Ésta, estoy seguro, mi querido y apasionado lector, no te la viste venir ni en un millón de años: una reseña sobre Deepak Chopra en Tierra Freak. Opa la la. Pero, ¿y por qué no? Por supuesto, todo tiene un porqué, y siempre existe un anclaje en las reseñas de este sitio que tiene que ver con pasiones que comparten quienes entran buscando reseñas o artículos a este lugar: la historieta, el cine, la televisión, los juegos de mesa, los cards games y muchas veces la música y la literatura. Hoy, aquí, ahora, vamos a abordar sobre algunos aspectos que se nos figuran, a nosotros, interesantes, de la biografía de Deepak Chopra, para finalmente comentar un libro escrito codo a codo con su hijo, Gotham Chopra, titulado “Las Siete Leyes Espirituales de los Superhéroes” (traducción literal del original “The Seven Spiritual Laws of Superheroes”), que lleva por subtítulo “cómo utilizar nuestro poder para cambiar el mundo”, y que no es otra cosa más que una relectura e interpretación de un best seller del mismo autor, “The Seven Spiritual Laws of Success”, pero adecuado para el público lector de comics superheróicos, o para el fan del género que consume este tipo de material a través del cine y la televisión, e incluso para cualquier otro tipo de lector causal que comprenda y empatice con los valores y los códigos que transmiten y divulgan casi todos los personajes más importantes pertenecientes a este sub-mundo que desde unos años hasta acá se ha vuelto un fenómeno popular. Bienvenidos una de las reseñas más inesperadas de este sitio, amigo lector.
Chopra Media
Como suelo hacer en este tipo de artículos, no me meto a la pileta sin antes asegurarme que todos los lectores están al corriente del lugar hacia el que me dirijo, y dicho esto, algunos quizás se habrán preguntado: ¿Quién corno es este tal Deepak Chopra, y por qué debería sorprenderme que haya una reseña sobre él en Tierra Freak? El amigo Chopra es un asiduo autor que cuenta con más de 25 libros publicados, muchos de ellos verdaderos best sellers, algo que no debería sorprender demasiado dado que su obra se enmarca bajo la etiqueta de “libros de autoayuda”, y dentro de este género literario (si es que podemos llamarlo así) hay algunos animales que venden una salvajada asquerosa y acumulan fortunas equivalentes a la economía de pequeños países bananeros. Desde el clásico Tus zonas erróneas de 1976 de Wayne Dyer, pasando por éxitos indiscutidos como El Caballero de la Armadura Oxidada, Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, ¿Quién se ha llevado mi queso? o el más reciente El Secreto, el género en sí ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, y como suele suceder con este mundo globalizado, se ha nutrido de un mestizaje de oradores que han enarbolado todo tipo de teorías de auto-superación personal valiéndose de absolutamente todos los recursos posibles, tomando de aquí y de allá conceptos espirituales, religiosos, de marketing, de administración de empresa, e incluso filosóficos y hasta estudios antropológicos y enseñanzas que nos ha dejado la historia, para presentar, cada uno de ellos, su infalible “teoría”, “sistema” o “método” para superar los obstáculos que nos impiden desarrollarnos como esa persona que aspiramos ser. Podría escribir un artículo pura y exclusivamente de este tema teniendo en cuenta la explosión que tuvo el género en la última década y media, pero realmente no me interesa y tampoco es mi fuerte. Podría, también, unirme a aquellos que miran este fenómeno editorial con desprecio y un dejo de desdén desde cierta altura, riéndose de aquellos que acuden en masa no solo a comprar estos libros sino también a las conferencias y congresos que los autores brindan en sus giras. Pero, vamos… seamos realistas: soy –somos, muchos de ustedes también- lector de historietas, y vengo leyendo comics superheróicos desde que tengo uso de razón, un sub-género dentro de este medio que tiene, por supuesto, grandes obras como Watchmen, Sandman o Daredevil: Born Again, pero que también, desde principios de los ’90 hasta acá, con un promedio de 200 comics superheróicos por mes, tenemos al menos 60.000 comics publicados en 25 años… ¿Cuántos de esos 60.000 comics son una basura imposible de leer que no te sirven ni para el fuego del asadito del domingo? ¿La mitad, tres cuartas partes…? ¿O estoy siendo generoso si digo que en dos décadas y media se deben haber publicado quizás 20.000 porquerías vomitivas distintas de 22 páginas que hubieran tenido un mejor uso si se reciclaban y se usaban como papel higiénico? Entonces, gato, a mirarse un poco más el ombligo antes de señalar y acusar, ¿’tamo?
