Vuelve a colocar esa mandíbula en su sitio, querido lector, porque no es tan raro que esta semana le dedique mi columna a la convención de videojuegos más importante de la industria… tengo un pasado gamer, y cada tanto me hago cargo del mismo, como sucede en este momento. Pero esta vez vamos a abordar el tema de manera distinta a cuando lo hice con la SDCC, porque en este caso me parece innecesario hacer un recorrido por el origen y el camino que este evento recorrió. Vamos a ir directo a los bifes y ahondaremos en lo que directamente me interesa contar de los festejos de este año, porque hay mucho que mostrar y porque además me guardé un bonus al final de la reseña que tiene que ver con nuestro querido país, Argentina. A lo nuestro.
