jueves, 20 de marzo de 2014

El Bitcoin, y el misterio de Satoshi Nakamoto - La Columna de Logan.



Como humanos, transitamos tiempos cuanto mínimo complicados. A esta altura de nuestra historia hay algunas cuestiones básicas que como sociedad a nivel mundial deberíamos haber resuelto y por múltiples motivos no pudimos hacerlo. El desarrollo de nuevas tecnologías, por ejemplo, nos debería haber permitido vivir a todos con muchas más comodidades, pero si salimos de la lupa propia y analizamos el gran cuadro de la población completa de este planeta, es un porcentaje ínfimo e insignificante el que disfruta de todos los placeres y bondades que ofrece el mundo moderno. Sin ánimos de adentrarnos en un debate sociológico, basta decir que parte del razonamiento que se desprende del movimiento Zeitgeist iniciado por Peter Joseph a mediados de la década pasada [mismo que podemos apreciar en sus 3 documentales gratuitos, Zeitgeist: The Movie (2007), Zeitgeist: Addendum (2008) y Zeitgeist: Moving Forward (2011)] esté dando en el clavo: somos 
esclavos de un sistema económico perverso construido de manera piramidal que solo beneficia a una ínfima cúpula de personas en todo el mundo y está articulado y manipulado para que siempre responda de esa manera. La cagada con esa crítica es que la solución que plantea Joseph es, cuanto menos, utópica, e imposible de poner en práctica a corto plazo: abolir cualquier forma de dinero y desprendernos del concepto de la propiedad privada para reemplazar ambas cosas con un sistema de economía planificada global en la que todos los recursos sean administrados racionalmente utilizando un método científico y la tecnología para crear un acceso igualitario a los bienes (economía basada en recursos) es algo para lo que sencillamente no estamos preparados, aún, por no mencionar que existen intereses enormes que no permitirán jamás que ese cambio se de en buenos términos. Va a correr mucha sangre antes de que demos vuelta esa página de la historia, sin duda alguna. Sin embargo, hay mentes trabajando para encontrar una solución mediadora, que no es tan radical como la utopía del movimiento Zeitgeist pero que tampoco responde a los intereses de siempre. Esa posible salida, ese ticket para un acercamiento a un sistema más igualitario se llama Bitcoin, y una de las características que lo hacen, para este sitio y para quien escribe esta reseña, muy atractivo es que… el creador de la misma, Satoshi Nakamoto, era un misterio. ¿Lo era, o lo sigue siendo? Enterate de que va todo esto en los próximos párrafos.



Ya me aburrí, y estoy a dos pasos de abandonar la reseña…

Lo sé, y creéme que lo entiendo. Lo peor de todo es que lamentablemente este no es un tema sencillo de explicar, porque la economía no es sencilla bajo ningún punto de vista. No te culpo ni te acuso de nada si te bajás acá,  bienaventurado lector, pero antes de que bajes los brazos quiero que tengas en cuenta dos cosas: 

1º) Como pocas veces ha sucedido, pondré especial cuidado en hacer la bajada lo más amigable, menos técnica y ortodoxa posible, y sobre todo concisa y entretenida, dosificándola con un poco de humor e intentando ir directo al hueso del asunto. 

2º) Si el Bitcoin no se cae y desaparece en los próximos 2 años es probable que termine cobrando mucha importancia en la economía mundial… y si eso sucede, vos podrás decir, con orgullo y certeza, que sabías de esto antes que todos. Y si te cabe, podrás también botonear que lo leíste antes, acá. ¡Vas a ser muy popular entre tus amigos, creerán que sos casi un genio de la economía! Lo que sí: no la vas a poner nunca más.

Un poco de historia

Resulta que promediando el año 2008 se hace público un documento en el cual se describe con precisión cómo funciona el protocolo bitcoin, y poco tiempo después, el 3 de enero del 2009, la red P2P de Bitcoin entra en funcionamiento. Hicimos un repaso rápido de la tecnología P2P hace casi un año, cuando nos explayamos sobre la mal llamada piratería, pero lo que importa aquí es que este documento estaba firmado por un tal Satoshi Nakamoto, nombre o seudónimo de una persona –o un grupo- que puso en funcionamiento el primer cliente de código abierto (lo que significa que funciona con un software distribuido y desarrollado libremente) y la creación de los primeros bitcoins. Si bien este sistema tiene su base de seguridad en firmas digitales encriptadas, el mismo se sostiene gracias, justamente, a la constante regulación y supervisión de aquellos usuarios aptos para poder interceder dentro del mismo, y lo que más importa: uno puede realizar transacciones de forma absolutamente anónima y las mismas no se canalizaran a través de entidades centralizadas de confianza, las cuales suelen ser bancos y otras empresas financieras que gestionaban el seguimiento de todas las transacciones. Pero volviendo a la historia, en una conferencia de criptógrafos en el 2009 se apuntaron los nombres de Michael Clear y Vili Lehdonvirt como parte de los responsables de llevar adelante bitcoin, pero ambos rechazaron ser Nakamoto. Finalmente, en abril del 2011, Nakamoto anunció su desvinculación del proyecto para dedicarse a otras labores… aunque esta no sería la última vez que sería noticia… ¿O sí?

