viernes, 7 de agosto de 2015

Kevin Smith - El trabajo de un Fan - La Columna de Logan.



Si formas parte de la generación sub-40 los ’90 los viviste intensamente, y para algunos esa década significó el último suspiro de espíritu adolescente. Promediando los ’90 apareció un gordito simpático, ultra freak y amante tanto del comic book como del cine y la televisión, y antes incluso de que el amigo de la casa Peter Jackson se transformara en el “otro” gordito simpaticón freak que salió del under del cine a adaptar para Hollywood una de las sagas épica-fantásticas más celebradas de la literatura, modificando la industria y reivindicando al nerd, antes de que The Big Bang Theory y Singer con sus X-Men pusieran en marcha los mecanismos que articularían un cambio de paradigma socio-cultural posicionando a los habidos consumidores de franquicias, merchandising, comic books, video-juegos y literatura fantástica y de ciencia ficción en la mira de los grandes estudios de los medios audiovisuales, antes de todo esto, nuestro homenajeado del día de hoy comenzaba a transformarse en una leyenda viviente y su mito se cimentaba con un primer ladrillo llamado Clerks (1994), esa película de culto que le habló a toda una generación. El pasado domingo 2 de agosto este oriundo de New Jersey cumplió 45 años, y hoy en Tierra Freak vamos a festejar este acontecimiento dando un breve recorrido por la carrera y las peculiaridades de Kevin Smith, el verborrágico multi-realizador que a todos nos gustaría tener de amigo.


Soy tu Fan

Es muy difícil encontrar un referente más grande e importante que Kevin Smith para el tipo de lector promedio que uno espera visita este sitio. De hecho, si existiera un “Dios” encarnado en alguna personalidad famosa al cual rendirle pleitesía que se correspondiera con el espíritu de Tierra Freak, no cabe ninguna duda que el elegido sería el gordo Smith, ya que, como sucede con muy pocas personalidades, en él se concentran no solo la casi totalidad de vicios y consumos a los que refiere este sitio, sino también, como realizador y comunicador social, ha logrado posicionarse de manera meritoria en nuestra cultura, cargando sobre sus espaldas con uno de los mejores guiones de historieta del personaje de Marvel Comics, Daredevil, uno de los mejores “regresos” a la vida para con el barbeta Oliver Queen de D.C. Comics, y encima tiene un enorme número de comedias estrenadas en cine que cuentan con su inconfundible sello y son parte de la memoria-biblia de todo nerd/geek que se precie de serlo. Pero si solo fuera esto –que ya sería suficiente, de todos modos-, estaríamos simplemente describiendo la carrera de un muy buen guionista y director que tuvo la buena fortuna de poder demostrar su talento en varios medios, algo
que, por ejemplo, también logró con mucho éxito J. Michael Straczynski, desarrollando sus ideas en guiones para cine, televisión y comics books… No, la brutal y fundamental diferencia entre Smith y el resto de los realizadores, lo que lo identifica y lo eleva por encima de sus pares, es que el Gordo es un FAN. Sí, un FAN. Un fan con criterio, sentido común y una capacidad para la oratoria envidiable, que no le huye a la crítica mordaz pero que no ahorra expresiones a la hora de demostrar su emoción cuando una buena película o una genial serie de T.V. que adapta alguno de sus personajes favoritos del papel es estrenada, y aprovecha cada oportunidad que tiene y que su fama le facilita para poder entrevistarse con sus ídolos y escudriñar en el interior de sus cerebros en busca de aquellas respuestas que todos los fans estamos esperando. Como FAN que es, nadie sabe mejor que él lo que el FAN quiere, lo que el FAN espera de cada producto, de cada una de sus realizaciones pero también de lo que el mercado está entregando, y es tan así que tanto productoras como directores y guionistas muchas veces han contado con su asesoramiento para terminar de pulir un guión, cuando no directamente le han encomendado a él la escritura del mismo, con disímiles resultados, como bien muchos sabrán producto de este video que recorrió el mundo y, quien sabe, terminó funcionando como disparador del documental recientemente estrenado The Death of "Superman Lives": What Happened? (2015):