Dicho esto, podríamos establecer que Deepak Chopra se separa un poco del resto, al menos para la comunidad comiquera. La masa lo conoce por ser un médico advocado a la espiritualidad y al poder de la mente aplicado en la curación médica, y como tiene ascendencia India, está influido por las enseñanzas de escrituras tradicionales de este país como el Ayurveda, que es una corriente tradicional de la curación hindú. El level up de Chopra padre se da cuando el guacho fusiona la medicina alternativa ayurvédica con conceptos de física cuántica, ganándose la enemistad de toda la comunidad científica y médica al unísono, pero anotándose unos puntitos por originalidad. Si creés que Chopra padre quizás se morfó un peyote alucinógeno en una meseta mexicana al rayo del sol antes de elaborar esta teoría, quizás no estés tan equivocado, ya que uno de los más férreos defensores de su filosofía es ni más ni menos que nuestro conocido pelado favorito: Grant fucking Morrison, otro fumón de aquellos, si los hay, con el cual viene compartiendo charlas y conferencias en convenciones al menos desde el 2006, y juntos han debatido acerca de la relación entre la espiritualidad y los superhéroes, y como consciente o inconscientemente conceptos como el chakra se han ido mimetizando y tomando forma dentro del género. De hecho, en la Comic-con del 2006, Morrison y Chopra establecen que "un Chakra es un punto de unión entre la conciencia y la realidad", y que las siete leyes espirituales que él promovía podían ser un reflejo de los 7 Chakras: estabilidad, transformación, potencia (o poder, no tanto en el sentido de los músculos en sí, sino mas bien en la intención), amor y compasión, creatividad, intuición y trascendencia. Grant no le perdía pisada a Deepak en esa línea de pensamiento, y acotaba que “los siete chakras también pueden vincularse a la idea de los siete dioses, y desde ahí podemos plantear un paralelismo con los siete personajes principales de la J.L.A.”. Chupate esa mandarina, champ. No es descabellado pensar que de esta charla surgió la semilla de la cual terminó germinando el libro al que me referiré más abajo, mismo que promocionaron, juntos, una vez más, Morrison, Deepak y Gotham Chopra en la Comic-Con del 2012, 6 años después .
La conexión Gotham
Si le ponés de nombre Gotham a uno de tus hijos, amigo… te la estás buscando, sabelo. Pero no, amén de las inclinaciones artísticas que tuvo el segundo hijo de Deepak, el nombre inicial que le puso era Gautama, y se lo cambió al actual porque el original era complicado de pronunciar en U.S.A., lugar en el que ya estaba viviendo cuando su hijo varón nació. Sidarta Gautama, también conocido como Buda Gautama, Sakiamuni, o simplemente Buda, fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el Budismo, y la pronunciación de esta palabra (Gautama), en occidente, es muy similar a como pronuncian Gotham los yanquies. Papá Chopra, como muchos padres en oriente y occidente, tenía por costumbre, cuando sus hijos eran unos niños, contarles un relato a sus hijos antes de arroparlos para que durmieran, pero privándolos del final. Y cada noche era un relato distinto, así que el k-po casi que armó su propia y personal One Thousand and One Nights con sus descendencia, con el agregado de que esperaba que, al despertar, en el desayuno, sus hijos le relataran el final de la aventura, de acuerdo a como había jugado la imaginación de esos en cooperación con el subconsciente de los sueños. Inspirado por este precioso ritual con el que fue educado, y animado por sus compañeros y amigos occidentales, a muy temprana edad Gotham Chopra comenzó a interesarse por los comics, primero leyendo lo que podía conseguir en sus viajes a la India, y luego coleccionando y fanatizándose también con comics occidentales de Marvel, D.C. y algunas editoriales independientes. Un tiempo después, Gotham era conocido en el mundillo comiquero californiano por ser el “hijo de un millonario Hindú al que le re caben los comics y se gasta toda la moneda en los mismos, y encima siempre anda con comics raros de oriente encima”, y es así como comenzó a forjar amistades y alianzas con hombres del medio, y pudo asesorarse para comenzar a transitar el camino del editor, fundando en el 2006 un sello editorial
de historietas de nombre Virgin Comics LLC, que originalmente publicada material exclusivamente producido por artistas Hindúes, para luego en el 2008 mover su sede principal a New York, re-estructurar la plana gerencial y rebautizarse bajo el nombre de Liquid Comics. Entre los proyectos más célebres en los que se involucró Gotham Chopra está la película Bulletproof Monk (2003) protagonizada por Chow Yun-fat y Seann William Scott, en la que infiere como productor ejecutivo pero también dio los toques finales al guión, nutriendo el mismo de algunos detalles orientales propios de la espiritualidad que nutre su vida y la de su familia. Sin embargo, esto es solo una infinitesimal muestra del alcance que el trabajo de Gotham tuvo en el medio: si bien no estuvo a cargo de la movida, fue el enlace de conexión para la creación de un grupo editorial de nombre Gotham Entertainment Group con sede en la India, el cual adquiría licencias de comics yanquies para ser publicadas en ese país, y también lanzaba comics propios, o versiones “Indias” de personajes occidentales, de las cuales la más llamativa y de mayor calidad fue la versión de nuestro vecino favorito, Spider-Man.