Ping-pong

Se me figura que lo mejor para entender exactamente que es el bitcoin, cómo funciona y qué ventajas tiene, es simular un ida y vuelta entre ustedes y yo, así que… ahí vamos:

¿Qué es bitcoin?

Es una moneda virtual, una criptodivisa descentralizada que propone un sistema de transacciones electrónicas que no depende de la confianza de una economía local o de una entidad bancaria determinada sino que permite realizar transferencias de forma directa sin la necesidad de un intermediario, y que está sostenida por una red P2P, así que, mientras exista internet, se podrá utilizar el bitcoin. Al contrario de la mayoría de las monedas, el bitcoin no está respaldado por ningún gobierno ni depende de la confianza en ningún emisor central, sino que utiliza un sistema de prueba de trabajo para impedir el doble gasto y alcanzar el consenso entre todos los nodos que integran la red.

¿Cuáles son las ventajas de utilizar bitcoin?

Muchas. Al no pertenecer a un estado o país puede utilizarse en todo el mundo por igual, y siguiendo esta línea de razonamiento, al estar descentralizada, no es controlada por ningún estado, banco, institución financiera o empresa, ni tampoco reacciona a alguna política económica aplicada a un sector determinado. Es imposible su falsificación o duplicación gracias a un complejo sistema de encriptado criptográfico. Al no haber intermediarios, las transacciones se hacen directamente de persona a persona, o entre una persona y un comercio que tiene una clave pública bitcoin adquirida, y dichas transacciones son irreversibles. El bitcoin puede ser cambiado al dólar, euro o cualquier otra divisa, como si se tratara de cualquier otra moneda. De hecho, a pesar de que se piensa en esta moneda como un método de pago, cumple con todos los requisitos de las mismas. Para manejarte con bitcoins no es necesario revelar la identidad, así que preserva la misma de quien la usa, y eso ayuda a que ese dinero te pertenezca en un 100% y no pueda ser intervenido por nadie ni las cuentas puedan ser congeladas. 

¿Te das cuenta que en este último punto hay una contra, no? Algunas cuentas se congelan por sospechas de corrupción, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, etc.

Es cierto, pero una de las bases del bitcoin es, justamente, que sea una moneda completa y absolutamente independiente de cualquier estado, auto-regulada y libre de cualquier imposición que un gobierno o una entidad financiera pueda ejercer. A futuro, cuando esta moneda crezca y se termine imponiendo, todo el comercio deberán cambiar, para mejor, y con él las reglas que hasta hoy conocíamos. No nos olvidemos, además, que en muchos de los casos de corrupción -por ejemplo en el lavado de dinero-, hay una entidad bancaria involucrada, generalmente un banco, que es cómplice de la estafa… con el bitcoin eso no puede suceder porque no hay intermediarios: uno adquiere un producto o contrata un servicio y utiliza algunos de sus bitcoins, punto.

¿Cómo funciona el bitcoin, entonces, como se usa?

Bueno, partamos de la base de que el bitcoin está basado en un sistema "peer to peer"  (P2P, de usuario a usuario) muy ingenioso, y que al no haber ningún organismo detrás de esta moneda libre, son los propios usuarios (con sus miles de p.c.’s de todo el mundo) que se aseguran de efectuar el seguimiento, control y registro de las transacciones. Gracias a esto y a un complejo sistema criptográfico es posible asegurarse de que nadie haga trampas y que la moneda sea segura ante ataques, intentos de falsificación o duplicación, y esto se logra porque el protocolo de bitcoin es totalmente abierto y transparente. De ahí también viene el lema latín que algunos usuarios de la moneda acuñaron en sus días más tempranos: "Vires in numeris", es decir, "La fuerza está en los números". Siendo así, de la misma manera que existen direcciones de correo electrónico, también existen direcciones bitcoin que nos permiten enviar y recibir esta moneda digital. Para empezar a usar bitcoin lo primero que debemos hacer es generar una de estas direcciones usando una aplicación bitcoin, misma que puede ser instalada en cualquier navegador de cualquier sistema operativo, y podemos tener tantas direcciones que queramos, ya que las mismas son absolutamente gratuitas. Cada dirección consta de dos partes, una pública que nos sirve para identificarnos ante el mundo y que sirve para que cualquier pueda enviarnos bitcoins en cualquier momento a la misma, y una clave privada que nos permite autentificarnos, acceder a los fondos propios o realizar envíos. Es incluso más sencillo que tener una cuenta bancaria y realizar transferencias con la misma, con la particularidad de que no hay intermediarios, y cualquier operación no tiene costos, así como no existe un “mantenimiento de la cuenta”, o en este caso, de la dirección. El Bitcoin es la burocracia digital que reemplaza la burocracia del estado.

