miércoles, 1 de octubre de 2014

Una charla con Altuna - El Gabinete del Dr. Morholt.



Gracias a que fue nombrado Padrino de la Comicópolis 2014, tuve el honor de poder charlar un poco con Horacio Altuna, uno de los autores de historieta más aceptados por el mundillo no comiquero, sea por los más de 24 años de tiras publicadas en un diario tan masivo como Clarín, o por el efecto que sus dibujos tuvieron en el inconsciente colectivo de la argentinidad.


Porque, claro, luego de los 12 años de publicar “El Loco Chavez” junto con Carlos Trillo en la contratapa de Clarín, le siguieron 8 años de “El Nene Montanaro” (una tira íntegramente suya) y desde 2010 hasta estos días que sigue publicando en ese mismo lugar “Es Lo Que Hay (Reality)”. O sea que la llegada que tienen sus historias y su manera de representar la realidad forman parte de la cotidianeidad de cualquiera que lea el diario desde hace mucho tiempo.

Muchos podemos decir que fuimos criados por sus historietas, tanto en nuestra niñez, cuando le robábamos el diario a nuestros padres para leer la contratapa; o ya en nuestra adolescencia, cuando lo comprábamos nosotros mismos y lo primero que mirábamos era “la página de chistes”, rutina que seguimos teniendo ahora que somos adultos.

Muchos también podemos decir que la manera en que creemos que tienen que ser las mujeres se la debemos a sus dibujos. No por nada hay hasta una famosa modelo que lleva como apodo el nombre de un personaje suyo.

Pero ese tema lo dejé para el final, porque siempre me llamó la atención la manera que tenía de trabajar con Trillo en esa tira diaria, durante tanto tiempo “Nos juntábamos en un bar y tirábamos ideas y charlábamos sobre lo que queríamos poner en la tira. Entonces cuando volvía a mi casa yo sólo tenía anotadas algunas ideas en algunas servilletas y el resto en mi cabeza… así trabajamos siempre” me cuenta y entonces la duda de si nunca trabajó con un guión más estructurado, uno de viñeta por viñeta, es la pregunta obligada.

“Bueno, en la época que trabajaba para Columba, diez años antes de empezar a trabajar con Trillo. Ahí trabajaba así- Es decir hasta 1975 trabajé de esa manera y ya después de la manera personal que teníamos con Trillo.”

Y quizás por no poder conceptualizar esa libertad autoral, le pregunto por sus propios guiones, por esos trabajos en donde no depende de las ideas de otra persona “Con mis propios guiones, que empecé a hacer en el 82, como yo ya sé lo que quiero mostrar y lo que quiero poner, no tengo necesidad de escribirlo previamente. Eso sale con mucha más facilidad.”

Y quizás pecando de incrédulo, pero en realidad basado en lo espectacular de lo que acabo de escuchar, insisto con la pregunta pensando en las hermosas páginas de “Chances” que hasta ganó el premio Yellow Kid del año 1986.

“Pará ¿o sea que tenés en tu cabeza el planteamiento de la página y aparte el de la historia en general?” digo totalmente maravillado, a lo que contesta con total naturalidad “Es que yo trabajo por viñeta, pero sin especificar qué es lo que se ve y cosas por el estilo porque ya lo tengo todo en la cabeza.”

Cualquiera que haya leído su obra integral, habrá visto que la parte de escribir le va tan bien como la de dibujar, pero Altuna siempre dice que comparándose con Trillo, su gran guionista, él es de “vuelo bajo”, o sea que la fantasía que genera es más mundana, más realista, entonces me cuenta “No tengo fantasía, por lo que prefiero hacer es una realidad exasperada. Un futuro cercano. Pero nada con demasiados cambios o vuelos fantasiosos.”

Y cuando le pregunto entonces si querría adaptar alguna historia fantástica a ese registro tan propio me dice “En realidad no, seguiría haciendo lo que hice en Ficcionario, es decir, no me gusta una fantasía extrema.”

Sabiendo entonces que no le gusta ese tipo de fantasía, le pregunto sobre las historietas que lee, si es que las lee o si prefiere no leer mucho para no contaminar sus propias creaciones, entonces me contesta “Soy poco lector de historietas, pero soy un gran lector de literatura, sean novelas, ensayos, etc. Pero leo realmente poco de historieta. Debo estar perdiéndome muchas cosas interesantes seguramente.”

Entonces ¿quiénes serán los autores preferidos de Altuna? “Me gusta mucho la literatura norteamericana, pero también libros de historia y ensayos. Autores en particular me gusta Philip Roth, Richard Russo, soy un fanático de Sallinger y de Bellow. Ahora me gusta mucho John Banville, que es un irlandés y siempre salen nuevos autores, felizmente.”

