El cine nacional es algo raro. Es algo raro porque pasó durante mucho tiempo por etapas en donde se lo calificaba según las temáticas que tocaba, o la forma en que se filmaba y si algo respetaba esas formas o temas era “buen cine nacional” y si no lo hacía directamente no era tenido en cuenta.
Y como con todas las definiciones, el problema lo tenemos con esas cosas que no son comprendidas por esa definición y, por lo tanto, terminan siendo invisibles (y por lo tanto inexistentes) para quien sólo cree que lo definido es lo único que existe.