Las Siete Leyes Espirituales de los Superhéroes
Y es así como, un día, estoy ordenando unas bateas en la librería en la que trabajo mientras mi compañero ordena una compra de libros usados, cuando de repente me llama y me dice: “mirá, acá hay un libro de Deepak Chopra que, al menos por el título y el dibujo de la tapa, a vos te va a interesar”. Evidentemente mi colega no me estaba tomando el pelo, después de haber trabajo 2 años codo a codo conmigo, sabía que de todos los autores que se dedican a la autoayuda, el único que me había llamado la atención luego de leer muy por arriba libros como Sincrodestino, Cuerpos sin edad, Mentes sin tiempo y, justamente, Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, era este Indio drogado que, cuando joven, encima, se me figuraba parecido a otro hindú muy conocido: M. Night Shyamalan. Compré inmediatamente el libro apenas vi la tapa, y me lo devoré en apenas 2 días, asombrado por la fluidez de la escritura y lo sencillo que era asimilar toda la información vertida, pero sobre todo por lo familiar que me eran las referencias, y por los puntos de concordancia o desacuerdo que tenía con la relectura oriental que tanto padre como hijo hacían de los mitos que yo conocía al detalle. El libro abunda en ejemplo y referencias, pero los links no se limitan solo al imaginario occidental de superhéroes, también incluyen a Buddha, a Lord Shiva, al señor Krishna, Gilgamesh, Rama, Odiseo o al Mago Merlín. Y las leyes espirituales de los superhéroes, por supuesto, encuentran su aplicación en personajes como Batman, Superman, Spider-man, Iron Man, el Dr. Strange, Wolverine, Storm, y en “Dioses” provenientes de estos universos como Thanos, Galactus o Darkseid.
El libro no podría ser más entretenido para geeks como nosotros, y está narrado también teniendo en cuenta esos primeros acercamientos de Chopra padre con este sub-genero dentro del comic, de la mano de su hijo. Muchas de las anécdotas comienzan con Deepak contándole una historia de origen hindú a un joven Gotham, y este interrumpiendo el desenlace de la misma para hacer la observación de que ya había leído algo parecido en un personaje de la factoría de Marvel o D.C., picando la curiosidad del padre por verificar ese dato. Hay un constante y balanceado flujo de historias orientales y occidentales, que en ningún momento tratan de pisarse o posicionarse una por encima de la otra, todas en su conjunto fluyen para armarte una guía de viaje en la cual los Chopra desguazan el género superheróico y te lo presentan de forma tal que puedas hacer uso positivo de la esencia de los mismos en el día a día diario de tu vida. Las siete leyes aquí enumeradas no se separan de las clásicas conocidas que mencioné más arriba, la ley del equilibrio, la ley de la transformación, la ley del poder, la ley del amor, la ley de la creatividad, la ley de la intención y la ley de la trascendencia, pero para saber con detalle que significa cada una, cual es el paralelismo que tienen el mundo superheróico y como pueden ser aplicadas en la vida diaria, lector… deberás adquirir de alguna forma este libro en tu librería amiga… así como Deepak Chopra debería aportar unos morlacos a este sitio por la tremenda publicidad que le estoy haciendo. Xd
Nos volvemos a leer la semana que viene, en la última reseña de este 2014 que ya casi nos está abandonando.