Uno podría decir que desde que interpretó a Qui-Gon Jinn en el Episodio I de “Star Wars”, Liam Neeson se posicionó como héroe de acción (a pesar de que de acción tuvo poco y nada en esa película), pero nadie puede negar que su interpretación en “Taken” (principalmente la primera entrega, pero también en la segunda) fue lo que lo puso en el lugar de “hombre mayor que patea culos”, por lo que cualquier película que se estrene con él es digna de ser vista... o por lo menos de arriesgarnos a verla.
Muchos podrán decir que antes de eso protagonizó “Rob Roy” y ya era un actor interesante, pero, seamos sinceros, a nadie le interesó mucho esa película porque todos la vimos como una copia de la excelente “Braveheart” de Mel Gibson.
Lo importante es que sea interpretando al Maestro por el cual toda la Orden Jedi cae en desgracia a manos de Darth Vader o como aquel inmortal que entrena a Bruce Wayne, Neeson ya es parte de esos actores a los cuales le tenemos cariño, esa clase de cariño que crece en nuestro corazoncito nerdo.
Gracias a la gente de Alfa Films tuve la posibilidad de ver la última película protagonizada por este actor, que se estrena el día de mañana en los cines de la Argentina y voy a contar un poco qué me pareció… pero no se preocupen, no voy a caer en adelantar nada del film más allá de lo que se ve en el trailer (ahora si sos tan “purista” como para ni siquiera ver un trailer por miedo a los spoilers, pues lo lamento, lo tuyo es un problema importante).
La película está dirigida por el catalán Jaume Collet-Serra, que también hizo entre otras cosas “House of Wax” (sep, la que protagoniza la bellísima Elisha Cuthbert, pero que fue más conocida por ser la película en la que actuaba Paris Hilton después de la filtración de su video porno), “Goal II: Living the Dream” (la continuación de esa película que quiso posicionar al futbol como deporte en Hollywood y en la que aparecen varios futbolistas haciendo de ellos mismos) y “Unknown” del 2011, donde ya dirigió a Neeson.
En esta coproducción estadounidense-francesa también actúan Julianne Moore (creo que no hace falta recordar ninguno de sus trabajos anteriores), Corey Stoll (más conocido por su trabajo como Peter Ruso en la serie “House Of Cards”) y Linus Roache (conocido por su papel de Michael Cutter en la serie “Law and Order”, pero también por interpretar a Thomas Wayne en “Batman Begins”), entre los más destacados.
Cualquiera que haya viajado en avión (o visto o leído algo al respecto) sabrá que las “medidas de seguridad” se vieron afectadas después del atentado a las Torres Gemelas en EEUU, y esta película utiliza esa idea reinante en la población yanki de que nada es igual después de ese día.
En “Sin Escalas” se nos cuenta la historia de Bill Marks, interpretado por Neeson, que es un oficial de seguridad aérea, de esos que según nos dicen, hay en cada uno de los vuelos de las aerolíneas importantes y que se hacen pasar por pasajeros para poder actuar en caso de que algo suceda en el viaje. La historia personal de Marks es trágica, pero principalmente su trabajo apesta y desde septiembre de 2001 es aún peor.
Los miedos, prejuicios y situaciones que no deberían ser normales, pero a los que parece que ya nos acostumbramos, son explotadas por los guionistas, jugando con los estereotipos y los mapas mentales de los espectadores. No es difícil entender las miradas sospechosas de los pasajeros estadounidenses cuando un musulmán sube al mismo avión que ellos, pero a la vez, cuando se piensa un segundo, entendemos que ningún terrorista va a subir a un avión con el clásico aspecto casi caricaturesco de un seguidor de las enseñanzas de Mahoma.
Del mismo modo dar por sentado que dejar que nos palpen, nos hagan sacar los zapatos o que revisen nuestros equipajes es una forma de mantenernos cómodos en la sensación de seguridad y no verlo como una afrenta a nuestras libertades civiles, es algo con lo que los guionistas y el director juegan y nos dejan en evidencia.
Pero ante todo esta película, más allá de los mensajes que se puedan leer entre líneas, es una película de acción.
Y esta comienza cuando Bill Marks, ya en pleno vuelo, recibe un mensaje de texto en su celular de un desconocido que amenaza con matar a un pasajero del avión cada 20 minutos si no se le transfiere una cierta cantidad de dinero a una cuenta bancaria. De ahí en más, y por más de 100 de los 115 minutos que dura el film, toda la acción sucede dentro del avión.
El director utiliza un recurso conocido para cualquier seguidor de series como “House of Cards” o “Sherlock” y es el sobreimpreso en la pantalla de los mensajes de texto. Ese recurso, muy bien utilizado para demostrar el anonimato de la amenaza, y la idea de encierro por no tener dónde escapar al estar a más de 40.000 pies del suelo, hace que la adrenalina suba cada vez que escuchamos el ringtone sonando en el celular de este agente de seguridad que aborrece su trabajo, pero que es el único que puede hacerlo.
Si bien es una producción de Hollywood y tiene algunos temas imposibles de obviar y que son clásicos en cualquier película que ese mercado estrene por lo que podemos hacer la vista gorda (cuando las vean van a entender a lo que me refiero), la película es un entretenido viaje que no para un segundo y nos hace olvidar que son casi dos horas de estar sentados, casi como un viaje en avión de Buenos Aires a Salta.
Habrá que ver si la dupla Neeson-Serra puede lograr una tercera película tan entretenida como “Unknown” y esta “Sin Escalas” con la próxima a estrenarse “Run All Night”, proyecto en el que trabajaron juntos y que ya está en post-producción (tiene fecha de estreno en 2015).
Lo que es seguro es que por ahora no nos defraudaron y, entonces, podemos seguir arriesgándonos tranquilos, que nuestro corazoncito va a seguir bombeando nerditud cuando vea a Liam Neeson en pantalla, pateando culos como tanto nos gusta.