miércoles, 30 de julio de 2014

The Leftovers, o cuando las ideas flotan en el aire - El Gabinete del Dr. Morholt.



Hay temas que son universales: el amor, la muerte, la relación con los padres, la guerra, la enfermedad, la sexualidad, el miedo a lo desconocido, el cuestionamiento de por qué nacemos y tantos otros etcéteras.

No es de extrañar entonces que ciertos productos culturales puedan repetir esos temas, más con la posibilidad de archivo que tenemos en este momento, donde podemos acceder a “Tristan e Isolda” y a “Romeo y Julieta” y no nos escandalizamos porque las dos historias traten de un amor que trae complicaciones a los protagonistas.


¿Pero qué pasa cuando, por ejemplo, se estrenan dos películas con la misma premisa en el mismo año y las dos son grandes producciones (los conocidos como “Tanques de Hollywood”)? ¿Qué lleva a productores y estudios a estrenar películas con premisas tan similares en el mismo año como “Dante´s Peak” y “Volcano” en 1997 o “Deep Impact” y “Armegeddon” en 1998 o “Rob Roy” y “Braveheart” en 1995 o “The Prestige” y “The Illusionist” en 2006 o “Skyline” y “Battle: Los Angeles” en 2010, por sólo dar unos pocos ejemplos?

Muchos podrán decir que se trata de espionaje industrial, o que ciertos guionistas van de estudio en estudio con su proyecto (y algún pillín les dice que no, pero se apropia de la idea) o quizás que algunos temas tienen momentos específicos para ser desarrollados y lograr la atención del público. 

Tal fue el caso de “The Happening” (del 2008) y “2012” y “Knowing” (ambas estrenadas en 2009) cuando el furor del posible fin del mundo predicho por los mayas para 2012 golpeó a Hollywood y les reveló la posibilidad de hacer muchas películas de desastres y apocalípticas.

También puede ser que realmente exista un campo de resonancia morfogenética (como lo llama el bioquímico Rupert Sheldrake) por el cual se explique, por ejemplo, que la tecnología del cinematógrafo haya aparecido casi simultáneamente en Francia (con los hermanos Lumière), en Estados Unidos (con Edison) y en Inglaterra (con Muybridge)… pero ese es un tema demasiado apasionante como para tocarlo en este momento.

Lo importante para esta nota es que cuando se estrenó la nueva serie de HBO “The Leftovers” varios apuntaron que era muy parecida a la serie de libros (y sus correspondientes adaptaciones cinematográficas) escritas por Tim LaHaye y Jerry Jenkins llamada “Left Behind”.

Y es que en ambos casos el punto de partida de las tramas es igual: millones de personas en todo el mundo desaparecen misteriosamente en un mismo instante. La confusión se esparce en los que no desaparecen y muchos creen que fue el arrebatamiento predicho en las sagradas escrituras, cuando Dios separaría a los justos y buenos de corazón de los que no lo son, para llevarlos al cielo.

El punto de vista de ambas historias, obviamente, es de los que se quedaron, aquellos que no fueron arrebatados, los que sin saber por qué, todavía están y no desaparecieron.

La serie de libros “Left Behind” consta de 16 tomos, editados desde 1995 a 2007, y tienen una visión totalmente cristiana del asunto (ambos autores son fervientes cristianos y Tim LaHaye aparte es pastor evangélico) y fue un éxito de ventas en todo el mundo.

Tal fue la repercusión de esta serie de libros que los autores fueron titulados por la revista Newsweek como “los nuevos profetas de la revelación” en 2004 año en que publicaron el libro número 12 y cuando se supo que al siguiente año se estrenaría la adaptación cinematográfica del tercer libro (las anteriores películas son del 2000 y 2002).

La recepción tanto de los libros como de las películas, si bien fue un éxito (los libros más que las películas que son bastante malas), también generó mucha polémica por ser una visión protestante del cristianismo… o para decirlo sin eufemismos, una visión totalmente anti-católica.

Ya desde el primer libro se deja en claro cuál es el problema de los que fueron dejados en la Tierra y no ascendieron al Cielo: van a ser víctimas del reinado del Anticristo, un poco conocido político rumano llamado Nicolae Carpathia que, aprovechando la confusión y desamparo de todas las naciones del mundo, se erige como líder supremo de la ONU con falsas promesas de paz y estabilidad tanto económica como social.

Sólo unos pocos cristianos saben la verdad y son los que deberán generar el “Comando de Tribulación” (título del segundo libro y su correspondiente película) para poder seguir con la palabra de Dios en los 7 años que durará el reinado del Anticristo hasta el verdadero apocalipsis.

La serie “The Leftovers” estrenada hace pocas semanas en HBO está basada también en un libro del mismo nombre cuyo autor, Tom Perrota, es uno de los responsables de adaptarla a la televisión. El otro es nada más ni anda menos que Damon Lindelof, conocido por todos por la serie “Lost” y por haber co-escrito películas como “Cowboys & Aliens”, “Prometheus” y “Star Trek Into Darkness”.

