viernes, 26 de abril de 2019

Avengers: Endgame - Cueste lo que cueste - La Columna de Logan


Algunos creíamos que este día nunca llegaría. De repente se nos figuró tan lejano... y sin embargo, estamos por fin acá. El día de ayer se estrenó en todos los cines de nuestro país Avengers: Endgame (2019), la esperada continuación de la polémica y muy dolorosa Avengers: Infinity War (2018), la que nos revelará las necesarias respuestas a preguntas que nos venimos haciendo hace un año, ni más ni menos, y la que, una vez más, dividirá las aguas en cuanto a la opinión. Todo fin de un ciclo tiende a ser polémico, pero esta producción de Kevin Feige y compañía se ubica en los extremos superiores de la maquinaria hollywoodense: es una de las super-producciones más caras de la historia, tiene como objetivo ofrecer un elegante cierre a once años de trayectoria y veintiún películas previas, tiene que retomar lo narrado en la precuela recién mencionada y ofrecer una solución verosímil a un conflicto que acabó con la mitad de la población del planeta tierra y se transformó en el mayor fracaso de los héroes del Marvel Cinematic Universe, y de yapa, debería ser la película que más logre recaudar de todo este magnánimo proyecto. ¿A cuantos de estos ítems le logró poner un tilde verde?



El amanecer de una tragedia



Vamos a aclarar un par de cuestiones sobre esta reseña: en la primer parte me voy a encargar de contarles muy por arriba en qué se han enfocado los directores de esta producción, Anthony y Joe Russo, para narrarnos la, quizás, última aventura de proporciones casi bíblicas de estos personajes, al menos durante un tiempo, sin spoilers de ningún tipo, enfocándome más que nada en lo que todos vieron en los trailers y en el contraste con las expectativas que teníamos, teniendo en cuenta como quedó el escenario luego de la batalla en Wakanda al final de Infinity War. Luego, retomaré la reseña en un último párrafo final, repleto de spoilers, para destacar aquellas cosas que me gustaron mucho del film y criticar los enormes fallos que tiene esta esperadísima producción.

Entonces, adentrémonos un poco en esta magnífica aventura sin spoilers:

Recapitulemos: luego del fatídico chasquido de Thanos, la mitad de la población de nuestro planeta desaparece, y eso incluye también al Rey de Wakanda, T’Challa, también conocido como Black Panther, a casi todos los Guardians of the Galaxy (Groot, Mantis, Drax y Quill… porque Gamora había muerto unos minutos antes, en manos de su padre Thanos), a la bruja Wanda Maximoff, que acababa de sacrificar a su amado Vision para intentar destruir la última gema, a los dos aliados del Capi, Bucky Barnes (el ex–Winter Soldier) y Sam Wilson (Falcon), al poderoso Doctor Strange, e inclusive a nuestro vecino favorito, Peter Parker, Spider-man, quién se hace cenizas en los brazos de su mentor, Tony Stark. En la única escena post-créditos vimos también como el director de S.H.I.E.L.D., Nick Fury, era borrado de la existencia junto con su mano derecha, Maria Hill, no sin antes mandar una señal intergaláctica de ayuda a Carol Danvers, nuestra poderosa Captain Marvel.



Si algo podemos rescatar de positivo de tan dramático final es que las estadísticas se hicieron valer y casi el 50% de los Héroes sobrevivieron al chasquido: Tony Stark y Nebula (la hermana de Gamora e hija de Thanos, que desde la segunda producción de los Guardians of the Galaxy cambió de bando y se unió a los héroes) quedaron vivos en Titan, y es de creer que entre los dos logran poner en vuelo de nuevo la nave. En la Tierra, mientras tanto, los héroes restantes que sobrevivieron al genocidio se acercan mucho a la formación original de los Avengers, la que nos presentó Joss Whedon en el 2012: Thor, Natasha Romanoff (Black Widow), Bruce Banner (Hulk), James Rhodes (War Machine), el Guardian Rocket Raccoon y nuestro héroe y líder natural, Steve Rogers, antes conocido como el Captain America, y que durante este film muestra otra “identidad” emulada del cómic, que lleva por nombre Nomad.

