Mis queridos lectores, llegamos por fin al final de este hermoso recorrido que comenzó a principios de este mes festejando los 30 años del lanzamiento del 1er número de Watchmen, al cual le siguió una entrada dedicada al contexto que permitió que esta obra tomara forma para luego dar cabida a una extensa entrada donde me focalicé en analizar las miniseries que respondieron a la consigna de expandir el universo que orquestaron Alan Moore y Dave Gibbons con la obra original, mismas que salieron bajo el título de BeforeWatchmen.
El cierre de este homenaje no podía evitar abordar una de las facetas más polémicas y, de todos modos, populares que el enorme legado de la maxi-serie Watchmen ha gestado: su única –por el momento- adaptación live-action al cine, una producción de Legendary Pictures y Warner Bros. que tuvo su estreno en U.S.A. en marzo del 2009, contó con un guión adaptado firmado por David Hayter y Alex Tse, y cuya dirección cayó en manos de un viejo conocido de la casa, el señorito Zack Snyder, responsable de orquestar films como la reciente Batman v Superman: Dawn of Justice (2016), Man of Steel (2013), Sucker Punch (2011), Legend of the Guardians: The Owls ofGa'Hoole (2010) y, por supuesto, 300 (2007), el primer largometraje de su autoría que lo relacionó de manera fuerte con el comic book americano.
Antes de largar de lleno con esta entrada, la cual, para sorpresa de muchos, será tentativamente más corta que las anteriores, vale una aclaración: esta película ya tuvo una crítica en Tierra Freak , la cual estuvo escrita por Saki, dueño y administrador del sitio. No es mi objetivo ni repetir entradas con temáticas similares ni tampoco generar polémica alguna contraponiendo posturas, y es por eso que la entrada de hoy no está enfocada en el film que pudo verse en las salas de cines, sino en el corte final del director, uno que se conoce como Ultimate Cut, una edición que salió a la venta en noviembre de ese mismo año (2009), que es incluso posterior al Director's Cut e incluye las mismas escenas nuevas que el corte del director pero con el agregado del cortometraje animado Tales of the Black Freighter editado e incluido dentro del film, extendiendo la duración de la experiencia a 215 minutos. El film criticado por Saki, la versión que se estrenó en los cines, solo arañaba los 163 minutos y no tenía incorporado de ninguna forma el corto animado.