Creo que aún estoy a tiempo para hacer una review del último número de La Murciélaga, no?
Esta vez más que un simple número, creo que estamos frente al mejor número de la revista, sin exagerar. Hay un conjunto de cosas, aparte de los autores, muy poderosas que se han dado en esta entrega y el resultado se nota.
La voy a desmenuzar pieza por pieza, por la mágia entregada. No voy a contarles de que se trata puntualmente cada una, porque claro, la idea es que no se pierdan este numerazo y lo lean ustedes mismos. Solo quiero remarcar punto por punto, sin entrar en detalles, lo magnífico de ésta estrega.
Larga el número con una poténte tapa del experimentadísimo Niño de Cobre, con varios guiños, de Nico Di Mattia, ya desde el vamos se empieza a pintar de que irá la antología.
Apenas pasamos la página nos encontramos con una tira de Chumbi, alucíva al título de la revi.
Como de costumbre, Pupi Herrera la descose ilustrando la Editorial, que nos cuenta más o menos de qué irán las páginas siguientes.
La revi continúa con Las andanzas de Vlad Tepes, historieta que publican semanalmente en Marche un Cuadrito, historias autoconclusivas con lindos clichés homenajientos, con guión de Silvio Galizzi y dibujos de Matías Bergara, que cada vez logra mejores expresiones con la tableta gráfica. La tapa de éste comic fue a cargo de Nico Di Mattia, con un nivel de realismo sorprendente(mente preocupante! que onda? hizo un pacto con el diablo para lograr estas ilustraciones?)
En la sección La Murciélaga de Autor, donde cada artista trabaja libremente sobre el personaje/título de la misma, se luce el mítico Rosarino Carlos Barocelli, con una versión en acuarelas de la hostia.
Acá es cuando se pone reloca (pero para bien, eh!) la antología, aparece Él vino a salvarnos de Geb con tapa de Lucas Aguirre.
Yo no creo mucho en la objetividad, pero aún así aclaro que si en algún momento pensaban encontrarla en Tierra Freak, vayan olvidándolo. También pido disculpas si algunas cosas terminan pareciendo una chupada de medias marca patito, no es la intención, tampoco ganaría nada, ni que fuesen vedettes y quisiera volteármelas.... pero hay pibes que laburan muy bien y de un modo muy original, distinto a todo.
Uno de estos pibes, claramente, es Geb Baró, que se manda cinco páginas con un ambiente y fluidéz, que terminás pensando que viste un corto animado en youtube.
Grock de Pablo Tambuscio con tapa de la eminencia Burda, siempre deleitándonos. Tambuscio se luce con otras cinco páginas, acá lo más remarcable, entre otras cosas, es el manejo de los climas, usa unas tonalidades geniales para ambientar. Y la narratíva también es mágica.
Barriletes Cósmicos del pibe Lamonicana con tapa de Marcelo Mosqueira.
Siguiendo con los delirios buenisimos, Lamonicana hace lo que mejor sabe hacer, QUI-LOM-BO, pero ÉL quilombo como los dioses! relatado con esos dibujos que tan bien cuentan las cosas. No encuentro palabras para hablar de su estílo, cuando lo leés es como una mezcla de familiaridad con algo totalmente nuevo, es genial.
La Masacre del 29 de Agosto, Parte 2 de Diego Simone con tapa de Blas Rodriguez.
Simone es de esos tipos que uno sabe que van a ser muy grandes en el futuro, tipo los próceres del dibujo nacional de todos los tiempos. "Te estás yendo a la mierda" pensarán, pero no, creanmé que le he visto muchísimos trabajos a éste tipo, y no solo son todos distintos en estilos, sino que están TODOS buenos.
Para este número se manda un clásico, y más allá de que sea "fílmico" logra que las viñetas sean muy cinematográficas, fluye increiblemente.
King of Demons II por Tony Ganem con tapa de Esteban Loeschbor.
Don Ganem abre la puerta a otro clásico, pero por otro lado distinto, aunque como el resto, todo va de la mano. Acá te vas a sentir identificado quieras o no. Y si no tuviste infancia, quisás estas páginas te la regalen.
Proyecto Glut de Patricio Plaza con tapa de Agustín Gomila.
Este es el único autor que conocí con éste número y la verdad que de diez, re-expresivo y con viñetas explosivas.
El Niño de la Máscara por Scuzzo, cierra esta entrega con un cuentito corto, sutil y nostálgico.
¿Por qué no me detuve a hablar de las historias en si? Creo que todo el conjunto y cómo las hicieron, es lo que hace que para mí sea el mejor número de La Murciélaga. Para tanto? sí.
Parece que los muchachos, se pusieron de acuerdo, y lograron tocar todos temas caracterísicos de una excelente infancia, desde distintos puntos. Yo no sé como fué bien, pero me imagino a los autores tomando cerveza y tirando temas sobre los 80s y demás "yo hago sobre la música", "tonces yo elijo los jueguitos", "bueno, me canto las pelis de terror!", y así. Van a ver la sensación que les deja la revista.
Aún mejor, hay un hilo conductor bastante visible que le dá unidad a todas las historias, terminás de leer todo y te da un sentimiento similar a cuando terminaste de escuchar uno de esos discos maravillosos que son un todo perfecto, cierra por todos lados. Y ni hablar de la cantidad de guiños, homenajes, burlas y hasta fusiones bizarrísimas que hay en todas las páginas. Poner un detallito de un guiño en un comic y que el lector lo reconozca es genial, pero poner muchos y relacionados es tremendamente efectivo. No pienso contarles nada, pese a que me gustaría dejar una lista de personajes de series, películas, música, televisión, nacional, internacional, dibujos animados y demás.... no lo voy a hacer.
En fin, si no compraste en tu vida La Murciélaga, no hay mejor número que éste para empezar. Querías historietas nacionales buenas? acá tenés.
Trailer La Murcielaga #8 from Diego Simone on Vimeo.