Gracias a los avances podemos adivinar que van a ser también de la partida Clint Barton (Hawkeye) y Scott Lang (Ant-Man), ambos ausentes durante Infinity War por cumplir un arresto domiciliario debido a los eventos acontecidos en Captain America: Civil War (2016). Y claro, la nueva incorporación del Marvel Cinematic Universe, la blonda Carol Danvers, mejor conocida como Captain Marvel, que estrenó película y origen a comienzos de este año y en la escena post-créditos de la misma se reúne con los Avengers ofreciendo su ayuda.

La épica final de los hermanos Russo tiene como desafío resolver un conflicto imposible. Un dictador y conquistador intergaláctico puso todos sus recursos a favor de una cruzada impensada con un claro objetivo, y lo logró. Su plan, falible en muchos puntos, tanto por mérito propio como por vicisitudes del azar, terminó otorgándole la victoria, y ahora el universo se ve modificado a su gusto. Diezmados, completamente derrotados, dolidos y en algunos casos, deprimidos, los Avengers tienen que recoger los pedazos del suelo y encontrar fuerzas de donde sea para, primero, volver a establecerse como equipo, y luego desarrollar un plan para contra-atacar. No es momento para mirarse el ombligo ni mucho menos para echarse en cara responsabilidades y desentendidos, hay medio planeta que sobrevivió a la masacre pero vive sumergido en un profundo dolor por las pérdidas que se cuentan en millones, y esta situación, en el film, se puede leer desde el macro hasta el micro, con algunos personajes puntuales que, disparados por la impotencia y frustración, salen a buscar venganza de forma violenta y precipitada, sin medir las consecuencias.



Siendo terriblemente sinceros, por mucho que uno haya disfrutado de Infinity War, sabía que lo que se venía sería harto complicado de resolver para los realizadores. Y cuando, además de fan del cine de aventuras y ciencia ficción, uno lee cómics del género super-heroico, está casi convencido de que lograr revertir la proeza de Thanos va a requerir de una enorme suspensión de la incredulidad por parte del público. Enorme. Pero, en mayor o menor medida, depositamos nuestra confianza en la, hasta ahora, bastante decente muñeca que han tenido los guionistas (Christopher Markus y Stephen McFeely) junto a los Russo en la dirección, que en mayor o menor medida han logrado entregar producciones impactantes, sólidas, con arcos muy interesantes que involucran a muchos personajes en conflictos inter-personales que no se alejan demasiado de lo que podemos ver en una serie televisiva dramática, pero insertos en un contexto magnánimo y fantástico dado el nivel de poder que manejan muchos de los protagonistas de estas historias.

Si Captain America: The Winter Soldier (2014) es la producción más sólida por parte de este tándem de guionistas y directores en cuanto a la estructura y el desarrollo del guión, pues Avengers: Endgame tristemente es la más floja, y por muchos cuerpos. Pero en contraposición a esto, la película que hoy me toca reseñar es una de las más emotivas para quienes venimos siguiendo con cariño y fanatismo cada uno de los capítulos cinematográficos de esta saga. Es impresionante la cantidad de nostalgia que tiene, la cantidad de sorpresas que nos tiene reservadas, la cantidad de guiños relacionados con ciertos momentos con los que estuvieron jugando durante toda la saga (en algunos casos, casi desde el comienzo de la misma) que por fin toman cuerpo y se manifiestan, y el enorme número de cameos inesperados. Hay sorpresas desparramadas a lo largo de todo el film, de distintas formas, algunas de ellas tan intensas que disparan gritos y aplausos en toda la sala, y en algunos casos sonrisas cómplices. El drama está presente en un montón de momentos, pero una vez más, también el humor. Dudo mucho esta vez alguien pueda sopesar que tan balanceado está todo, porque lo otro que es digno de mencionar es que Avengers: Endgame es un film enorme, tanto en su duración como en los lugares y escenarios que visita. Si bien se caracteriza por tener un montón de momentos emotivos íntimos y pequeños, donde el drama se desarrolla entre dos o tres personajes, también nos va a entregar situaciones de aventuras grandilocuentes que serán revisitadas una y otra vez por cualquier fan para contabilizar todos los participantes de la escena, y con esto no quiero decir que la acción no sea clara y vívida, sino que, como sucedió en la batalla final de Wakanda en su predecesora, la acción por momentos se torna un poco sobrecargada.

¿Vale la pena, entonces, ir a ver este estreno al cine? Creo que esa pregunta está demás. Claramente lo vale. Este capítulo final tiene todos los elementos distintivos de un film del Marvel Cinematic Universe hecho y derecho, pero potenciados por el peso que supone el cierre épico de una aventura que cambiará para siempre las vidas de todos los involucrados.

