jueves, 4 de diciembre de 2014

The Flash & Arrow: el Crossover Superheróico del año - La Columna de Logan.




Te lo veías venir, yo sé que sí. Si sos un habitual lector de este sitio, sabes que hemos levantado reseñas del piloto de Arrow, del de Gotham, y del de Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D, y sumado a eso hay reseñas sobre el final de Misfits y sobre la serie Utopia, ambas con una enorme carga del género superheróico sobre sus espaldas. No conforme con eso, también hay una reseña en el sitio de mi colega, el Dr. Morholt, sobre las series derivadas que podrían o no conformar un universo integral, como por ejemplo, uno de los estrenos de esta temporada, el show televisivo The Flash, que es un spin-off de la serie Arrow. Hace apenas unas horas culminó el primer crossover oficial entre ambas series, y en un esfuerzo descomunal de producción, aquí, en Tierra Freak, te presentamos una reseña que desmenuza lo sucedido en ambos capítulos y analiza el evento, convirtiendo este sitio en uno de los primeros de habla hispana en presentar un informe de estas características. A lo nuestro.


Calentando motores

Si soy el homenajeado de una despedida de solteros, lo último que quiero esa noche es que me recuerden de forma recurrente a mi futura esposa. Sé que la amo y que es lo mejor que me pasó en la vida, y por eso asumo el compromiso de pasar el resto de mi existencia a su lado… pero esta noche en particular es la que marca el final de mis días como soltero, ergo: ¡putas, Harry, putas!

¿Qué quiero decir con esto? Que esta semana lo único que le importa al fandom geek superheróico es el crossover entre estas series, que son ambas licencias de D.C. Comics, así que, amén de que Marvel lo hizo primero (solo que en cine), es la única vez que voy a mencionar la competencia, porque no tiene sentido sumar al análisis una innecesaria e injusta comparación gratuita, y además no aporta nada al disfrute, ni de la experiencia como televidente un luego del posterior análisis del mismo.

Tampoco estoy particularmente interesado en sumar a este análisis –como sí lo hicieron algunos sitios en inglés- referencias a los primeros o más importantes cruces entre estos personajes en otros medios, particularmente en papel. Ese es un bonus ultra-freak que no aporta realmente nada, sobre todo teniendo en cuenta que los productores y guionistas dotaron a este cruce de una personalidad propia –como también lo hicieron con ambos shows- y de elementos muy arraigados con los climas de ambas series, y no adaptaron ninguna historia célebre escrita para el papel que incluyera a Green Arrow y Flash. La única conexión palpable y fuerte con el medio original –más allá de algunos ínfimos detalles dispersos a lo largo de ambos capítulos- es el título del episodio de Arrow, The Brave and the Bold, una obvia referencia a aquella seria mítica de D.C. creada en 1955 con el único objetivo de presentar, en cada número, un team-up distinto conformado por personajes del D.C.U., y ni siquiera eso es relevante. Lo que sí es importante saber antes de consumir este cruce entre ambos personajes es que si bien este es oficialmente el primer crossover entre ambos shows, The Flash obtuvo sus poderes en la serie Arrow, específicamente en el noveno episodio de la 2da temporada, titulado Three Ghosts, pero hay un detalle aún más interesante: segundos después de que el rayo golpea a Barry otorgándole sus poderes, Oliver Queen se pone el antifaz que completa el traje 
original del personaje en el comic, así que en el mismo momento y capítulo en el que un héroe nacía, otro terminaba de pulir su estética y cerraba un círculo. Es así como la conexión entre estas dos series es mucho, muchísimo más profunda que todas las referencias de cruces entre ambas. Hay una relación, la de Barry con Felicity, que atravesó transversalmente ambos shows desde el principio y lo sigue haciendo, y me arriesgaría a decir que gracias a Felicity es que podemos disfrutar de este cruce. No me malinterpreten: este es el crossover televisivo más anticipado de la historia, lo íbamos a tener sí o sí, por supuesto, me estoy refiriendo a las excusas estrictamente argumentales para que esto suceda: nuestra hacker favorita nunca perdió contacto con Barry, a pesar de la distancia, visitó la serie de su colega en el 4to episodio de la temporada presente, el que se titula Going Rogue y en el cual –oh casualidad- hace su aparición el villano Captain Cold, y estuvo pendiente del estado de salud de su amigo todo el tiempo, además de mencionarlo repetidas veces en Arrow. Y luego, cuando el cruce televisivo finalmente se da, es Felicity quien hace un esfuerzo porque ambos héroes se entiendan y trabajen en equipo. Lo importante al momento de acercarse a este evento es tener en cuenta que el desafío de los productores de cada show consiste en mantener el clima y la temperatura de cada producto aún cuando tengan que trabajar con elementos ajenos a él, pertenecientes al show hermano. Vamos a ver si al menos consiguieron eso.

