viernes, 27 de marzo de 2015

La Fierro llega a los 100 números - La Columna de Logan.


Y lo festeja por partida doble. ¿Cómo es eso? Claro, porque en realidad el número 100 salió en febrero de este año, hace un mes, pero el “festejo” se dio en los últimos tres números, desde el 99 hasta el que pudimos adquirir en los kioscos este mes de marzo, el 101. Tanto por el doble festejo como por el hecho de haber alcanzado dicha numeración, me pareció razonable el día de hoy presentarles una reseña sobre esta revista y este aniversario, alentándolos a que adquieran al menos estos 3 últimos números, porque, créanme, no se van a arrepentir, de ninguno de ellos. Expliquemos en unas cortas líneas el porqué.

“Elige tu Juego”, de Juan Giménez


Cabe la posibilidad de que no seas del palo y, por este motivo, no estés al tanto de quién es Juan Gimenez. Bueno, este dibujante mendocino que nació en la década del 40 y ya superó los 70 años, entre otras cosas dibujó La Casta de los Metabarones, así que, cómo podrás apreciar por la reseña que le dediqué a esa obra hace un tiempo, es digno de mi admiración, pero lamentablemente tiene muy poco material publicado en nuestro país. Así y todo, como bien lo anunciaron en la web de Comiqueando hace unos días, Loco Rabia y Belerofonte en un esfuerzo de producción enorme recuperaron un clásico de la historieta sci-fi de los ’80, Basura, de Carlos Trillo y Giménez, en un único tomo recopilatorio a color y con rotulado nuevo, algo que nunca se había hecho en este país con esta obra. Si te interesa saber un poco más de él podes visitar su sitio web, donde también vas a encontrar un listado bastante completo de sus trabajos, y si aún te parece escueto el mismo hay algunas obras más mencionadas en su ficha de wikipedia, aunque, todo hay que decirlo, tanto su web page como la ficha de wiki están bastante desactualizadas. De hecho, dudo que los precios que aparecen listados en los libros de Juan sean los actuales, aún cuando los mismos figuran en Euros. Pero para el ignoto es un buen catálogo del tipo de arte que produce este artista, y para el conocedor un lindo recordatorio de aquellas obras que aún le están faltando.

La inclusión de Juan Giménez dentro de esta reseña está motivada por parte de lo que lo llamo el “evento de los 100 de la Fierro”, ya que los editores de esta revista, en una movida inesperada, decidieron publicar de forma íntegra una obra auto-conclusiva de este autor en dos partes, la primera en la Fierro 99 y la segunda en la Fierro 101. La obra que eligieron para este evento es “Elige tu Juego”, una historieta publicada en el 2002 en España que termina siendo un homenaje a todos los gamers y una oportunidad para Giménez de que recorra casi todos los tópicos en los que se siente cómodo, al menos de forma visual, y es así como en la misma tendremos cameos del género bélico y el fantástico, y toques de ciencia ficción y erotismo.

La trama de la historia nos remonta a aquellos años donde navegábamos con un modem dial-up y transportábamos información de una computadora a otra por medio de discos magnéticos cuadrados (diskettes), y donde internet era apenas un retoño de lo que es ahora. Donde las publicaciones gráficas dedicadas a videojuegos eran esenciales para estar al tanto de las novedades y los trucos para poder llegar hasta el final de cada juego, y donde muchas veces un amigo nos terminaba prestando un diskette con un juego desconocido para nosotros, y nos metíamos dentro del mismo sin ningún tipo de conocimiento previo, explorando el universo del mismo con cautela y excitación, consumiendo horas y horas de nuestras adolescentes vidas delante de un monitor. Es una historieta muy naif, pero que soporta el paso del tiempo sin problemas gracias a  un artista que se desenvuelve con soltura en todos los ambientes que decide abordar, demostrando una vez más la cantidad de recursos con los que cuenta Giménez para presentar un despliegue visual único y personal que nos llena de goce y nos hace sentir orgullosos de su procedencia. Un precioso regalo que Sasturain y su equipo nos ofrecen para celebrar este momento, y que eleva la apuesta de la revista a futuro. ¿Será “Elige tu Juego” algo único, exclusivo, y quedará como una anécdota relevante de estos días, o se terminará transformando en una agradable tendencia de esta revista? Veremos.