El sacrificio final




De aquí en adelante, querido lector, comienzan los spoilers, así que te recomiendo encarecidamente que dejes de leer si aún no entraste al cine a ver Avengers: Endgame (2019).

Como le comentaba a varios amigos míos que también pudieron disfrutar de esta película, tanto el cómic como el mismo cine nos han enseñado que no hay que romper las pelotas con los viajes en el tiempo, porque en detrimento de lo divertido que pueden llegar a ser, casi sin excepción te terminan cagando la historia.

Se nos hizo obvio a un montón de los que comenzamos a debatir sobre las posibilidades de la trama post-Infinity War que prácticamente la única forma en la que los Avengers podían resolver esto era viajando en el tiempo y evitando, de alguna forma, que Thanos pudiera conseguir las gemas. ¿De qué otra forma podían arreglar este quilombo? ¡Con un chasquido de dedos desaparecieron 3.750 millones de personas en la tierra! Sin profundizar demasiado en el hecho de lo que sucede con nuestro planeta en semejante escenario, (los Russo tampoco lo hicieron), hablemos de lo que les pasa a los personajes protagonistas ante tal situación. Lo de Barton es apenas un botón de muestra, esa situación se debería replicar en prácticamente todos los personajes, en mayor o menor medida. Ni hablar de que en la resolución de Infinity War se cargaron personajes protagonistas que tenían secuelas confirmadas. No había forma de que pudieras avanzar en este conflicto sin deshacer lo hecho, sin traer de nuevo a la vida a todos los que desaparecieron con el chasquido. Y si Thanos ganó y aún tenía el guantelete en su poder, como lo pudimos ver en la precuela, y huyó de Wakanda sin que nadie pudiera atraparlo, era obvio que se iba a encargar de que nadie pudiera revertir lo hecho, destruyendo las gemas, o escondiéndolas de tal forma que a cualquiera les sea imposible volver a encontrarlas. No recorrió semejante camino para que después estos giles lo busquen, lo fajen, y terminen arreglando todo con un cerrar y abrir de ojos. Si los Russo hubieran ido por ahí, habrían construido un relato aún menos verosímil que el que presentaron.



Entonces... si no podemos avanzar en el tiempo y seguir explorando este nuevo mundo/universo con este nuevo status quo, hay que volver atrás y des-hacerlo. No queda otra. Viajes en el tiempo. Holy fucking Shit.

El film comienza, a mi entender, muy bien. Con mucho drama sostenido durante mucho tiempo, desparramado en varios frentes. La escena inicial con Barton y su familia, preciosa. Y luego lo de Tony y Nebula, el esperado rescate por parte de Carol, el encuentro con Steve, "perdí al chico", todo realmente avanza con el nivel de dolor y desesperación que era de esperarse. La búsqueda de Thanos, el rápido éxito de la misión, la decepción y luego la reacción de Thor que conlleva a la decapitación del villano. Aplausos de pie. ¿Y ahora?

Cinco años después. Si me preguntan a mí, la primera mala decisión de los guionistas. Me hace acordar mucho al desastroso plot de la The Dark Knight Rises (2012) de Nolan, donde una Gotham City es sitiada y aislada por un puñado de terroristas de la forma más estúpida posible, subestimando al espectador y forzando la suspensión de incredulidad a límites insospechados. Los Russo nos presentan un escenario muy pobre en relación al daño que uno supone sufriría el planeta con la mitad de la mano de obra desaparecida en cuestión de segundos. Se supone que dieron ese salto en el tiempo para forzar el razonamiento al que llega Scott Lang cuando por fin logra salir del reino cuántico, y también para explorar algunos cambios en varios personajes: cortes de pelos nuevos para Natasha, Carol y Clint, una hija para Tony, la zapan y depresión de Thor, el nuevo Hulk, etc. Pero las incoherencias en el relato comienzan por esta decisión, que se podía manejar de otra manera.



