La vida de quien escribe estas líneas en este poco prometedor comienzo del 2018 no está siendo sencilla, mis queridos lectores, y prueba de eso es mi ausencia la semana pasada de esta columna producto de la impericia del proveedor de internet Fibertel que me tuvo a maltraer una semana y 2 días privándome del servicio aún cuando no acuso deudas y pago puntualmente todos los meses antes de la 1er fecha de vencimiento. Eso recibimos los buenos usuarios de este tipo de servicios en este país cuando cumplimos con nuestra parte de manera intachable: un buen dedo en el orto o en el mejor de los casos la absoluta indiferencia del servicio de atención al cliente.
Pero no es mi intención abrumarlos con un descargo o, en todo caso, una excusa sobre mi ausencia, aunque una de las premisas que me propuse para este año sería la de hacerlos parte a ustedes de las vicisitudes que muchas veces no permiten que entregue mi trabajo con la regularidad putada con el sitio. Dicho esto, como lo vengo haciendo hace ya un par de años de forma ininterrumpida hasta el año pasado, hoy toca reseñar de forma corta y casi al pie el Top 10 de los mejores shows televisivos que comenzaron este año que se nos acaba de ir. Y como esta descripción lo establece, esto no es un muestrario de lo mejor que entregó este medio en materia de ficción este año sino sencillamente aquellos shows que comenzaron su andadura el 2017 y que son dignos que pelear por un puesto en este ranking. Debo confesarles que tuve que dejar muchas propuestas afuera, como por ejemplo algunas buenas producciones de Netflix del tipo Ozark, GLOW, American Vandal o Dark, y también otros estrenos que se dieron en otras señales, como The Orville , Knightfall, Gunpowder, Room 104, Lore, The Sinner, Chance, Manhunt: Unabomer, Sneaky Pete y Goliath, todas excelentes series o mini-series que claramente podían pelear un puesto entre las 10 mejores, pero no lo lograron porque consideré que había otras propuestas que contaban con más méritos, las cuales paso a señalar al instante:
1.- Rellik
La idea de esta selección que tiene poco de arbitraria (aún cuando sigue siendo un Top que confecciono yo sin ninguna ayuda) y mucho de pensar el perfil del lector de este sitio es recorrer un poco todos los espectros de géneros que nos gustan, y uno de ellos sin duda alguna es el policial. Siendo así, creo que esta producción británica que lleva por nombre Rellik es la propuesta dentro de este género más interesante que se ha estrenado, superando incluso a joyas como las ya mencionadas The Sinner, Chance, Sneaky Pete o Goliath, no tanto por el caso policial que se presenta per se sino más bien por la forma en que se lo hace. A mi entender, la propuesta estética y la narrativa importan tanto –o más, en algunos casos- que la trama y el desarrollo de los personajes, y aquí los hermanos Jack y Harry Williams dieron en el clavo con una historia contada de atrás hacia adelante, en sintonía con algunas producciones cinematográficas recientes que recurren al mismo recurso.
Rellik cuenta con solo 6 episodios que te los comes en un fin de semana y te sobra tiempo para clavarte algo más, y en esas 6 horitas vamos viendo desenmascarar cada una de las capas de cebolla de un caso policial que involucra al detective Gabriel Markham en la chamuscada piel de Richard Dormer para llegar a la génesis del inicio de un caso que le costó parte de su rostro y cargó con su inestable situación familiar. Al comienzo cuesta un poco encajar las piezas, pero luego de consumido el primer episodio, cuando entramos en el juego, la trama se vuelve altamente adictiva y no nos permite despegarnos de la misma hasta el final… que en este caso es el principio.
2.- Mindhunter
Producida por David Fincher y Charlize Theron, Mindhunter fue uno de los estrenos más cerraditos de Netflix de este año, aunque bien vale aclarar, el ritmo de este show no es para cualquiera. Si te interesan los asesinos seriales, definitivamente esta es la serie que tenés que ver, porque el leitmotiv de Mindhunter es, ni más ni menos que el estudio de los perfiles psicológicos de asesinos y violadores para desarrollar perfiles –valga la redundancia- que, a futuro, les permitan capturar a esta particular clase de criminales, los famosos serial killers, que allá por 1977, año en el cual se sitúa el show, formaban parte más del mito que de otra cosa.