Flash vs. Arrow - The Flash:  1er temporada, 8vo episodio

Ya tenés una erección de fan escuchando el "previously in The Flash... and Arrow", y es que los detalles como estos son los que van a ir sumando, minuto a minuto, un bonus track que va a elevar ambos episodios a la estratósfera. El primer fan-service para el jeropa de turno lo tenemos con Iris en la cama con su pareja, muy suelta de ropas y entusiasmada con la relación, y es el puntapié inicial para adentrarnos en un detalle que tiene la narrativa de cada capítulo de la serie de t.v. de Flash, y es que cada episodio gira alrededor de un tema en particular. El de este capítulo serán las “emociones”, y amén de eso, será un episodio absolutamente freak que trascenderá incluso el universo común de ambos personajes, al punto de incluir, por ejemplo, una parodia a la forma en la que habla el personaje Yoda de la saga Star Wars.


Uno de los leitmotiv del episodio consistirá en Barry, enfundado en su traje de Flash, obsesionado con arruinar la relación de pareja de su amiga/amor platónico Iris, pero por suerte no pasan muchos minutos hasta que somos testigos de la 1er aparición de Arrow, la cual se da, como corresponde, en una escena repleta de acción, y que incluye una referencia musical -ahora sí, sutil- dentro de la partitura clásica de The Flash, para luego ver el logo de la serie atravesado por una flecha. Lágrimas de emoción en los ojos. Digs y Felicity se suman a la reunión de Héroes, y la cosa se pone better and better. Amén de presentar los casos que llevaron al equipo de Starling City a viajar a Central City (la ciudad donde se desarrollan las aventuras de Flash), todo el diálogo inicial tiene los componentes justos para causar un gran impacto en el fan de ambas series: Ollie sobrando a Barry y apegado a su postura profesional, con la cara de orto que lo caracteriza, Felicity siguiéndole la corriente a Barry y usando el sentido común, y Digs con la mandíbula por el suelo al ser testigo de la sorprendente velocidad de nuestro héroe. La aparición de un boomerang como prueba (una evidencia recogida que está conectada con la aparición de un villano en el Arrow: S03E07 de la serie Arrow) no hace más que elevar al infinito los ánimos ya caldeados ya del fan del comic que sabe muy bien a quien pertenece.

Y luego, otro fan-service... una vez más, para el pajero de turno: se le incendia la camisa a Felicity por el efecto de roce de la velocidad con la que fue trasladada por Barry y la vemos en corpiño. Aplausos. Momentos después, una reunión entre Wells, Joe West y Allen establece, para este universo particular, una evidente y marcada diferencia entre los métodos de Barry y los de Ollie: Arrow es, efectivamente, lo que tradicionalmente se conoce como un "vigilante", un anti-héroe, un héroe con métodos poco ortodoxos muy apegados al uso de la violencia, la tortura e incluso el uso de fuerza letal. Arrow acababa con la existencia de muchos criminales en sus 1ros días como vigilante, hasta que tomó consciencia del valor de la vida humana y del respeto que se tiene que tener sobre la misma, por encima del deseo de venganza o de cualquier otra excusa movilizadora, y siguió aplicando sus duros métodos de caza e interrogación pero sin tomar la vida de nadie... siempre que eso sea posible. Uno de los tantos aprendizajes por los que Ollie pasó en estas 3 temporadas que tiene la serie que lo tiene como protagonista al aire.

