miércoles, 18 de junio de 2014

“Humanos Reales”, una de robots - El Gabinete del Dr. Morholt.



Hace muchísimo tiempo la literatura comenzó a preguntarse qué pasaría si pudiésemos crear vida. Las narraciones van desde el “Moderno Prometeo” de Mary Shelley hasta cualquier publicación de ciencia ficción en donde intervengan robots.

Y sin lugar a dudas uno de los más importantes exponentes de esa rama de la literatura es Isaac Asimov, pero tranquilos, no voy a hablar de los libros de este gran escritor, sino de una nueva adaptación de su idea de “vida sintética”.



Muchos podrán decir que la idea ya fue explotada hasta el hartazgo en todos estos años y ciertamente tendrían razón. No fue solamente Asimov quien trabajó el tema y, quizás por haberse hecho película en 1982, la novela de Phillip Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” sea un referente dentro de la cultura pop… ¿Quién no vio “Blade Runner” a esta altura del partido? (y si no lo hiciste salí corriendo a hacerlo).

Es por eso que cuando comencé a ver la serie “Äkta Människor” (“Humanos Reales”) ya venía con ciertos prejuicios sobre el tema. ¿Qué me podría ofrecer una nueva historia de robots que ya no haya leído o visto antes?

Es más, habiendo sido un fiel espectador de “Almost Human”, la serie producida por J.J. Abrams y que fuera cancelada esteúltimo año  mi curiosidad no era mucha.

Pero si había algo que me llamaba la atención era que, salvo por la maravillosa “The Troll Hunter” de 2010, mis contactos con los productos audiovisuales de la península escandinava fueron nulos (principalmente porque nunca me acerqué a la supuestamente genial Trilogía Millenium de Stieg Larsson ni sus adaptaciones al cine). Y sí, entiendo que Finlandia y Suecia no sean el mismo país, pero justamente ese desconocimiento de la cultura de la región fue lo que me llevó a comenzar ver esta serie. Bueno, eso y que la conseguí con subtítulos en castellano, porque inglés entiendo, pero de sueco ni una palabra.

La serie se sitúa en una ciudad sueca no identificada en un futuro cercano y posible. No un futuro donde los ciudadanos van al trabajo en aeronaves o son teletransportados, ni replican sus alimentos o tienen armas de rayos. Un futuro donde el único avance tecnológico que lo diferencia de nuestro presente es que existen los “Hubots”, robots con apariencia humana que son utilizados para las más diversas tareas.

Estos Hubots pueden ser amas de casa, profesores de tenis, fisioterapeutas, cocineros, trabajadores y, por supuesto, juguetes sexuales entre otras tantas actividades. La idea de la inteligencia artificial como herramienta para los humanos es la clave de la existencia de estos robots/androides. O por lo menos eso es lo que esta sociedad cree.

Pero acá aparece lo más interesante de la narración, y es que estos robots, si bien son tecnología avanzada, pueden ser hackeados y reprogramados, por lo que existe un mercado negro de Hubots robados. Hackeados para borrarles hasta la programación más básica, incluidas las “Leyes Asimov”, esas que los guionistas toman del gran escritor ruso, no sólo como un homenaje.

Porque, como señalé al principio, esta sociedad es demasiado parecida a la nuestra… o por lo menos a la sociedad sueca actual, digo, no van a encontrar reflejados los problemas que tenemos en Latinoamérica.

Es así que tenemos tres argumentos paralelos que se irán cruzando a lo largo de los capítulos, con un argumento troncal que se va disparando de a poco.

El primero es el de un humano con un grupo de Hubots que parecen estar escapando de la ley y que es víctima de unos ladrones de Hubots, por lo que pierde a una que es reprogramada.

El segundo es el de una familia que tiene que reemplazar al Hubot que vivió con el abuelo durante mucho tiempo y que ya es tratado como un humano por el anciano que ahora debe acostumbrarse a su nueva Hubot, un modelo totalmente distinto, pero principalmente más máquina que el anterior.

El tercero es el de un empleado en una fábrica que ve cómo todos los humanos, salvo tres, de la misma fueron reemplazados por robots, que cuando llega a su casa se encuentra que su mujer pasa más tiempo con el Hubot de la familia que con él.

En la serie no se van a encontrar grandes efectos especiales, ni explosiones ni animaciones por computadora. Es una serie donde vale más una mirada y un tiempo muerto donde un personaje piensa que un disparo o una persecución en coche. Y eso es lo interesante del planteo.

¿Qué tanto estamos preparados para aceptar a los robots en nuestras vidas cotidianas? ¿Qué tanto sabemos sobre los Hubots? Y, por supuesto, la pregunta filosófica omnipresente en todas las historias con robots ¿Qué es lo que nos hace estar vivos? ¿Están los Hubots realmente vivos?

El creador de la serie es un tal Lars Lundström, que obviamente nadie conoce por estas tierras, pero viene trabajando desde hace unos cuantos años en la televisión sueca como guionista. Los protagonistas son todos desconocidos para nuestro mercado también, pero hay interpretaciones muy interesantes, no sólo en los personajes humanos, sino también en los Hubots.

La serie tiene por ahora dos temporadas de 10 episodios cada una, se estrenó en 2012 y en febrero de este año se emitió el último capítulo. Todavía no hay confirmada una tercera temporada.

Lo que sí ya está confirmado es una remake inglesa, nada más ni nada menos que en el Channel 4, el mismo que generó increíbles productos como “Utopia” o “Misfits” en co-producción con XBox (sep, la empresa de Microsoft dedicada a consolas y juegos).

La producción tiene planeados 8 capítulos que se emitirían en 2015 en el Reino Unido en el Channel 4 y en Estados Unidos a través de la red XBox Live. El título tentativo de esta remake será simplemente “Humanos”.

Cualquiera que haya visto “Almost Human” encontrará reminiscencias que les hará pensar si la serie de Abrams no estaba “libremente adaptada” en esta serie sueca. Lo que sabemos es que el tratamiento de policial/pareja dispareja a una no le funcionó, mientras que el contar la historia como un drama a la otra le dio 20 capítulos y una remake. Así que mejor no hacer comparaciones y dejar los pre-juicios atrás, para poder disfrutar de esta nueva historia de robots… escandinavos.