Los agentes del F.B.I. Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) entonces logran convencer a sus superiores directos de que es necesario crear un departamento especial dentro del Buró que se dedique puntualmente a este tipo de asesinos, y es así como en poco tiempo incorporan a la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv) y llevan adelante los inicios de lo que terminaría siendo una de las puntas de lanza de este departamento de investigaciones federal.
Todos podemos admitir que el punto fuerte de Mindhunter quizás no sea su ritmo, pero en donde gana mucho terreno y logra enamorar a varios es en la transcripción exquisita y al mínimo detalle del camino que estos agentes tuvieron que recorrer para lograr su cometido, combatiendo muchas veces la estupidez reinante de agentes entrenados que se ciegan ante los prejuicios de la época. La tenacidad de los protagonistas para no bajar los brazos aún cuando tienen todo en contra es reconfortante y podría servir de inspiración para muchos de nosotros. Bonus track: la serie cuenta con 10 capítulos 8por el momento, ya se anunció una 2da temporada) y los 2 1ros junto a los 2 últimos están dirigidos por David Fincher.
3.- The Deuce
Es difícil, por no decir imposible, que HBO no aparezca año tras año en este Top 10. Y juro que no lo hago a propósito, pero aún con el advenimiento de las señales streaming que hoy están en boca de todos y supuestamente amenazan la existencia del cable, HBO sigue siendo un canal que produce muy buen material, y no se acuesta a dormir reposando en el éxito de la, quizás, serie televisiva más exitosa e importante, culturalmente hablando, de todos los tiempos. No clavaron ningún show en mi reseña de los estrenos del 2013 pero en el 2014 tuvimos los arribos de Silicon Valley y True Detective, y una vez más en el 2015 un acusaron nada relevante pero de nuevo en el 2016 se despacharon con The Night Of y Westworld… así es HBO: cuando te la pone, te la pone doblada (?)
Y ojo, este año estuve a un pelo de hacerlos meter un doblete también, porque a mí particularmente Big Little Lies me pareció magnífica, pero entiendo que los otros 9 puestos están muy bien seleccionados, y siendo así la vencedora para este lugar es The Deuce, una serie que cuenta con la ventaja de tener detrás de cámaras a genios que ya se encargaron de llevar adelante una gloria de este medio, en esta misma señal: David Simon y su eterna mano derecha George Pelecanos fueron los escritores, productores y showrunners de las 5 temporadas de The Wire, esa magistral pieza de arte policial que retrató como nadie los bajos fondos de Baltimore.
En este caso la ciudad abordada es la New York de los ‘70, donde la violencia y la epidemia de drogas están a la orden del día. En ese escenario, los hermanos gemelos Vincent y Frankie Martino, ambos magistralmente caracterizados por un James Franco que no para de ganarse elogios y aplausos con cada cosa que hace, se convierten en frentes de la mafia cuando operan desde el Times Square, lugar en el cual la exótica "Candy" (en la piel de Maggie Gyllenhaal), una de las pocas prostitutas que no se ha dejado “regentear” por algún grone chulo, recurre a la ahora emergente industria del porno para mejorar su situación económica.
The Deuce, como lo hiciera The Wire en su momento, trabaja sobre un relato lineal pero que no se ajusta a los parámetros de la televisión a la que estamos acostumbrados. Sus tiempos son otros, y su estructura narrativa es bastante desestructurada. No necesariamente todos los capítulos tienen un epicentro sobre el cual se despliega la trama, con un desarrollo, un clímax y un desenlace con su correspondiente cliffhanger, es más bien una historia fluida que se va desenvolviendo en sus 8 capítulos sin pausa pero tampoco sin prisa. Solo para paladares exquisitos.
