Vos no lo podes creer. Yo tampoco podía creerlo el martes a la mañana. Pocos podemos creerlo, pero finalmente llegó. Llegó el día en el cual POR FIN podremos asistir a la batalla final, la madre de todas las batallas cinematográficas, al desafío definitivo, al encuentro más esperado, a una historia que tiene como prólogo ni más ni menos que 18 películas. Por supuesto estoy hablando de Avengers: Infinity War (2018), la magnánima producción de Marvel Studios que funciona como un cierre de los eventos que, como si formaran un equilibrado y balanceado dominó, se comenzaron a precipitar hace sólo 10 años en aquella inolvidable Iron Man (2008).
Avengers: Infinity War es la apuesta más grande de Marvel Studios y Disney, el peso que tiene esta producción sólo puede ser medido en millones, y el multimedios del ratón más famoso de la tierra se enfrenta hoy a un desafío casi imposible: recuperar una inversión de casi U$S 400 millones en el primer fin de semana, algo inédito en la historia del cine. Tengan en cuenta que el film que más recaudó en el fin de semana de estreno de Marvel Studios sigue siendo la 1er Avengers (2012), con U$S 207 millones, seguida por la reciente Black Panther (2018) con U$S 202 millones. ¿Lo logrará?