Luego está el "plan", que no me parece del todo descabellado, aunque teniendo en cuenta lo mucho que le costó a Thanos reunir las gemas, parece harto arriesgado. Y aún teniendo éxito, hay consecuencias del mismo que ni los guionistas ni los personajes se plantean. Supongamos que la vida en la tierra (y el resto de los planetas) es precaria pero está medianamente encaminada, ¿no? Si los Avengers tiene éxito, ¡de repente la población de cada planeta se vuelve a duplicar! Será genial para muchas personas volver a reunirse con sus seres queridos, pero la NBC nos está mostrando con una serie de T.V. llamada Manifest las exactas consecuencias de un evento así en cada familia, ya que el plot de la misma es un avión comercial lleno de gente que desaparece misteriosamente en el 2013 y vuelve a aparecer con todos los pasajeros y la tripulación intactos y completamente a salvo 5 años después. ¡Y les puedo asegurar que en casi todos los casos es un completo desastre! No quiero ni imaginarme lo que es la tierra del MCU hoy con más de 3000 millones de personas que aparecieron de repente después de 5 años de no existir. Hablemos de recursos escasos, ¿no? Hablemos de desocupación, de economías colapsadas nuevamente, de desbordes en las ya de por sí frágiles estructuras de cada ciudad, etc. ¡Thanos, volvé, te perdonamos!

Esto no quita, por supuesto, que podemos disfrutar del nuevo Hulk, que es, una vez más, un guiño a una de las etapas más queridas y recordadas de Peter David al frente del título del gigante esmeralda, y el Thor panzón que... bueno, es casi una involución en el personaje pero a la vez es completamente lógico que haya seguido ese curso. Una de las pocas cosas con sentido común real en el film. Por su culpa estamos donde estamos. ¡Era en la cabeza, Thorcito! Y digan lo que digan, todo esto a mí me garpó aunque más no sea por el chiste de Big Lebowski. Punto.

La trama sigue y como comenté más arriba los Avengers despliegan un plan para viajar en el tiempo, afanarse disimuladamente una a una cada una de las gemas, regresar al presente, crear un guantelete nuevo, chasquear los dedos y "volver todo a la normalidad", ponele. Y luego regresar cada gema a su lugar correspondiente en el tiempo. Un completo delirio. Hay una débil explicación con muy floja argumentación de que en los viajes en el tiempo no se pueden cambiar los hechos de forma fáctica, por ejemplo, matando a un Thanos pre-búsqueda de las gemas, y por lo tanto lo único que se les ocurre, teniendo en cuenta que se les abre esta posibilidad, es hacer esto. O sea, los personajes en algún punto tienen cierto temor de modificar la línea temporal porque desconocen las consecuencias pero están seguros de que hacer aparecer de repente 3000 millones de personas que estuvieron desaparecidas durante 5 años no va a tener consecuencias nefastas, está bien. Mientras no se modifique el tiempo pasado, todo joya.



Hay que caer en la cuenta, también, de que el plot está diseñado para que esto sea una fiesta, por encima de la verosimilitud del relato, y que en algún punto ofrezca una digna despedida a muchos de los personajes. Recorrer distintos momentos pasados de alguna de las películas del Marvel Cinematic Universe me parece una idea genial, como broche de oro de esta etapa es magnífico y nos ofreció momentos muy emotivos, como el de Thor con su madre y Tony con su padre, y otros de pura acción inesperada y mucha adrenalina como el Capi vs el Capi. Y luego algunas cosas un poco desconcertantes como Loki huyendo del final de la Avengers del 2012 con el Tesseract (?). En el medio, el Capi dando muestras de su carisma y genio indiscutido, salvando una situación con el Hail Hydra que, en algún punto, es también un guiño a un polémico plot reciente del personaje en el papel.

Cuando Barton y Romanoff viajan a Vormir en busca de la Soul Stone sabemos que se viene la primer muerte memorable del film, y teniendo en cuenta cómo comenzó la película, todas las fichas las tenía la sexy Black Widow. Inesperado para muchos, teniendo en cuenta que en algún momento del año pasado Feige mencionó una posible película en solitario de este personaje. Pero bueno, Scarlett Johansson debe ser, sin duda alguna, uno de los actores que les está costando bastante mantener dentro de este proyecto, y su final, si bien tiene poco de épico, al menos se encuadra dentro de la categoría de sacrificio heroico.