4.- Philip K. Dick's Electric Dreams
Prometo que apenas finalice la temporada en curso voy a dedicarle a este show su correspondiente entrada, pero por el momento tendrán que conformarse con esta más que digna mención. Algunos dirán que por fin el escritor Philip K. Dick tiene el lugar que le corresponde en esta nueva televisión ficcional que atrae a todo tipo de público, otros dirán que una vez más la obra de este prolífero y polémico autor se ve mancillada por pobres adaptaciones audiovisuales que nunca jamás logran capturar la esencia de sus cuentos o novelas. Lo cierto es que Philip K. Dick's Electric Dreams es un producto muy cuidado que, además, cuenta con un montón de sorpresas en su casting, máxime teniendo en cuenta que es una antología en la cual en cada episodio adaptan un cuento corto de Dick, los cuales no necesariamente están circunscriptos en el mismo universo ficcional.
En Inglaterra los estrenos de cada capítulo fueron puestos al aire por Channel 4, y en U.S.A. por Amazon Video, y esta co-producción se da de esta manera porque los escritores que tienen por misión adaptar cada cuento son tanto británicos como yanquies. Y entre las estrellas que protagonizan esta serie tenemos a grosos como Steve Buscemi, Anna Paquin o Bryan Cranston y a no tan grosos pero de todos modos muy conocidos como Geraldine Chaplin, Benedict Wong, Terrence Howard o Richard Madden (Robb Stark en Game of Thrones). Imposible de evitar.
5.- Future Man
Una de las sorpresas de la temporada, al menos para mí. Si 5 años atrás venías y me decías que el gordo fumón de Seth Rogen iba a ser el productor de dos de las series de T.V. que más disfruto en este momento, como ser Preacher y la que toca reseñar en este párrafo, te respondía: “estás fumando de la buena, convidá, forro”. Pero es así, y todos quedamos con la mandíbula en el suelo.
Future Man es un show que salió por la señal Hulu en noviembre del año pasado, y contó con un casting al menos cuestionable: el bobi de Josh Hutcherson que los que tienen muy buena memoria lo podrían ubicar por su activa participación en la saga fílmica The Hunger Games, y gracias. Y luego la tríada protagonista se cierra con Eliza Coupe y Derek Wilson. ¿Quiénes? Exacto. Pero, ¿viste?, esta es una de esas cosas donde no te esperas nada porque no hay chapa por ningún lado, y sale una genialidad que no se puede creer. Prometo más pronto que tarde encargarme de hacer, también para este show, una reseña digna de la magia que me dio en sus 13 episodios, pero por el momento voy a contarles que dentro del mismo se encuentra una de las mejor logradas aventuras de viajes en el tiempo, en la cual recurren a absolutamente todos los tópicos y clichés del género, siempre tratados con el mayor de los respetos o, en su defecto, con un majestuoso homenaje. Y esta es una producción que no se anda con chiquitas, y a la hora de referenciar a uno le queda la impresión que no dejó títere con cabeza y logró un recorrido animalísimo paseándose por absolutamente todos los paradigmas de esta temática. Todos. Dudo se haya estrenado algo este año que haya sido tan divertido y a la vez tan fresco, innovador y de todos modos nostálgico. Aplausos de pie. ¡Y que viva Wolf, la san concha de Cameron!
6.- The Handmaid's Tale
Y de la aventura y la risa pasamos al más crudo drama de un futuro distópico con un guión que adapta la novela homónima de 1985 escrita por la “activista”, crítica, poetisa y novelista Margaret Atwood. El arquitecto detrás de esta adaptación televisiva que también salió para Hulu fue Bruce Miller, un productor que contaba en su CV con shows que para muchos pasaron sin pena ni gloria como por ejemplo “Eureka” o “The 100”, pero que ahora está en boca de todos por el muy buen recibimiento que tuvo este estreno por parte de la crítica especializada.