Luego de ser testigos de cómo Iris se moja completamente ante la presencia de Ollie (seguro nadie anticipó esto), vemos el momento en el cual Barry estrecha la mano de su Héroe inspirador, y se establece el lazo de compañerismo necesario para que el status-quo del crossover se consolide. Realmente tengo que admitir que, ante mi sorpresa, los guionistas hicieron un esfuerzo enorme por escribir diálogos ingeniosos entre estos dos personajes y manejar una tensión que se balancea entre la profesionalidad y seriedad de uno y el humor en forma de sarcasmo del otro, y que recorre, paso a paso, cada uno de los ítems de cada serie, lo cual era de esperar, pero cuando esto se manifiesta en la pantalla de forma placentera, debido también a una más que correcta caracterización de los actores, los fans nos relajamos, ajustamos los cinturones, tiramos el sillón para atrás y nos preparamos para un viaje muy agradable. El único problema, por supuesto, que nada tiene que ver con este crossover en particular, y me arriesgo a decir ni siquiera con esta adaptación del personaje Flash a la televisión, sino más bien con el concepto en sí del poder de este personaje, es que la verosimilitud del relato queda casi siempre coartada por momentos que no se corresponden con lo que conocemos de los alcances de la velocidad de Barry. Ollie es disciplinado, sí, estructurado en su manera de pensar y de actuar, y un tipo dedicado al cuidado de su cuerpo, ya que al igual que Batman y otros tantos personajes que carecen de poderes, es la única manera de lograr una ventaja en campo cuando se miden con personajes con poderes. Pero una flecha es una flecha, la super velocidad de Barry tiene que permitirle indefectiblemente poder reaccionar con el reflejo suficiente para esquivar algo apenas escucha el "click" de una ballesta, mucho más si son dos disparando simultáneamente. No por nada hay guionistas, en los comics, que siempre que pudieron intentaron no utilizar a velocistas dentro de sus formaciones de grupos de super-héroes: aquel personaje que tiene la capacidad de moverse 15, 20 o 50 veces más rápido que una persona normal, te resuelve cualquier situación de riesgo en el campo de batalla sin necesidad de la intervención de un tercero, como ya quedó demostrado este año en la cinta X-Men: Days of Future Past (2014).

[y al final no pude con mi genio y metí una referencia a Marvel, la repmil…]

Amén de esto, y de la química que mencioné entre los personajes protagonistas, en este 1er capítulo del crossover los diálogos, los cruces y el fan-service estuvieron a la orden del día desperdigados por lo largo y ancho del episodio, como por ejemplo Wells presionando a Felicity para que le revele la identidad de Arrow o los chicos de S.T.A.R. Labs recibiendo un software de reconocimiento de rostros gracias a la gentileza de... Felicity, again. Y momentos después, la inevitable -inevitable en este medio, en los comics los team-ups se dan de forma mucho más "natural", pero también porque existen casi desde que existe el género superheróico- crisis entre ambos protagonistas, producto de un gesto de inmadurez por parte de Barry, que cree que Ollie lo sobra y lo regaña por tener celos de su poder, cuando en realidad es él el que tiene celos de la atracción física que ejerció sobre Iris, entre otras cosas. Los "sentimientos", otra vez, la temática del episodio. ¿O no? Nanana... una vez más, ante la sorpresa del televidente (?), ¡Barry está siendo víctima del poder del villano de turno, y está experimentando el sentimiento de rabia, con delay! Oh my fucking God, ¿Quién podrá detenerlo? No, se equivocaron, no va a ser el Chapulín Colorado (descansa en paz, Robertito), sino... Arrow. And the Battle Begun!!!

Y luego, tristemente, el remate del episodio tira toda una construcción de un capítulo por la borda con una zarta de estupideces dignas de guionistas que buscan complacer a una audiencia que promedia los 10 años, porque solo si tenés esa edad mental no te parece absolutamente ridículo que el solo hecho de que Ollie haya enfrentado a Barry logró que las fuertes convicciones de West y Wells sobre el "Arrow" desaparezcan en un santiamén o den pie a saludos del tipo "no estoy de acuerdo con tus métodos pero... gracias", un remate que no usaba ninguna serie de acción de T.V. desde 1985 más o menos, por sosa y ridícula. Lo de "conocí a tu padre y estaría orgulloso de vos" por parte de Wells es demasiado, ahí, una vez más, nos tratan a los fans y televidentes como pelotudos.

