miércoles, 24 de junio de 2015

Dark Matter: la vuelta de la ciencia ficción sin solemnidad - El Gabinete del Dr Morholt.



Para poder hablar de la serie que nos convoca hoy tendría que hablar un poco de la franquicia Stargate. Esa que comenzó con una película en el año 1994, pero fue recién en 1997 cuando se instaló como una verdadera saga de ciencia ficción que duró por más de 14 años y tuvo su desarrollo en 4 series de televisión (una animada), varios libros, videojuegos y comics; y dos películas más que salieron directo para DVD.

Pero como es un universo demasiado grande es preferible dejarle un Gabinete para él solo que vendrá en algún momento (si es que no llega antes un episodio especial de Tak Tak Duken donde el Sr. Editor Sakichan y su partenaire Shingo hablen horas y horas al respecto).



Basta decir entonces que cualquier fan de la ciencia ficción oyó hablar de al menos una parte de esta gran saga.

Y que esto haya sido así fue en parte por Joseph Mallozzi y Paul Mullie, dos de los guionistas que luego formaron parte de la producción de las series de televisión y que ahora se embarcaron en su propio show “Dark Matter”.

En esta nueva “space opera” como ellos la describen, 6 personas despiertan sin recuerdos en una nave averiada que viaja a la deriva en el espacio.

Los protagonistas no sólo no tienen recuerdos de cómo llegaron a la nave, sino que tampoco saben quienes son ni ellos ni los demás. Es así como juntos tendrán que buscar las respuestas sin saber exactamente si pueden o no confiar en sus compañeros de nave.

Si a alguno le suena el nombre y la temática es porque en 2011 Mallozzi y Mullie publicaron en la editorial Dark Horse una miniserie de 4 comics llamada de la misma manera que contaba la misma historia.

Al respecto Mallozzi comentó “En realidad no es que me basé en el comic, sino que yo en realidad quería estrenar el show… es que aprendí con el tiempo que no importa qué tan buena sea una idea o un concepto, los ejecutivos de las productoras y los canales le prestan más atención si lo que les presentás es algo ya establecido. Y por establecido me refiero a algo proveniente de un libro o un comic o algo ya pre-existente. Un producto ya probado.”

O sea que en vez de ir con un posible piloto fueron directamente con esas cuatro revistas que, aparte, vendieron lo suficientemente bien como para decir “la gente ya lo conoce”.

Y quizás por eso es que cualquiera que haya leído la historieta y visto los primeros dos capítulos de la serie podrá reconocer la similitud no sólo de los diálogos, sino directamente entre las viñetas y los encuadres de cámara.

“Sí, usamos el libro recopilatorio directamente para vender el show” reconoce Mallozzi en una entrevista. Y es que el escritor canadiense parece haber entendido cómo se maneja el mercado en estos momentos de incontables adaptaciones tanto en la pantalla grande como en la chica.

Pero no es sólo eso lo que parece haber entendido. Porque lo principal de la serie, por lo menos con estos dos episodios que se emitieron hasta la semana pasada y que también era parte de la historieta, es que es una serie divertida.

Una serie donde hasta en los momentos de mayor tensión hay espacio para un chiste o un comentario irónico que sirve para descomprimir la situación. Al respecto Mallozzi también dijo “Desde que se dejó de emitir SG-1 la ciencia ficción tuvo un corrimiento hacia lo oscuro o hacia lo solemne. Tanto fue así que quizás todo lo divertido de SG-1 o Atlantis no pudimos ponerlo en Stargate Universe porque era otro el tono que se utilizaba en ese momento. Pero con Dark Matter queríamos volver al entretenimiento, a lo divertido, con su cuota de seriedad cuando sea necesario, pero mostrando que la aventura puede ser divertida y entretenida y no necesariamente cruda, dura y oscura. Más habiendo visto el éxito de los Guardians of the Galaxy de Marvel.”

Ese tono que caracterizó a Stargate SG-1, Atlantis y también por qué no a las contemporáneas Farscape y Firefly se puede ver en Dark Matter y es algo a festejar. Porque si bien hemos sabido disfrutar de series de ciencia ficción serias como Battlestar Galactica o de las nuevas Defiance, Dominion y 12 Monkeys se extraña la vieja y querida aventura. ¡Si hasta las últimas temporadas del Doctor Who se pusieron más oscuras!

Pero decir aventuras no quiere decir que sea una serie tonta o con una ambientación plana. Porque el universo en el que está planteada la historia es uno bastante complicado, donde las corporaciones multinacionales se transformaron en corporaciones multiplanetarias y son ellas las únicas con el dinero y recursos suficientes como para construir naves e ir a explorar el espacio para luego colonizar nuevos planetas y así extraer recursos de ellos y por lo tanto tener más dinero y recursos.

Es así que estos 6 tripulantes tendrán que moverse entre estas corporaciones y la Autoridad Galáctica, sin saber exactamente cuál es su rol en el entramado control que ellas tienen del espacio en el que viajan.

Para el final del primer episodio el argumento inicial parece haber sido resuelto, pero las implicancias de lo descubierto abre un abanico enorme de posibilidades.

Quizás por algunos paisajes mostrados, quizás por algunas situaciones, o por ciertos personajes que pueden hacer recordar a algún que otro miembro de la Serenity, muchos han visto algo de parecido entre las primeras emisiones de Dark Matter y la fallida serie de Whedon. Y es que hay que tener en cuenta que los creadores tienen planeado que la serie sea una “serie de nave” con algunos capítulos donde se baje a distintos planetas, pero que lo principal sea el desarrollo de las relaciones entre los tripulantes y, principalmente, la búsqueda de lo que les sucedió. Sí, algo ya visto para cualquier fan de la ciencia ficción, pero bastante ausente en la televisión actual.

Tal es la apuesta a que sea una serie “a la vieja escuela” que los interiores de la nave en la que viajan están construidos realmente y no se utiliza CGI salvo para ciertos efectos necesarios en escenas de acción o explosiones. Algo también digno de destacar.

La serie tiene confirmada una primera temporada y según prometen no sólo tendrá peleas cuerpo a cuerpo (ya que uno de los protagonistas parece utilizar muy bien la espada) sino también tiroteos y explosiones, pero también batallas entre naves espaciales. Si a eso le sumamos ciertos conceptos fantásticos que el creador pudo adelantar como la clonación o la transmisión via subespacio de los pensamientos, podemos estar cerca de una serie de ciencia ficción hecha y derecha. Y hace tanto que no vemos eso en la tele que con sólo esa promesa por lo menos yo estoy contento.

Y es que parece ser una apuesta del canal SyFy volver a la ciencia ficción dura, corriendo el foco de las películas de clase B que le dieron de comer estos años con Sharknado a la cabeza.


Esperemos que las dos cosas se puedan complementar, porque un tornado que levanta tiburones asesinos es algo tan disfrutable como una buena historia de exploradores espaciales… no nos hagan elegir entre una y la otra.