Todo parecía conspirar en mi contra esta vez. Si salía del trabajo a horario, podía llegar cómodo al cine sin problemas ya que estaba apenas a unas 18 cuadras de distancia. Pero no: el cierre de caja tenía que fallar una vez más y ante la ausencia de nuestro jefe, mi compañero de laburo y yo tuvimos que quedarnos después de hora hasta encontrar el error. ¡Justo hoy, justo esta noche!
Faltaban apenas 5 minutos para que el film empiece y la cola no avanzaba más. En un cine en el cual seguro deberé enfrentar cualquier contratiempo solo porque tengo entendido ninguno de mis amigos suele venir al mismo… pero… ¿ese no es…? ¿y está con su novia, aquí? Uh, no, si está con su pareja no le voy a romper las pelotas. Es obvio que sacaron las entradas por la web, como debería haber hecho si fuera un adulto responsable. Pasaron ya 5 minutos de la hora señalada para que comience el film, pero entre los trailers y eso… ¡Mierda, ya no venden más entradas para este horario, deberé comerme hora y media de la nada misma hasta la siguiente función! A menos que me la juegue por verla en 3D, algo que casi nunca hago por la diferencia de precios… Seh, seguro: hay un universo paralelo donde la termino viendo en 3D, claro que sí, cómo no.
¿$40 de diferencia entre una y otra, y la de 3D subtitulada empieza en ½ hora? ¡Adentro!
Ese fan llamado Miles Morales
Spider-Man: Into the Spider-Verse (2019) apareció por el radar de muchos de nosotros promediando el año pasado, cuando de los rumores pasamos a los hechos con un 1er trailer prometedor, pero la realidad es que nada podía prepararnos ni remotamente para esta experiencia.
Cuando uno está por ingresar a una sala de cine a ver una película de Spider-man animada que ni siquiera está protagonizada por Peter Parker y para colmo está producida por Sony, la misma empresa que en el pasado supo maltratar a nuestro héroe presentando cuestionables secuelas como el cierre de la trilogía de Sam Raimi o la continuación de aquella efectiva The Amazing Spider-Man (2012), uno se prepara para lo peor. Las expectativas son bastante bajas y las defensas muy altas, aún cuando pocas cosas de las que pudimos percibir en el trailer nos hacían ruido.
Lo primero que pensé cuando me enteré del plot general del film recuerdo que fue “bueno, que huevos que tiene Sony que se larga a estrenar en el cine un largometraje que va a presentar versiones alternativas de su personaje insignia”. Al momento recordé que hace unos años Warner/D.C. también tuvo huevos al estrenar un film protagonizado por villanos, Suicide Squad (2016). Huevos no es sinónimo de calidad, en eso estamos todos de acuerdo.
Sin embargo, todo está conectado. Hay un público receptivo para una producción como esta, y es un público masivo. Enorme. Spider-man no solo es el emblema de Marvel Cómics, es un personaje que forma parte de la cultura pop mundial, y en las últimas dos décadas, además, se transformó en un Héroe que corta tickets como pocos. Y no necesita que lo acompañen 25 camaradas para lograr cifras millonarias de recaudación, se la banca bien solo. Con 6 films live-action estrenados en 15 años y 2 participaciones importantes en algunas de las producciones más taquilleras de Marvel Studios, el personaje tiene un camino recorrido en la pantalla grande moderna que solamente puede ser comparado con el de Batman. Una de las escenas más emotivas del clímax de Avengers: Infinity War (2018) lo tiene como protagonista, y esa acertada elección por parte de los guionistas y directores de dicha producción no fue para nada azarosa: Peter Parker es un personaje querido por el público masivo, y lo que se haga o deje de hacer con él le importa a millones de personas.
Pero en Spider-Man: Into the Spider-Verse el protagonista es otro, y su nombre es Miles Morales. ¿Quién? Un adolescente afroamericano creado por el guionista Brian Michael Bendis y la dibujante Sara Pichelli que tuvo su inspiración en el ex-Presidente Barack Obama y el actor devenido en rapero Donald Glover, y que originalmente fue desarrollado para la línea Ultimate de Marvel Comics, un sub-sello editorial que contaba con una cronología paralela a la principal. El personaje, entonces, fue creado en el 2011 pero ya para el 2016 se las ingeniaron para introducirlo en la cronología principal e incluso incluirlo como miembro permanente de una extraña formación de los Avengers de ese momento que contaba con varios miembros casi tan jóvenes como él.
Nótese entonces que ya el tema de los “universos paralelos” es una característica que identifica a Miles Morales desde su mismísima génesis, sin embargo este dato no necesariamente es algo que conozca el común de la gente. Otro dato que tampoco maneja el público masivo es la existencia de múltiples tierras que co-existen con la nuestra y que podrían o no tener versiones alternativas de nuestro héroe favorito. El lector de cómics claramente cuenta con esa información, pero el resto de las personas mortales, aquellos que van a lograr (o no) que esta película funcione en taquilla, carecen de estos datos cuando ingresan a la sala, y deberán lidiar con lo que el guión les presente durante el transcurso de la película.
Inside the Spider-Verse
Entonces, tenemos a estos dos tipos, ¿no? Phil Lord y Christopher Miller, conocidos ya por haber escrito y dirigido Cloudy with a Chance of Meatballs (2009) y The Lego Movie (2014), y por haber estado detrás de la dirección de 21 Jump Street (2012) y su secuela, y a ellos se les suma Rodney Rothman, otro galardonado productor y guionista de T.V. que también tiene algunas intervenciones en el cine, y entre los 3 comienzan a pergeñar lo que terminaría siendo el mejor guión para una película de Spider-Man jamás escrito.