Todo muy lindo… ahora contame las desventajas, no seas verga.

No me digas verga, pelotudo, calmate un poco. Hay una desventaja obvia y evidente: el bitcoin aún no es universal, en el sentido estricto de la palabra. No puedo bajar al kiosco y comprar un paquete de puchos, 2 cervezas y una gaseosa para los pibes usando esta moneda. Por el momento el bitcoin no es un reemplazo del dólar, o en nuestro caso del peso argentino, sino una alternativa a Paypal, Western Union o Mastercard y también una forma de mandar dinero de manera más barata y rápida. Al no permitirle a ningún gobierno o estado algún tipo de control sobre las transacciones hechas con bitcoins, si los mismos son utilizados para maniobras ilegales, el gobierno puede interceder después de que las mismas ocurran, pero no puede prevenirlo, esta es claramente otra desventaja. Algunas regiones o países no permiten ciertas operaciones comerciales si no se realizan bajo el marco de una moneda legal reconocida por una institución financiera que tiene dicho fin, generalmente un Banco Central… pero esto último no debería preocuparnos: si el bitcoin se termina imponiendo evidentemente esos lugares tendrán que adecuarse y modificar sus leyes. También está el tema impositivo, del cual se desprende todo un sinfín de actividades en las cuales está involucrada una entidad bancaria… evidentemente el día de mañana se tendrán que hacer ajustes también sobre este tema, porque deberemos olvidarnos de, por ejemplo, cobrar en blanco y que nuestro empleador se encargue de efectuar los depósitos a una caja previsional, una obra social o un seguro médico. Cada operación tiene indefectiblemente que realizarse entre 2 personas de forma directa, nadie puede de forma automática meterse en nuestra dirección de bitcoin y sacarnos algo, no es así como funciona, no es una caja de ahorro bajo ningún punto de vista.

Evidentemente el tema es mucho, pero mucho más largo y complejo. Tomen esta reseña como una pequeña introducción que ojalá los motive a leer un poco más sobre el tema.

¿Y Nakamoto, y la moto?

¿Y por qué se me ocurrió escribir una reseña de estas características justo ahora? La culpa, por supuesto, la tiene el misterioso Nakamoto, el creador del Bitcoin. La semana pasada la revista Newsweek  promulgó haber resuelto la incógnita al hallar al misterioso cerebro detrás de esta moneda. Leah McGrath, periodista de la publicación, aseguró que Satoshi Nakamoto era un ciudadano japonés-norteamericano de 64 años que vivía en una humilde casa de San Bernardino, California. La investigación de McGrath se enfocaba en supuestos familiares de Nakamoto y en el desarrollador en jefe de bitcoin, Gavin Andresen. El loquito de McGrath entonces nos contaba que Nakamoto había estudiado ingeniería en la Politécnica de Pomona, California, era el mayor de tres hermanos, tenía seis hijos y su fortuna ascendería a unos U$S 400 millones, en bitcoins

Sin embargo, este último fin de semana el mismo Satoshi Nakamoto de California enunció en un comunicado público que todo el artículo del Newsweek era mentira. En sus propias palabras: "…Escribo este comunicado para limpiar mi nombre. No soy el responsable de crear Bitcoin, y rechazo el artículo publicado por Newsweek…"."…El falso reporte de Newsweek nos provocó un gran estrés a mí, a mi madre de 93 años, a mis hermanos y sus respectivas familias. Agradezco el apoyo recibido de diversas partes del mundo. Este es el último comunicado que publicaré sobre este asunto, y ahora pido que respeten nuestra privacidad…", agregó Nakamoto, enojado. Es así como, por el momento, la identidad del creador de bitcoin –que a esta altura tiene ya la misma chapa que Alan Turing y su máquina enigma de la 2da Guerra Mundial- entonces sigue siendo un misterio. 

Lo que sabemos con certeza es que volveremos a leernos la semana que viene aquí, en Tierra Freak.