La novela de Atwood toma elementos de obras previas, como por ejemplo la clásica 1984 de George Orwell, pero no se queda con eso, va unos pasos más allá, e imagina la progresión máxima del patriarcado: un futuro no muy lejano en el cual la tasa de natalidad del mundo se desploma como resultado de enfermedades de transmisión sexual y de la contaminación ambiental. Sumidos en un completo caos, el gobierno teocrático, totalitario y cristiano de "Gilead" crea nuevas reglas para una U.S.A post-guerra civil, y establece que desde ese momento la sociedad estará organizada por nuevas clases sociales que a su vez estarán adoctrinadas, manipuladas y lideradas por un puñado de milicos, como si se tratara de una dictadura. En este nuevo orden las mujeres son completamente subyugadas, y la ley les impide trabajar, leer o siquiera controlar dinero o propiedades. Un perro es probable que tenga más derecho que una mujer. La infertilidad mundial ha llevado al reclutamiento de las pocas mujeres fértiles que quedan en Gilead, llamadas Handmaids (criadas) de acuerdo a una "interpretación extremista" de un versículo de la Biblia.
Es así como cada una de estas criadas es entrenada, corregida y educada para luego asignarla a los hogares de los altos gobernantes, donde deben someterse a una violación ritualizada por sus amos para quedar embarazadas y así poder proveer de hijos a estas familias. Precioso.
Y esto es apenas una pequeña pincelada de las nuevas doctrinas y costumbres de este sistema absolutamente aberrante y, a su vez, demasiado familiar en muchos de sus aspectos más polémicos. Hay normas para las vestimentas, y los colores asignados para cada clase social, y hay grupos de mujeres que tienen ciertas obligaciones y no pueden moverse un ápice de los laterales que marcan dichas actividades. En medio de toda esta vorágine del culto al pene erecto, una impresionante Elisabeth Moss caracterizará a June Osborne (re-bautizada como Offred, que viene de la unión de las palabras “of” y “Fred”, el nombre de su amo, o sea… Offred sería algo así como “es de Fred”), una criada que hará lo imposible por no cagarla y morir, siguiendo cada regla hasta en su máximo detalle, aún cuando tiene muy fresco el recuerdo de su vida pasada antes de la guerra civil, cuando era madre de familia… ¿pero hasta cuanto se puede tolerar?
Aunque a primera vista quizás no llame demasiado la atención, The Handmaid's Tale es definitivamente un bicho raro, uno de esos productos que nos hacen acordar que en este medio siempre se puede ir por más, siempre podemos apostar por productos únicos e inclasificables como la clásica The Prisoner de 1967, un show con al que la producción de Miller le debe un montón.
Aunque a primera vista quizás no llame demasiado la atención, The Handmaid's Tale es definitivamente un bicho raro, uno de esos productos que nos hacen acordar que en este medio siempre se puede ir por más, siempre podemos apostar por productos únicos e inclasificables como la clásica The Prisoner de 1967, un show con al que la producción de Miller le debe un montón.
7.- American Gods
Los últimos 4 puestos los he reservado para 4 shows que ya he reseñado en el sitio en su momento, en casi todos los casos habiendo visto tan solo el piloto. Pero si están acá es porque todo lo que prometió esa primer emisión cumplió y hasta puede que haya dado un poco más.
Yo puse muchas fichas en AmericanGods y tengo que decir que claramente no salí decepcionado en absoluto, pero me hubiera gustado que la historia avanzara un poco más. Máxime cuando ahora nos enteramos que las condiciones para el estreno de la 2da temporada han cambiado un montón, ya que tras la partida de los showrunners Bryan Fuller y Michael Green por diferencias creativas y sobre todo económicas con la cadena Starz, se les suma la de Gillian Anderson, quién tengo entendido su alejamiento tiene que ver con solidarizarse un poco con lo ocurrido con Fuller y Green. Una mierda, peor que Tinelli esto. Una vergüenza, además, que una señal como Starz no encuentra la manera de llegar a un acuerdo con los creadores del show para que todo siga adelante y fluya sin más conflictos.
Pero lo cierto es que esta primer temporada se estrenó, fue un deleite audio-visual con momentos emotivos, eróticos, exóticos y extrañísimos, muy en la onda de la novela original de Gaiman y con todo el poder que pueden ofrecer los FX’s digitales de hoy en este medio. Nadie nos quita lo bailado.