New Jersey style

A través del fan, entonces, es como logra conectar con su público desde sus comienzos, y a lo largo de toda su trayectoria, no solo como guionista y director de cine, pero principalmente en ese medio. Su ópera prima, Clerks (1994), no solo es una muestra fehaciente del punto álgido de K. S. a la hora de escribir sus guiones -los diálogos- sino que, además, es el manual que todo futuro realizador de cine debería utilizar para poder llevar adelante un proyecto. La financiación de dicha producción, que costó U$S 27.575, se sustentó con la venta de gran parte de la colección de comics personal del guionista-director, más el uso de entre ocho y diez tarjetas de crédito de amigos y allegados que tenían 2 lucas verdes como límite, más parte de los fondos de sus estudios universitarios más la plata que el seguro del auto de Jason Mewes –amigo histórico del director, y uno de los actores del film que compuso un personaje que terminaría transformándose en un clásico de la filmografía de K. S.- le pasó producto de una inundación. El film fue filmado en blanco y negro y la estructura del mismo está sub-dividida en nueve escenas que se desarrollan mayormente en el interior de un pequeño supermercado, un número para nada arbitrario dado que emulan los nueve anillos del infierno como en la Divina Comedia de Dante Alighieri, de la cual el personaje principal, Dante, obtiene su nombre. Inspirado por la producción Do the Right Thing (1989) de Spike Lee, Smith nos presenta la premisa del film como un día cualquiera en la vida del tal Dante, caracterizado por Brian O'Halloran, mientras trabaja en dicho supermercado, razón por lo cual la película consiste en 90 minutos de ágiles diálogos en un mismo escenario y con una estética totalmente minimalista, haciendo de la necesidad una virtud dado que el presupuesto era por demás acotado. Una vez finalizado el film fue ofrecido a varias productoras y distribuidoras, y finalmente fue Miramax Films quien se encargó de estrenarla en los cines, recaudando cerca de 3 millones de dólares con la misma, a pesar de que no fue estrenada en más de 100 salas en todo el país. Antes del estreno, Miramax y el gordo confeccionaron la banda de sonido, y para la misma adquirieron los derechos de temas de grupos que la estaban rompiendo en esos días, como por ejemplo Bad Religion, Alice In Chains y Soul Asylum, y el dato anecdótico en este punto es que el costo de adquirir estos derechos fue superior al utilizado por K. S. originalmente para filmar su obra. 
Las repercusiones que tuvo dicho estreno y las puertas que le abrieron a K. S. en mayor o menor medida son conocidas por todos. Los siguientes 14 años como guionista y director lo terminarían posicionando culturalmente como ese realizador eternamente joven conectado con las problemáticas de aquellos outsiders que intentan insertarse en nuestra sociedad sin abandonar esos vicios y placeres que suelen identificarlos como geeks o nerds, siempre recurriendo al humor como herramienta para poder comunicarse. No conforme con habernos entregado al menos una década y media de excelentes producciones que forman parte del preciado y emotivo historial fílmico de toda una generación, prácticamente descubrió a Jason Lee como un actor con infinidad de recursos, otorgándole el protagónico de Mallrats (1995) y luego dándole papeles importantísimos o magníficos cameos en Chasing Amy (1997), Dogma (1999), Jay and Silent Bob Strike Back (2001), Jersey Girl (2004), Clerks II (2006) y Cop Out (2010), o sea, en casi toda su filmografía. Lo agarró a Ben Affleck antes de que fuera famoso en Mallrats (1995) para un papel secundario y luego le dio el protagónico de Chasing Amy (1997) y el de Dogma (1999), y con eso se aseguró de poder contar con su participación todas las veces que quisiera, algo de lo que ambos terminaron haciendo un chiste. Antes incluso de que Marvel transformara las apariciones de Stan Lee en un guiño recurrente exigido por la audiencia y que casi forma parte del sello de esta compañía en sus producciones, Kevin Smith lo convocó para participar de Mallrats (1995) pero con unas líneas de diálogos preciosas que provocan un punto de inflexión en la vida del protagonista y elevan la chapa del anciano guionista al infinito y más allá. Pero, por supuesto, si hablamos de chistes, cameos y guiños, el mismo Kevin Smith es el máximo referente de esto, ya que, por un lado, prolongó lo suficiente las sucesivas apariciones de los personajes Jay y Silent Bob en sus producciones hasta finalmente concretar una película que tuviera a ambos personajes como protagonistas, y por el otro, de un chiste estúpido y sinsentido en el podcast “SModcast”, que es de su autoría, terminó llevando una propuesta de guión a su cuenta de Twitter, y luego de una votación puso manos a la obra para escribir, producir y dirigir Tusk (2014), un absurdo film de terror y suspenso que existe solo para demostrar que, hoy por hoy, Kevin Smith hace lo que se le canta el quinto forro de las pelotas, y nos encanta que así sea.

Antes de aburrirse de su propia impronta dejada en el cine y comenzar a buscar nuevos desafíos, en esos primeros 14 años K. S. se dio el gusto de ahondar, siempre con un inteligente uso del sarcasmo, la sátira y el humor en términos generales, en algunos lugares comunes que nunca habían sido retratados de esa manera en la pantalla grande. El ciudadano de clase media atascado en un empleo de mierda que se agarra de lo que tenga a mano para hacer su día a día más llevadero - Clerks (1994)-, la frustración que produce el desamor y la inmadurez como impronta masculina a la hora de encaminar una relación con el sexo opuesto -Mallrats (1995)-, o el valor de la amistad y como entra en juego cuando se nos cruza por nuestro camino una mujer que tiene kilómetros de calle recorridos por encima de los que marca nuestro odómetro -Chasing Amy (1997)-, son algunas de las premisas que se dio el gusto de explotar con una muñeca envidiable para los diálogos y un casting ajustado como reloj suizo, y para contrastar con su férrea educación católica, a finales del siglo pasado se despachó con Dogma (1999), una producción supuestamente polémica que ofrecía un pensamiento lateral sobre algunos aspectos de la religión católica y que, por ese único motivo, fue víctima de marchas de escrache para evitar su estreno, y la producción entera tuvo que ponerse a resguardo cuando comenzó la promoción del film en distintas ciudades de U.S.A. en incluso en el extranjero, dada la cantidad de amenazas en distintos formatos que fueron recibiendo. Durante años en nuestro país esta película se transformó casi en un mito, ya que nunca tuvo un estreno en los cines y su lanzamiento en formatos digitales tardó eones, algo que hoy por hoy no significaría nada pero 15 años atrás, con el p2p en pleno desarrollo, podía marcar la diferencia entre tener o no acceso a esa producción.