Así, tan sencillo como eso. El mejor. Aquel que no puede entender o reconocer este punto, tiene realmente un problema de comprensión enorme. No hay términos medios. Para los que somos fans del personaje, Spider-Man: Into the Spider-Verse es una caricia para el alma, es todo lo que alguna vez quisimos ver en un film de este personaje. Todo.
La complejidad de la trama jamás se desbalancea y nunca deja al espectador con menos información de la que necesita para comprender lo que está sucediendo. Y tampoco la regala o te satura de datos. Todo lo contrario: cada avance, cada vuelta de tuerca, cada giro está calculado y pensado para hacer avanzar la historia y entretenerte. El humor tampoco se siente excesivo, en parte porque es una película animada pero además porque es un humor inteligente, que muchas veces recurre a la complicidad del lector avezado con detalles sutiles y otras son perfectos gags escritos y actuados con una maestría infinita. Los guionistas se han encargado de recorrer, en poco tiempo y con decenas de referencias, la mayoría de las películas live-action previas del personaje, y te presentan un escenario en el que probablemente todas podrían confluir, pero a la vez es algo nuevo. ¿Cómo lograron esto? No lo sé, yo no escribí este magnífico guión, pero eso es lo que se puede sentir al ver este largometraje.
La presentación y el desarrollo de la mayoría de los personajes de peso es correcta y encaja con la trama. En muchos casos algunos de los personajes están puestos para ser apenas funcionales al argumento principal, pero incluso esos logran caerte bien y te terminas encariñando con ellos. Este es un film donde Miles Morales es el protagonista, pero eso no quiere decir que no vamos a tener muchísimo de Peter Parker, de su espíritu, de sus problemáticas, de sus enseñanzas y de la mochila que tiene que cargar por ser el héroe que New York respeta y necesita. Y el pequeño adolescente afroamericano, de la mano de su mentor, deberá recorrer un camino similar, el cual no estará exento de aventuras, peligros y mucho drama. Porque la vida de un Spider-man es así: intensa y dramática, forma parte del legado. El legado acá juega un papel importantísimo, quizás como nunca antes se vio en una película de este personaje.
Me martillo los dedos de las manos para no adelantarte absolutamente nada del guión, porque quiero que realmente corras a la sala de cine que más te plazca y disfrutes de esta experiencia como lo hice yo, con un mínimo de información acerca de todo lo que va a ocurrir en la misma, pero basta que sepas que hay un universo, el principal, aquel en el que vive nuestro joven futuro héroe, que por el accionar de algunos de los villanos que serán el azote de Miles y sus amigos logran que nuestro querido Peter se retire de su trabajo de héroe, y una vez más, gracias a la picadura de una araña, emerja de los suburbios de Brooklyn un nuevo Spider-man, el cual deberá prepararse para un desafío que quizás le quede un poco grande, y para afrontarlo es probable que deba recurrir a un poco de ayuda extra, máxime teniendo en cuenta la inexperiencia que tiene.
El trabajo de las voces no solo es digno de mencionar, fue fundamental para que esta producción logre llegarte de forma efectiva al corazón, y aún cuando el casting contó con voces de actores archi-conocidos como Nicolas Cage y Liev Schreiber, la realidad es que todos los involucrados logran dejar su huella a lo largo del film.
Y como si todo esto no fuera suficiente, tenés a Bob Persichetti, Peter Ramsey y nuevamente Rodney Rothman ejerciendo el trabajo de directores detrás de este largometraje animado, que junto con el departamento de animación hicieron algo que es casi imposible de describir. Si el guión es genial y el desarrollo de los personajes es acertado, la animación es directamente increíble, algo que se escapa de toda escala. Única en su tipo, fresca, super dinámica, repleta de luces y efectos ajustados para crear unos climas únicos, referenciado cada vez que pueden la narrativa del cómic, y utilizando un diseño de personajes que hace convivir lo mejor del papel con lo mejor de la animación. Esta película es lo más cercano que vas a ver en tu vida a un cómic animado, te lo puedo asegurar. Nunca viste nada igual, y probablemente van a pasar años hasta que seamos testigos de algo parecido. Soy una persona muy fanática de todo tipo de animación, y estoy muy acostumbrado tanto al trabajo mainstream occidental como al oriental… y jamás experimenté un largometraje animado como Spider-Man: Into the Spider-Verse. No hay un solo momento en todo el film en el cual encuentres un fotograma que te parezca aburrido, mal pensado o disociado con respecto a lo que venía antes, el trabajo que este equipo puso en el diseño está tan bien pensando que te causa envidia ajena. Y lo que hicieron con el diseño de personajes es… único. Es animación en 3D pero casi no se siente como 3D, pero tampoco se deja ver como animación 2D, es algo nuevo, algo que debería investigar un poco más para poder etiquetarla o clasificarla de forma correcta.
No entiendo como Sony logró un producto con una calidad tan grande pero lo agradezco infinitamente. Al salir del cine en lo único en lo que podía pensar es en lo hermoso que es vivir en estos tiempos, los cuales nos permiten poder disfrutar de productos como este. Cuando las cosas estén realmente mal en mi vida, espero siempre tener a mano el futuro Blu-Ray que claramente adquiriré de Spider-Man: Into the Spider-Verse, porque solo hará falta que le ponga play al mismo para volver a ser feliz. Eso es lo que sucede con esta película: te hace feliz, todo el tiempo.
Quiero que vos seas feliz, también. Anda a ver Spider-Man: Into the Spider-Verse y después contame. Fundemos una Iglesia, hagamos una religión alrededor de esta película, un credo, algo… se lo merece. No somos dignos.
Nos volvemos a leer la semana que viene, en este universo y este sitio, Tierra Freak.