8.- Taboo
Se estrenó tan a comienzos del 2017 que es probable que muchos se hayan olvidado ya de su existencia, pero si alguien no le perdió pisada al excitante y emocionante viaje de Tom Hardy en Taboo es quién escribe estas líneas, que la pasó de reputísima madre con este show.
La historia de James Keziah Delaney no solo es digna de contar y recordar, es el tipo de historias que hace el mundo girar en el sentido correcto. Es una historia mórbida, repleta de misterios familiares, pero además es una historia de coraje, de lucha, de supervivencia, de picardía y sobre todo de mucha inteligencia. Delaney es casi un ajedrecista, anticipando cada uno de los movimientos de sus oponentes y planificando y ejecutando la venganza perfecta, no sin un dejo de sacrificios en el camino que le reportarán, quizás, nuevas heridas que se cruzarán sobre las que ya cargaba. 8 capítulos que encierran una historia sórdida, repleta de misticismo, rituales, pólvora, putas, alcohol y mucha sangre. Justo lo que te recomendó el médico para este veranito, si es que aún no la viste.
9.- Punisher
De las 4 series que dejé para el final porque ya las he reseñado, esta es la única que pude consumir en su totalidad antes de entregar mi opinión, así que lo que ponga aquí será por demás redundante, pero a todos debería quedarles más que claro que si tienen que elegir uno de los estrenos de este año de la sociedad entre Marvel Studios y Netflix para ver, ese debería ser Punisher, porque este show fue, por lejos, lo mejor que entregaron.
Nunca vieron, en carne y hueso, un Frank Castle tan querible, y a la vez tan sacado, tan dolido, tan destruido por dentro, y que desde su oscuridad inherente entrega momentos que piden a gritos por una redención y reclaman compasión. Jon Bernthal: R E S P E C T
10.- Legion
¿Podemos decir que, en relación a los Muties, este es EL AÑO DE FOX? ¿Esta es la misma FOX que yo me encargué de vapulear hace apenas 5 años?
Sí, loco, es increíble pero es la misma. Es la misma que produjo y estrenó la monumental e inolvidable Logan (2017), la misma que puso al aire la muy digna TheGifted, la cual terminó mucho más alto de lo que yo esperaba, y la misma que, a mi entender, estrenó el mejor show superheróico de este 2017: Legion .
Y por ese motivo Legion quedó para el cierre de este Top, porque la realidad es que no se hacen cosas como este show todos los días, todos los años. Y los lectores de comics, hoy, lo vivo diciendo y lo repetiré hasta el hartazgo, somos muy afortunados y creo que llegado cierto punto no nos merecemos tanto. Hoy aquel que viene leyendo comic-book americano hace 2 o 3 décadas está en el ojo de la tormenta de Hollywood. Nunca jamás en la historia de estos tres medios –el comic, el cine y la televisión- hubo una comunión tan grande, plagada de adaptaciones que se acumulan todo el tiempo, tantas que incluso muchos de esos lectores no encuentran tiempo para consumirlas. ¡Increíble! ¡No tenemos tiempo para poder leer y ver todo lo relacionado con el comic book superheróico!
Y Legion es de esos productos que equilibran hacia arriba. Habrá quienes salten a criticar el valor de esta producción cuando la realidad es que de “adaptación” tiene poco y nada, dado que el producto final conserva muy pocos elementos distinguibles del papel. Pero, a ver… hay mutantes, muchos de ellos conocidos, hay poderes, hay menciones a personajes con mucha chapa, apariciones de villanos clásicos, pero sobre todo hay una propuesta audio-visual que raya lo ridículo en cuanto a la frescura de su narración. Amigo lector, yo te pregunto: ¿qué más querés?
Legion es todo. No somos dignos. Vean Legion, si aún no lo hicieron. Nos volvemos a leer, si Fibertel lo permite, la semana que viene, aquí, en Tierra Freak.