Sin embargo, más allá de ese momento infantil digno de una serie pedorra de los '80, el final-final nos reservó dos sorpresas que apuntan a marcar puntos de inflexión en ambas series/universos: la ruptura en la relación entre Iris y Flash, y la aparición de un personaje femenino importante en el pasado de Ollie, que quizás esconde un "secreto" (¿cómo, un secreto en Arrow...? ¿Desde cuándo?) relacionado con nuestro Héroe favorito.



The Brave and the Bold – Arrow: 3er temporada, 8vo episodio



Las escenas del previously de Arrow están supeditadas exclusivamente a los encuentros previos entre Arrow y Flash, pero sobre todo al episodio que acabo de describir de la serie hermana, lo que nos inserta de lleno en el evento. La primer secuencia de acción tiene como protagonistas a Arsenal (si, maestro, ya se llama así… me vuelvo loco), Digs y Arrow detrás de la pista de un villano que vienen siguiendo desde Central City, y, una vez más, este equipo establece una diferencia abismal entre la forma en la que resuelven los casos en comparación con cómo trabaja Barry con S.T.A.R. Labs. La aparición de un equipo de A.R.G.U.S. (el team que dirige Amanda Waller y al cual pertenece la ex mujer de Digs) pone las cosas en perspectiva, y momentos después, lo que todos esperamos, uno más de esos pequeños detalles: el logo de la serie Arrow atravesado por un destello con forma de rayo, el que identifica a la serie The Flash. El fan se golpea la cabeza contra la pared de la emoción.


No porque sea un episodio crossover, Arrow deja de lado sus clásicos flashbacks, y en el mismo somos testigos de cómo Amanda le entrega las herramientas (arcos, flechas y demás chiches) que Oliver perdió en el barco y le exige que interrogue a un criminal capturado para detectar la localización de una bomba. Mientras en el presente, Caitlin Snow y Cisco Ramon (los dos nerds de S.T.A.R. Labs) visitan a Felicity en Starling City para conocer la Arrow-cave. Una vez más, los detalles lo son todo, y los diálogos levantan mucho el puntaje final del episodio, con los cruces de comentarios sarcásticos entre Oliver, Cisco y Roy, sobre todo. Momentos después, la 2da aparición del Captain Boomerang, caracterizado por un viejo conocido de quienes se comieron todas las temporadas de la saga televisiva Spartacus, Nick Tarabay, quien ataca las instalaciones de A.R.G.U.S. demostrando su valía en el campo de batalla. Arrow y Arsenal llegan a tiempo para enfrentarse con el Capi, pero se los banca a ambos casi sin sudar, y quien salva el día (o la noche, en este caso) no es otro que Barry, por supuesto… aunque su entrada la hace en una secuencia estúpida donde Oliver estaba a punto de comerse dos boomeragns sin atinar siquiera a esquivarlos, y luego el villano desaparece cual ninja de los ’80. Flojo.


Luego de una charla entre Digs, Ollie, Lyla (la ex de Digs) y Roy –en la cual, por algún motivo, Barry no participa, aunque acababa de aparecer hacía solo unos segundos), queda claro que el Capi busca vengarse de Lyla por una operación fallida del Suicide Squad en la cual se decidió eliminar a todo el equipo. Barry y Ollie acuerdan trabajar juntos una vez más, y Flash demuestra su valía en este equipo circunstancial transformando los trozos de evidencias en los boomerangs en un segundo. Hay una pequeña referencia comiquera cuando el Capitán Lance pretende recordar el nombre de Barry y lo llama Bart: Bartholomew Henry "Bart" Allen en el papel, es nieto de Barry allen, fue Impulse, Kid Flash e inclusive llegó a portar el traje de Flash cuando Wally West desapareció, y por la edad del personaje es una referencia válida.