Universo Smith

Como ya mencioné más arriba, la última década de Kevin Smith, la que separa a Jersey Girl (2004) y Clerks II (2006) del presente, cinematográficamente hablando fue, cuanto menos, dispar, pero ni mis opiniones sobre las producciones que encaminó en ese período ni el fracaso o éxito de las mismas y el buen o mal recibimiento que tuvo por parte de la crítica especializada disminuyo un ápice el crecimiento de este realizador como personaje mediático de importancia del cual nos interesa saber lo que opina sobre cada tema que nos compete. Sus apariciones mediáticas, ya sea como entrevistado o dando conferencias, o como actor en proyectos ajenos, de entre las que destaco su participación en Live Free or Die Hard (2007) componiendo al hacker Frederick 'Warlock' Kaludis, y de las cuales la más reciente es su participación en el episodio 20 de la octava temporada de The Big Bang Theory, colaboran con su vigencia en los medios, por no mencionar que, por supuesto, sus producciones lejos están de limitarse al cine. Allá quedó la magnífica “Spoilers”, un talk-show con el mismo K. S. como anfitrión y que tuvo a invitados del calibre de Carrie Fisher, Robert Rodriguez, Jon Favreau, Gerard Way, Grant Morrison, Felicia Day, Rosario Dawson y, una vez más, Stan Lee, y en el cual se invitaba a perfectos desconocidos a desguazar una película, y al propio K. S. a hacer lo propio con algunas de las producciones que ofrecía la cadena en la cual se emitía el show, Hulu. Y hoy por hoy lo tenemos año tras año en “Comic Book Men”, el reality show que se desarrolla en una de las comiquerías de las cuales es actualmente dueño, la Jay and Silent Bob's Secret Stash ubicada en su natal Red Bank, New Jersey, y que nos muestra no solo el devenir diario de lo que sucede en un negocio de estas características sino también algunas actividades paralelas relacionadas con su grupo de amigos, por no mencionar lo que le da el alma “freak” a cada capítulo: las íntimas charlas entre Smith y sus colegas sobre las banalidades intrascendentes que rodean el mundillo del comic pero que son de suma importancia para los televidentes. 
 Y claro, la mención especial es para la relación que guarda el gordo Smith con los comics como guionista, picando en punta sin duda alguna la saga "Quiver" que agrupa los 1ros diez números del volumen 3 de Green Arrow, y en la cual no solo trae de nuevo a la vida a Oliver Queen sino que, encima, se da el lujo de introducir como personaje a Mia Dearden, quien terminaría siendo la nueva Speedy. Apenas un escalón debajo se encuentra "Guardian Devil", el arco de 8 números que inauguraría el volumen 2 de la serie de Daredevil y que tendría al gigantesco Joe Quesada en el arte, mostrando una vez más la conflictiva relación que los humanos tenemos con la religión. Ambas sagas, tanto por el tratamiento de los personajes como por la sobre-exposición de los lados más miserables y viles del espíritu humano son lecturas recomendadas para “lectores maduros”, dado que un niño difícilmente esté preparado para lidiar con los conceptos y las temáticas abordadas, máxime cuando se ahonda en temas como la industria de la pornografía o los enfermos de H.I.V., y cada una, con el paso del tiempo, terminó siendo fundamental para los universos expandidos de cada personaje. 

Además de haber desarrollado prolongaciones de sus películas o personajes en los comics, K. S. también se encargó de escribir mini-series para Spider-Man y Batman, pero ninguno de esos trabajos fue tan relevante para el medio como las dos sagas mencionadas más arriba.
Además de sus otros proyectos paralelos que incluyen podcasts, escritura de guiones y direcciones de capítulos, cortos o comerciales y múltiples aportes para páginas de internet, multi-medios e incluso poniendo su voz para un personaje en uno de los video-juegos de Lego, lo más relevante del gordo en la actualidad es su aparente regreso a los orígenes cinematográficos, con las secuelas Clerks III y Mallrats 2 (la cual se va a llamar MallBrats) e incluso con el pronto estreno de Yoga Hosers (2015), un film de terror en tono satírico y que cuenta con la peculiaridad de tener el protagónico de su única hija de 16 años, Harley Quinn Smith. Ah, sí, porque le puso “Harley Quinn” a su hija… ¿No lo sabían? Si eso no habla del nivel de frikismo que el gordo tiene, queridos lectores, entonces nada lo puede hacer. Nos volvemos a leer la semana que viene, acá, en Tierra Freak.