Cuando todo parece indicar que esta conclusión no va a tener un "villano" hecho y derecho (puntos negativos para los Russo, este plot era ideal para introducir a Kang the Conqueror), Nebula y Rhodes viajan a una Morag del 2014 en busca de la Power Stone, y acá sucede otra de esas situaciones forzadas que tienen muy poco sentido: los circuitos de la Nebula de esa época entran en algún tipo de fase con los de la actual (la que ya es una heroína), y a través de ella el Thanos del 2014 se comienza a enterar de todo el plan de los Avengers. Todo esto desembocará en un Thanos pre-reunión de las gemas pre-Infinity War viajando en el tiempo para enfrentar a los héroes, encontrando la muerte en manos de un hábil engaño por parte de Tony, quién se hace con el guantelete que preparó Banner con las gemas, chasquea los dedos y extermina al villano y todo su ejército, sacrificando su vida en el proceso. Previo a esto, en plena batalla, uno de los momentos más vitoreados por la sala de cine en la que pude ver esta película: Steve Rogers finalmente levanta y empuña el Mjolnir, demostrando no solo que es digno de portarlo sino que, además, es el personaje favorito de los guionistas y directores. La avanzada final de todo este quilombo comienza con otro momento muy esperado por los fans: el grito de Avengers Assemble del mejor líder que jamás tuvo un grupo super-heroico. En contraposición con estas preciosas escenas bien planteadas y ejecutadas, uno de los momentos más bochornosos de la batalla es aquella toma en la que se reúnen las "Powerfull Women" Vengadoras, una innecesaria demostración de feminismo berreta forzado que la película no necesita.

Pero... un momento. ¿A qué Thanos mató Tony en esta película? ¿Al mismo Thanos que enfrentaron en Infinity War, pero antes de estos sucesos? ¿Y entonces como carajos hizo este villano para seguir adelante con su plan? Bueno, yo no lo se, dudo mucho los Russo o alguien más tengan una respuesta idónea que pueda ajustarse a las "reglas" que ellos mismos impusieron sobre los viajes en el tiempo.

El epílogo del film nos entrega, además de un emotivo funeral por Tony (la única víctima conocida de esta batalla final), una sorpresa: Thor deja a Valkyrie como "reina" de New Asgard y se une a los Guardians, algo que tiene mucho sentido teniendo en cuenta el tono que fue tomando el personaje en estos años, y con esto los Russo le dejan un tablero muy interesante para jugar a James Gunn, cuando por fin regrese a Marvel Studios para cerrar su trilogía con estos personajes.

Steve Rogers es el encargado de regresar las gemas y el Mjolnir a sus tiempos correctos, y en vez de volver al presente decide darse una nueva oportunidad con su único amor, Peggy Carter, y es así como en el presente nos lo volvemos a encontrar, pero en su modalidad "anciano". Y ante la sorpresa de todos, le pasa el manto y el escudo a Sam Wilson. Una vez más, dos situaciones que funcionan como guiños de cosas que han sucedido en los últimos años en el papel.



Con lo aquí expuesto, queda claro que Avengers: Endgame es una concatenación de prácticamente todos los "reclamos" que el fan pedía a gritos en las redes sociales, es casi una sumatoria de momentos consagratorios para varios personajes (pero sobre todo para Steve Rogers) y un cierre definitivo para otros. No más Black Widow, no más Tony Stark, no más Capi. Y muy poco podemos esperar de este nuevo Hulk, que tomó distancia del Smash que todos amamos y se volvió un Nerd con músculos. El nivel de poder que alcanzaron ciertos personajes es desconcertante por momentos, y en otros decepcionante. Por ejemplo, Captain Marvel... ¿toda una película para introducir al personaje y luego su participación en la batalla más importante del momento es esta? ¡Buuuuuuuuuuuu! En contraposición a ella, no entiendo que clase de desafíos pueden ponerle por delante a un tipo como el Doctor Strange del MCU que pueda sostener una próxima película. De hecho, otro gran fallo de la trama de esta producción es justamente la participación de él en todo esto. ¿En serio este era el único camino para derrotar a Thanos? ¿Posta? Eso por no mencionar a Scott Lang y su capacidad para viajar en el tiempo, ¿no? Algo que los guionistas de la próxima entrega del personaje obligadamente deberán tener en cuenta para desarrollar el plot que lo tenga como protagonista.

Con todas estas falencias en su contra, Avengers: Endgame es, de todos modos, una de las producciones más emocionantes del Marvel Cinematic Universe, y si bien no considero que sea el cierre soñado, de todos modos es un moño muy digno que dará que hablar por un par de meses. No se le puede pedir mucho más a una película en pleno 2019. Nos volvemos a leer la semana que viene, aquí, en Tierra Freak.