Y sabiendo que sus planteamientos de página responden a una característica bastante cinematográfica, le pregunto por sus influencias en ese rubro Mirá, yo me formé viendo mucho cine de los 40 y 50, americano sobre todo, porque iba con mi vieja a las funciones para niños y madres, en esa época vivía en Necochea y después en Lobería, en donde había tres películas por sesión. El clásico continuado.”

No es raro entonces que haya mamado ese estilo “Es que he visto mucho cine de ese y después me quedé enganchado al cine en general, pero creo que esa etapa me parece que ha tenido una influencia bastante importante en mi formación estética. Los autores americanos de esos años fueron importantes para mí.”

Pero Horacio también gusta leer sobre historia y en seguida me recomienda “Dentro de la historia acabo de terminar un libro de Josep Fontana llamado “Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945” que es excelente y seguro que se puede conseguir en el país.”


Y el último comentario es válido, porque Altuna hace más de 30 años que vive en España por lo que a pesar de ser un referente del sector, no se lo ve mucho por estas tierras, entonces es interesante su visión sobre la actualidad de la historieta argentina Lo que tengo es una visión de afuera. A ver, creo que es muy interesante lo que está pasando porque empieza a haber fuentes de trabajo principalmente para la gente joven que se inicia en el mercado. Entonces eso es fundamental y me parece muy bueno. Es justamente al revés de lo que está sucediendo en España que están cerrando fuentes de trabajo.”

La repregunta entonces es casi obvia “¿Más al nivel de industria, no tanto a nivel calidad?” y enseguida me contesta “Lo que pasa es que las calidades vienen a partir de las industrias. Es decir, si un tipo joven con inquietudes y buenas posibilidades no tiene donde ubicar su laburo es muy difícil que pueda evolucionar y ese es el camino. Tiene que haber fuentes de trabajo para que puedan surgir los talentos.”


Y si hay alguien que aboga porque la industria no se lleve puestos a los trabajadores del sector es Altuna, que desde siempre estuvo involucrado en los derechos de los historietistas “Me involucré en esa lucha cuando empecé a dibujar. Dejé Columba, mis primeros diez años, por defender mis derechos. A partir de ese momento me pareció que debía ser coherente con mis ideas y traté de ser coherente a la hora de firmar un contrato con lo que yo pensaba. Y por otro lado trabajar en las asociaciones que luchaban por lo mismo. Entonces estuve aquí en la asociación de dibujantes y en España en la de ilustradores.”

 Quizás por eso es que a Horacio no le gusta decir que la “época Columba” fue una “Edad de Oro” de la historieta nacional “Fue una edad de oro, pero para los editores, no tanto para nosotros.” me explica y continúa “Fue una edad de oro desnaturalizada, porque el acento se pone en lo que se producía, pero no en la manera en que se producía. Entonces si la Edad de Oro significa tener muy buenos productos, pero a costa de la cesión de derechos de los autores, me parece mal.”

Porque cualquiera que haya hablado un rato con Altuna sabe que tiene bien en claro por qué es que pelea “Es que el derecho de autor es inalienable, imprescriptible y está en la declaración de los Derechos Humanos del ´48. O sea que no es un invento mío o una pretensión de los autores. Está establecido y en aquel entonces, en la época de Columba, ya estaba. Sin embargo no se respetaba y había que dejar los originales y tenías que ceder todos los derechos.”

“¿O sea que era lo mismo que hacer una parte de un auto en una línea de producción en una fábrica?” pregunto asustado de lo que me pueda contestar “¡Claro! Era exactamente igual.”

Quizás por ese espíritu combativo, por esa idea que quiere imponer es que está en contacto con algunas asociaciones de dibujantes argentinos “Con la Asociación de Dibujantes de Argentina, con Dibujantes Trabajando que es otra entidad que está laburando mucho y con Banda Dibujada, con esas tres me mantengo en contacto. Que creo que son las tres patas más importantes que hay en esta lucha. Y la verdad sería bueno que se apoye su trabajo, tanto de parte de los colegas como de parte de los lectores.”

El título de “Padrino de Comicópolis 2014” entonces, le sirve mucho para dar a conocer esta lucha “Ser padrino del evento me da un micrófono para poder hablar de estas cosas. Hay que aprovechar todo esto. Hay que dar información y pedir apoyo. Y la posibilidad de este padrinazgo me da la posibilidad ante la prensa y demás, de difundir las ideas que siempre he tenido y que el tema esté en agenda.” me comenta, cosa que es tan cierta como que en el discurso de apertura de su muestra en la Sindicatura General de la Nación, se encargó de marcarlo ante las autoridades del organismo (pueden ver el discurso en uno de los videos que acompañan esta nota).

