miércoles, 4 de marzo de 2020

Esta mierda me supera - I Am Not Okay with This - La Columna de Logan


Basado en el cómic homónimo de Charles Forsman, el pasado 26 de febrero la señal de streaming Netflix estrenó I Am Not Okay with This, o como se la conoce en su traducción latina, Esta mierda me supera, y si bien había decidido dedicarle unas reseñas a algunas series, películas e historietas que tuvieron su lanzamiento el año pasado, hago una excepción en este caso para traerles mi reflexión sobre esta presumiblemente primer temporada muy corta de este show que pretende hacernos pasar un buen rato explotando una idea que pertenece a la cultura popular desde fines de la década del '70, mínimo. Pero el nombre de la serie, al menos en su versión latina, me resulta encantador, y la caracterización de Sophia Lillis por sí sola amerita sentar mi culo sobre la silla y escribir unas muy cortas líneas para animarlos a acercarse a esta producción que tuvo un estreno con muy poco vuelvo y sorprendió a un montón de críticos y usuarios.
 

Mala Leche
 

No es la primera vez que tenemos noticias de Charles Forsman gracias a un estreno de Netflix, hace un par de años se estrenó una producción televisiva que también adaptó otro cómic de este autor, The End of the F***ing World, una serie de mini-cómics que luego fueron recopilados en un tomo, y tanto este como el que toma como referencia el show televisivo que hoy me toca reseñar fueron publicados bajo el sello editorial independiente Fantagraphics Books, hogar de genios del noveno arte como Peter Bagge, Charles Burns, Daniel Clowes y los magníficos Hernandez brothers, Mario, Gilbert y Jaime.
Y aquí una revelación: vi la 1er temporada de The End of the F***ing World sin haber leído el cómic sobre el que se inspiraba la historia. Si, a veces hago esas cosas... ¡¿y qué?! Por supuesto que como me gustó la serie (no me volvió loco ni mucho menos pero supo entretenerme en ese momento) terminé cayendo en el cómic, y debo admitir que la serie me pareció un producto muchísimo más refinado y sobre todo mucho más entretenido. Sorry, Forsman pero no termino de entender del todo como carajo lográs que te adapten algo a la T.V. con el tipo de cómics que escribís y dibujas... diseños de personajes sosos, diálogos medianamente inspirados pero para nada originales, una propuesta narrativa clásica y aburrida, poco trabajo en los fondos, este material está a años luz de un Love and Rockets, por mencionar alguna de las joyas que han salido de una editorial como Fantagraphics, ¿no? Bueno, con I Am Not Okay with This, el cómic, pasa exactamente lo mismo. Esta vez me preparé y le pegué una leída a las 25 primeras páginas de esta obra antes de comenzar a ver el show de Netflix que lo adapta y, una vez más, quedé terriblemente desilusionado. El material de origen era incluso peor que lo que había leído en The End..., así que las probabilidades de que esto saliera bien eran casi nulas.


Parte de la producción detrás de aquel show está presente en Esta mierda me supera (la serie de Netflix), como por ejemplo, Jonathan Entwistle, la persona que dirigió los 7 capítulos de esta temporada y co-escribió el desarrollo que tendría la serie junto a Christy Hall. Y es que cada capítulo, si le sacamos los créditos, dura 20 minutos y monedas, así que la maratón de esta temporada no termina superando las 2 horas y media, casi la duración promedio de una película actual. De hecho, ver la serie de corrido casi se siente como una película, una coming of age de una Jean Grey adolescente que flashea Carrie.

¡Tranquilos, no me salten a la yugular! Tanto en el cómic como en la serie, los "poderes" de la protagonista, Syd, quedan claros desde el comienzo del show, y en la serie de Netflix hay referencias muy puntuales y bastante burdas a la película de Brian de Palma de 1976 basada en la exitosa primera novela del maestro Stephen King desde el minuto cero del primer episodio.

Entonces, tenemos un cómic aburrido y un equipo de producción que hizo lo mejor posible con una anterior obra del mismo autor pero con un resultado que aprueba raspando, y ahora vuelve a ponerse como desafío adaptar otra obra... ¿porqué deberían darle crédito esta vez? La respuesta: Sophia Lillis.

Angustia adolescente... again


I Am Not Okay with This cuenta la historia de Sydney Novak, una adolescente de 17 años que se autodefine como una chica normal, con intereses regulares y una innata capacidad para pasar desapercibida, con cero capacidad para socializar pero que así y todo tuvo la suerte de poder forjar amistad con Dina, otra adolescente que, sin llegar a ser el centro de atención de toda la escuela, se las arregló para poder terminar saliendo con Brad Lewis, una de las estrellas deportivas clásicas que tienen estas historias, con el carisma que te da ser popular en el único deporte en el cual esta institución al parecer logra destacar. Esta historia sería el sumun del cliché si no fuera por dos detalles fundamentales: el padre de Syd se suicidó hace un año, dejando a su esposa y sus dos hijos sin ningún tipo de pista del porqué, y nuestra protagonista tiene poderes telequinéticos que presumiblemente se desencadenan cuando su estado emocional se altera, algo que sucede de forma regular. Los personajes secundarios que terminan de conformar el muy pequeño micro-mundo de Syd son su madre, su hermano menor y un vecino, Stanley Barber, el cual podría tener un interés amoroso en ella. Y listo, con solamente estos elementos la historia arranca y avanza, intentando sortear de formas medianamente creativas el terreno común de este tipo de tramas, un horizonte que no siempre logran alcanzar, de hecho hay un episodio que es casi un calco del clásico de John Hughes de 1985, The Breakfast Club, y uno a esta altura ya no sabe si están rindiendo un "homenaje" o nos están tomando el pelo y ya.


Pero como mencioné al final del segmento anterior, acá la estrella del show y sobre la que reposa toda la responsabilidad del tono del relato es la genial Sophia Lillis, a quien ya habíamos visto brillar en It (2017). Y es gracias a ella y a algunos momentos de humor negro que me hacen acordar a producciones como Death Becomes Her (1992) y Heathers (1988) que me vi motivado a escribir esta reseña. Y no en vano las referencias que estoy tirando son, en su mayoría, de películas que tienen más de 30 años: la propuesta estética, la iluminación, los filtros de color utilizados y la forma en la que la historia está narrada nos recuerdan levemente a un tipo de cine que solíamos disfrutar esos años, fines de los '80 y principios de los '90, aún cuando la historia está claramente anclada en nuestro presente, al menos por algunas pocas referencias culturales y tecnológicas que se exponen en el show, pero hay una evidente intención de transportarnos un poco a esa época en la que el Grunge estaba comenzando a dar sus primeros pasos. La narración en 1ra persona, el uso de un "diario íntimo" que interpele al televidente e incluso las vestimentas de algunos personajes (sobre todo la que usa Stanley por momentos) me retrotraen a esa época, y la construcción de los vínculos entre los personajes de I Am Not Okay with This toma mucha de shows como Buffy, que además de mezclar cuestiones sobrenaturales eran referentes de la adolescencia de esa década.

Y teniendo en cuenta que en la última década estuvimos reviviendo una y otra y otra vez los '80, tiene sentido que al comenzar este nuevo decenio comiencen a caer producciones que, tímidamente, van a ir incorporando la nostalgia de la cultura pop de los '90, un período que agarró toda mí adolescencia, razón por la cual voy a comenzar a sentirme mucho más apegado a estos futuros estrenos. Nos volvemos a leer muy pronto, aquí, en Tierra Freak.