran sus enormes empresas llenas de gente sonriendo y por otro están los que la reman en dulce de leche porque tienen unas ganas locas de mostrar algo nuevo, algo que los moviliza, algo que muchas veces les quita el sueño y que precisamente es... un sueño.
Y el ambiente de los juegos de mesa en Argentina es, como vengo mostrando en todas mis columnas al respecto uno que principalmente se mueve gracias a los sueños.
“No hay imprentas con la calidad que pretendo al precio que pretendo” me cuenta riendo Joel Pellegrino Hotham, autor, diseñador, editor, impresor y armador manual de cada uno de los ejemplares de, no uno, sino dos juegos de mesa que salieron al mercado al mismo tiempo, Venecitas y Código Enigma “la caja fue lo que me retrasó la salida de los juegos, más que nada. Busqué y busqué y no me gustó nada y dije ¡más sí, la hago yo y listo!”
Quizás por esa convicción de que las cosas salgan como él las había soñado y no como las posibilidades del entorno le ofrecían es que tardó casi un año en tenerlos listos “costó bastante, fue más un trabajo de investigación científica que de diseño de juego. Estuve practicando 1 año con print and play y experiencia previa en mis estudios y laburos para que saliera bien.”
Es por eso que de lo primero que hablamos es de la calidad gráfica y material de los juegos, porque ciertamente, como todo producto, entra primero por los ojos y como podrán ver en las imágenes que acompañan a esta nota es realmente increíble que sean juegos autoeditados en nuestro país. “Quería lograr lo más parecido a una calidad europea” me cuenta orgulloso Joel.
Pero a pesar de vivir en la sociedad del espectáculo, donde es más importante lo que publicamos en twitter o instagram que lo que realmente nos pasa en nuestra interioridad, un juego de mesa puede ser realmente hermoso de ver, pero si está rota alguna de sus mecánicas o simplemente no nos divierte, como juego no funciona.
Y ni Venecitas ni Código Enigma tienen ese problema.
Código Enigma es un juego de cifrado y descifrado, con un componente de memoria importante, donde cada jugador hace las veces de operadores de la Máquina Enigma, esa con la que los aliados pudieron romper los códigos secretos con el que los nazis enviaban la información y que fuese programada, entre otros, por Alan Turing (sí, del que hizo Benedict Cumberbatch en la película “The Imitation Game” del 2014).
En este juego de cartas los jugadores (que pueden ser de 2 a 4) tendrán que buscar las cartas necesarias para destrabar los códigos que son sus objetivos y así ganar ciertos puntos de victoria, a los que se le sumarán puntos si luego, al terminar la partida, recuerdan cada uno de esos códigos resueltos de manera exacta.
En el diseño de Código Enigma también trabajó Silvina Fontenla y puedo recomendarlo especialmente para jugar de a dos jugadores porque la tensión de buscar los símbolos necesarios al mismo tiempo de intentar acordarse los códigos que ya descubrimos lo hace un juego muy entretenido y desafiante.
“Es un juego que vengo depurando desde noviembre de 2015, testeándolo mucho, y lo que me llevó más tiempo fue balanceralo” me cuenta Joel sobre el Código Enigma.
“El Venecitas lo empecé este verano y lo llevé a testear a muchos lados, incluida la jornada de Testeo de Prototipos de GeekOut! donde vi que había algunos componentes que le sumé para hacerlo más complejo que lo rompían” me dice y agrega “Es un juego que no es complicado y así como está no se rompe.”
En este otro juego los jugadores son artistas colocadores de mosaicos venecianos (o justamente venecitas) que intentarán lograr ciertas combinaciones para obtener las mejores obras de arte con esta técnica.
Venecitas es un juego de administración de recursos, donde en todos los turnos, sean propios o no, los jugadores recogen mosaicos a través de la tirada de un dado que tiene distintos colores en sus caras.
Y quizás esta mecánica sea la más interesante, porque juega con la posición en la que están dispuestos los jugadores en la mesa. El dado se tira en el medio de los jugadores y la cara que quede enfrentando al jugador es el color que obtiene en esa tirada, además del color de la cara de arriba para el jugador activo, el que tiró el dado. Pero para que no sea todo suerte, gastando un punto de cualquier color que tengamos en nuestras tablillas personales, podremos rotar el dado 90º en sentido horario o antihorario o invertirlo vertical u horizontalmente en 180º. De esa manera podremos no sólo intentar obtener el color que necesitamos para llegar a la combinación que deseamos, sino que también no darle el color que nuestro contrincante necesita para terminar su propia combinación.
Pero aparte Venecitas trae una innovación en los juegos de mesa nacionales, pero que es una tendencia cada vez mayor en los juegos extranjeros: tiene una modalidad para jugar en solitario. Al respecto Joel me cuenta “Venía de trabajar y estaba cansadísimo... dormí siesta casi toda la tarde y la idea era quedarme de noche laburando en rediseños y otras yerbas. Entonces termino de cenar, me pongo a laburar y ¡zaz! ¡Se corta la luz! Entonces miré el Venecitas y dije ¿ahora qué hago? Porque ya lo tenía todo cerrado y testeado. Así que lo agarré y vi de empezar a jugar solo, y me quede jugando toda la noche hasta cerrar el 90% de la version solitario” recuerda riendo “así que ¡hay que agradecer esa modalidad a los cortes de luz!” termina de contarme demostrando que como buen emprendedor, de esos que van contra todo para lograr su sueño, saca lo mejor de las peores situaciones.
Los juegos se pueden conseguir directamente en la página JuegosDeMesa.com.ar y cuando le pregunté por qué sacar los dos juntos, al mismo tiempo, si no era una jugada arriesgada me contestó que a todo jugador de euro le gusta hacer combos y movidas especiales... pues eso es lo que quiere ofrecerles a los jugadores argentinos, la posibilidad de hacer un combo y que se lleven los dos a mejor precio que uno sólo. Una jugada definitivamente especial.
Tan especial como lo es hacer todo el esfuerzo posible por ver cumplido un sueño... o a veces dos.