Porque aparte de ser el Padrino del evento, fue el artista homenajeado con una muestra de originales en el edificio de ese organismo nacional llamada “Horacio Altuna. Profesión, historietista. Un recorrido por la obra de H. Altuna de 1975 a 2014” que se llevó a cabo del 4 al 19 de septiembre pasado.

Un lugar donde se pudo recorrer la historia de este artista con la exposición de más de 100 originales de casi todos sus trabajos. Una muestra donde pudimos ver de cerca sus dibujos y entender la magnitud de su trabajo.

Y sobre eso es algo de lo que también quería charlar con él, porque a pesar de ser un referente a nivel cotidiano para los argentinos por su trabajo en Clarín; sus otros trabajos, sus historietas más importantes, no fueron reeditadas por lo que el público joven puede no saber de su otra faceta, donde su arte puede mostrarse mejor.

“¿Tiene que ver lo de los derechos por los que tanto abogás o estás en tratativas de alguna reedición de tus obras más importantes?” le pregunto, aunque quizás, me quedo pensando, prefiera que lleguen obras nuevas y no tanto reediciones “Yo escucho ofertas, siempre. Pasa que no hay ningún editor argentino que haya dicho que quiera reeditar mi trabajo. Yo estoy abierto siempre… soy un tipo duro para negociar, pero no tan duro.” ríe cómplice de su respuesta “Mientras se respete lo que vos querés ¿no?” repregunto incisivo “Claro, a mi lo que me gustaría es tener presencia y tener un público nuevo. Gente joven que conozca mi trabajo. Porque esto es un reciclaje permanente.”

Y ahí surge una cuestión que, quizás por no tener el talento para dibujar ni una personita con palotes, siempre me genera inquietudes ¿cuánto tarda Altuna en hacer una tira?

“Hay algunas que tardo una hora, otras que puedo tardar un día y otras que directamente no me salen con respecto a lo que pienso.” me contesta divertido por mi pregunta “Así que no hay una medida… aparte nunca he trabajado así con una medida standard de cantidad de trabajo que necesito para producir algo.” O sea que para Altuna no hay una orden implícita al momento de trabajar como pensar que en ocho horas tiene que dibujar dos o tres viñetas “Nonono, yo se que tengo una tira diaria que entregar, entonces si puedo tener dos como para tener un colchón, mejor. Pero nunca me obligo a trabajar así, con un horario establecido.”

Con respecto al evento que lo trajo al país, y específicamente que esté organizado por el gobierno nacional, opina “Sea quien fuere el que organiza y produce este tipo de cosas, el poner el foco en la atención en la cultura popular, no importa quién lo haga, siempre es importante” comenta entusiasmado, y luego continúa “En ese sentido Comicópolis es maravillosa y que haya venido tanta cantidad de personas, en un ámbito como Tecnópolis que no hay en ninguna parte del mundo, es genial.”
Siendo una persona que tuvo la posibilidad de viajar agrega “Y yo estuve en otros lugares y un parque temático con estas características donde todo es lúdico pero con el acento puesto en el conocimiento, en las ciencias y en la tecnología, no hay. En serio, no lo encontré en ninguna parte del mundo. Sí encontré parques en donde sólo se hace foco en lo lúdico, que no es bueno ni malo, es así. 
 Como Disney o cosas como esas. Esto es distinto.” y ahí marca una diferencia principal con respecto a otros países “Si esto estuviera en París sería motivo de una gran difusión internacional con tours que irían directamente al parque y todo eso, pero como se hace en un país periférico parece que estuviera fuera de contexto. Pero justamente por eso para mi es maravilloso.” Cierra apasionado.

Y aprovechando ese momento de intimidad, ese momento donde la pasión se escucha en sus respuestas, me atrevo a hacerle esa pregunta que tanto quiero hacerle ¿Será consciente Altuna de que para muchos hombres como yo, él es el responsable de que tengamos un ideal de mujer específico, será consciente de que si no fuese por sus dibujos nosotros seguramente buscaríamos otro tipo de mujer?


“A ver, el ideario de lo que tienen que ser las mujeres está en la calle” comienza, para luego de tomar aire y continuar “Yo ahora, y siempre, veo chicas que son muy bonitas, o sea que la habilidad que uno puede tener para representarlas no es más que una habilidad naturalista. El ideario de las chicas está en la calle, en los bares, en los cines, en todas partes. Chicas bonitas hay en todos lados. Lo único que hago es reflejarlo” contesta.

“¿O sea que lo único que sos, es ser un mejor observador de la realidad?” pregunto cómplice de su respuesta. Y entonces concluye “Claro” dice entre risas “Para no decir que soy mirón.”




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