El libro original es del 2011, y no tiene una visión cristiana del asunto, si bien una de las conjeturas que los protagonistas se hacen es que quizás fuera el arrebatamiento.

A tal punto Perrota intenta separarse de “Left Behind” (a pesar de tener el mismo punto de partida) que en los primeros párrafos del libro se puede leer lo siguiente:

“De vez en cuando, en los años que siguieron, ella había visto a gente leyendo uno de esos libros de “Left Behind” en el aeropuerto o en la estación de trenes y pudo sentir una punzada de piedad y hasta un poco de ternura por aquellos pobres  estúpidos que no tenían nada mejor que leer, y nada más que hacer, que sentarse a soñar sobre el fin del mundo.”

Pero lo importante de “The Leftovers” es que no trata de explicar qué fue lo que pasó ni trata de ser una bajada religiosa, sino que explora cómo viven esos que se quedaron, esos que no son el 2% de la población mundial que desapareció y cómo se ven afectados por un suceso que nunca van a poder explicar.

Y justamente ese no saber, ese no poder explicar y ese sufrir es lo que hace interesante a la serie y lo que la aleja de los malos recuerdos que muchos todavía tienen de “Lost”. Porque acá no hay que esperar respuestas. Acá no va a haber un capítulo final que explique todo y que cierre todas las cuestiones y preguntas que se hacen tanto los protagonistas como los espectadores.

Para hacer una analogía, “The Leftovers” es parecida a “The Walking Dead” porque no importa por qué aparecen los zombies ni a cuántos zombies matan los protagonistas en cada capítulo. Lo importante es mostrar las relaciones humans y las reacciones de los protagonistas ante un contexto como el de un apocalipsis zombie.

Y así como con “The Walking Dead”, el clima de “The Leftovers” es opresivo, desalentador y oscuro, como lo son sus protagonistas. Personas que seguramente, antes del evento extraordinario que cambió al mundo, se reían al ver una noticia de una estatua de la Virgen llorando sangre o que tildaban de payasos a los que hablaban de abducciones extraterrestres en los canales de cable. 

Personas que ahora necesitan, aunque no lo acepten conscientemente,  una explicación y son capaces de aceptar las más descabelladas, con tal de sentirse seguros nuevamente, a pesar de saber que seguramente siguen siendo explicaciones descabelladas.

Con respecto al libro se ven desde el primer capítulo algunas diferencias que según los autores, no van a ser las únicas: los protagonistas no tienen el mismo trabajo, o no tienen las mismas relaciones, pero los conflictos parecen ser iguales.

La primera temporada contará con 10 episodios y ya se emitieron 5 de ellos por HBO. Los protagonistas son Justin Theroux (conocido por sus papeles en “Charlie´s Angels: Full Throttle”, “Zoolander” y por ser el guionista de “Iron Man 2” y “Tropic Thunder”), Amy Brenneman (conocida por sus papeles en las series “Judging Amy” y “Private Practice”), Christopher Eccleston (sep, nada más ni nada menos que el noveno Doctor Who , ahora también conocido por su papel de Malekith en “Thor: The Dark Wolrd”) y Liv Tyler (que creo no necesito escribir quién es ni en dónde trabajó).

Pero, no se si lo recuerda mi apreciado lector, pero empecé esta nota hablando de esos productos culturales que tocaban los mismos temas y eran mostrados al gran público el mismo año. Pues no era sólo para unir los conceptos y poder hablar de cómo la novela “The Leftovers” empezaba con la misma premisa que los libros de la serie “Left Behind”. Era porque para octubre de este año, cuando ya se hayan emitido los 10 capítulos de la serie, se va a estrenar una nueva versión de “Left Behind” protagonizada por ese actor que todos terminamos queriendo a pesar de que una vez casi casi se pone el traje de Superman: el mismísimo Nicholas Cage.

Sep, “cara de goma” (como le decimos los amigos) está estrenando una versión más “cine catástrofe” de “Left Behind” dirigida por Vic Armstrong, quien fuera doble de riesgo de Harrison Ford en las Indiana Jones y de Christopher Reeve en las dos primeras “Superman”, o sea un director con nada de experiencia (tiene sólo una película en su haber).

Según lo que dicen las noticias, este nuevo reboot de “Left Behind” no se centrará en la parte religiosa, sino solamente en la parte del evento y las consecuencias desastrosas que tiene.

¿Qué habrá sido primero? ¿la idea de Lindelof de llamar a Perrota para hacer la serie o la idea de reimaginar el exitoso libro en una nueva adaptación cinematográfica?

La respuesta no la tengo, así como los protagonistas de “The Leftovers” no saben realmente qué pasó con los que se esfumaron.

Pero así como ellos necesitan creer en cosas que antes les parecían descabelladas, yo prefiero creer en los campos de resonancia morfogenética y no en cosas más mundanas.
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