Actualmente los cómics gozan de un extraño prestigio en la cultura popular, concedido en gran medida por la proliferación de sus historias y personajes en otros medios y la consecuente aceptación social de lo que en otra época hubiese podido representar una condena social importante. "Basado en un cómic" parece ser un sello que cada vez tiene mayor valor a la hora de hablar de una serie o película, si bien mucha gente no sabe bien por qué, porque en una amplia parte de los casos jamás leyeron un cómic o tuvieron un acercamiento muy acotado al medio. Así las cosas, hay ciertos nombres y personajes que parecen pegar más entre los interesados, dentro y fuera de las viñetas, no en menor medida como fruto de la actividad en redes sociales e internet en general. Basta con que una viñeta o personaje se convierta en un "meme" para que pase a ser una pseudo-celebridad en el espacio virtual. Ni que hablar si tiene una película que lo acompañe.
Pensemos en el éxito desmedido que cosechó Marvel con sus Avengers (otrora una Liga de la Justicia de la B) o sus Guardians of the Galaxy (Avengers de la C). El humor, un look vistoso, una determinada actitud y el "boca a boca" han puesto a varios personajes de las viñetas en la mira de la cultura popular y los han convertido en íconos representativos de un medio, muchas veces sin merecer realmente ese estatus. En este contexto, para los lectores de cómics la palabra "sobrevalorado" es moneda corriente, y cada uno tiene su visión, acorde a sus conocimientos, de qué personajes merecen mayor o menor atención del ojo público.