Una vez más, Flash resuelve una situación con la mafia rusa en 8 segundos que al Arrow-team le podría haber tomado al menos 2 minutos, y luego es testigo de las formas de interrogatorio de Oliver. Después de obtener información, nuevamente Arrow y Flash van al choque con los métodos de cada uno, comparando tragedias personales y meditando sobre cómo reaccionan y se desenvuelven como Héroes –o vigilantes- producto de las mismas, y esta vez la situación de conflicto entre ambos tiene mucho más sentido que en el episodio anterior del crossover. Sin embargo, el clímax del dramatismo del capítulo sucede de forma mucho más estúpida: el Capi engaña al equipo para llevarlos a una locación cualquiera y alejarlos de la Arrow-cave, así puede entrar como pancho por su casa y acabar con la existencia de Lyla… lo cual logra, una vez más, sin muchos inconvenientes. Lo que sí estuvo un poco mejor manejado es la forma en la que Oliver aprendió que la tortura en los interrogatorios puede salvar vidas, a través de sucesivos flashbacks mostrando las consecuencias de no conseguir respuestas de un terrorista, con fuertes diálogos entre Amanda y nuestro héroe.


Luego de una escena intrascendente en el bar, llega el momento en el cual Barry y Ollie reflexionan sobre lo ocurrido, y más allá de que la conclusión a la que llegan es obvia, todo estuvo muy bien manejado, y conservó el espíritu de la serie, que pretende, con este crossover, ser casi un show antagonista de The Flash. Felicity les proporciona a los héroes la locación del Capi, y el dúo dinámico ( Xd ) va al encuentro del villano, el cual usó un artilugio (preparar 5 bombas diseminadas por Starling City, las cuales deberá desactivar Flash) para, al menos, poder separar a la pareja y tener que enfrentarse solamente contra Ollie. Barry consigue encontrar una de las bombas pero tiene que desactivar las 5 a la vez, así que lleva al resto del equipo a las otras 4 locaciones (y les proporciona a todos de pinzas para poder cortar los cables… bueno, eso no se ve en la serie, pero es lo que yo imagino para darle coherencia al relato, ¿no?) y al unísono desactivan las bombas. El final de la situación con el Capi no puede menos que sacarte una sonrisa, la cual, además, aparece por fin en el rostro del torturado y afligido Ollie.


El final del episodio, al igual que en el anterior descripto, nos reserva un par de sorpresas: Ollie deja preparado un comuñe en la Arrow-cave para que quede de forma permanente un traje de Barry ahí para la próxima visita, y Cisco re-diseña el traje de combate de Arrow con algunas mejoras. Luego somos testigos de un diálogo final entre nuestros héroes protagonistas, quienes se reúnen para medir sus habilidades y competir uno contra otro (?), con la salvedad de que no sabremos cual es la resolución de dicho enfrentamiento. Ah, que locos que son estos guionistas-productores, ¿no? Por suerte, los diálogos entre ambos siguieron a la altura de todo el evento.



Conclusión


La sensación general que le queda a uno, como seguidor de ambas series, es que la producción de ambas tiró toda la carne al asador para hacer de este un evento inolvidable, del cual se va a hablar durante un par de semanas, seguro, pero es inevitable pensar que podría haber estado mucho mejor… aunque, ojo: es la misma sensación que nos queda al ver cada capítulo de cada serie. En ese sentido, el crossover no traicionó ni el espíritu de ambas ni lo que nos entregan semana a semana, todo lo contrario, ambos shows se potenciaron muy bien, poniendo mucho énfasis sobre todo en los diálogos y la caracterización de cada personaje. Y como frutilla del postre, el remate del evento lo da uno de los villanos clásicos de Flash, y del DCU en general, que por suerte estuvo a la altura de las circunstancias. No solo no me sentí decepcionado por el evento, la pasé muy bien, y siendo así, el mismo lo considero un éxito, y una punta de lanza para Warner y D.C., en televisión y en cine. D.C. puede entregarnos mucho más de esto, y con mucha más altura, estuvo siempre dentro de sus posibilidades y es una lástima que se haya tomado tanto tiempo para demostrarlo. Como también es una lástima que esta reseña culmine, pero por suerte nos encontraremos de nuevo en siete días, acá, en Tierra Freak.