El 100 de la FIERRO

La segunda parte de esta historia no se presentó en el siguiente número porque para festejar las 100 ediciones el editor tenía preparada otra sorpresa, no menos agradable: la revista Fierro 100 que salió el mes pasado es una perfecta vidriera de la idiosincrasia que tuvo la revista hasta este momento, dado que un enorme número de artistas se aunó a la consigna de festejar este número realizando una página que de alguna u otra forma este referenciando el momento que la revista está viviendo. Y si bien de lejos la propuesta parece vacía de contenido y poco atractiva, cuando tenés finalmente el número en tus manos te terminas convenciendo de que probablemente sea uno de las mejores revistas de esta segunda etapa de la Fierro. Allí están Sala, Arbelo, Podetti, Adanti, Accardo, Max Cachimba, Calvi, El Niño Rodriguez, El Tomi, Lucas Varela, Santullo, Ginevra, Liniers, Nine, Maicas, Decur, Langer, Juan Bobillo, Olivetti, Gaitán, Sejo, Taborda, Pablo Túnica, el propio Juan Giménez (que es uno de los pocos que no cumple la consigna y entrega 4 páginas) y tantos más para deleitarnos con pequeños retazos de sus mundos y sus trazos, y para resolver esa ecuación complicada: entretener, hacer reír y cerrar una idea en una sola página.
Solo con la chapa de los nombres el número se la banca solito, pero además muchos de estos autores tienen una relación de años con esta publicación, y ven en este desafío la oportunidad de devolverle a la revista el espacio que la misma les ha dado demostrando el cariño que le tienen, y el aguante que le hacen al medio. Algunos más afilados que otros a la hora de resolver la consigna –seguramente porque están mucho más acostumbrados a trabajar con tan poco espacio- pero de una u otra forma, no hay página que no tenga algo para rescatar, y como pocas veces este número se transforma en la más increíble e impensada vidriera de nuestra historieta, un número poderoso e infinito que se desvive por demostrar la artillería con la que cuenta y que festeja los más de 8 años de publicación ininterrumpida tirando la cara por la ventana.

El año pasado mi amigo y director de la película en producción Perdidas, Federico Velasco, escribió en el sitio de Comiqueando on-line un artículo donde exponía los porqués de su insatisfacción con la propuesta editorial de la revista Fierro. Recuerdo que cuando lo terminé de leer mi primer reacción con su análisis fue negativa, sobre todo porque soy uno de esos fieles lectores que mes a mes va al kiosco a buscar esta publicación… cuando me puse a reflexionar un poco más en los motivos de las críticas descubrí con asombro que no era un lector más de la Fierro, era efectivamente uno más de los que mes a mes la compran, sin que eso signifique que la lea completa o la disfrute de forma plena. La historieta, o al menos nuestra historieta, la argentina, es gigantesca, es enorme. Es rica en contenidos, es abierta, visceral, es polémica, absurda, es tantas cosas que cuesta ponerle una etiqueta o enmarcarla en un estilo determinado. Pero no todos somos fervientes consumidores de todos estos artistas, todas estas corrientes, de hecho a muchos no puede interesarnos menos lo que ciertos dibujantes están haciendo, y no por eso dejamos de amar este medio. La Fierro es casi una declaración de principios: esto es lo que hay, pero no todo te va a gustar, bancátela. Es una postura ortodoxa, de otros tiempos, que quizás responde a quienes la dirigen, mucho más que a los deseos de quienes la consumen. Casi lo contrario de lo que ocurre en otros medios, como por ejemplo la televisión. La Fierro termina siendo una publicación que solo puede agradarle a quien tiene tiempo y paciencia para degustarla, y también al incondicional de la historieta argentina (de TODA la historieta argentina), porque sin duda alguna es una patada en las bolas para los ansiosos y un palo en el orto para los que tienen una vida que incluye otras cuestiones aparte de leer historietas. El compromiso que tenemos que asumir para disfrutar plenamente de la Fierro supera –lo sé porque estuve ahí- con creces las expectativas que ponemos en esta publicación, que tanto por su formato como por su periodicidad, encima es única en el mercado. Como bien menciona mi amigo Fede, atacarla es casi ir en contra de la única vidriera con alcance nacional y periodicidad mensual que tiene el medio.

Es innegable que los tiempos han cambiado, y sobre todo en esta última década donde la vida se mide en segundos y no en horas… quizás llegó por fin el momento, para quienes la realizan y la editan, de replantearse el rumbo que la revista va a tener en los próximos años. Estos tres últimos números, por lo que describí más arriba, sin duda alguna fueron una oleada de viento fresco, aún cuando uno de ellos siga siendo una furiosa y caótica antología digna de la trayectoria que Fierro tiene, pero a futuro, algunas de estas movidas, que a mi entender funcionaron muy bien, deberían ser tenidas en cuenta para seguir sosteniendo el nombre y levantar la calidad del contenido de una revista que todos valoramos, pero pocos amamos.

Nos leemos la semana que viene, acá, en Tierra Freak.