miércoles, 11 de junio de 2014

“Goal!”, la trilogía sin fanáticos - El Gabinete del Dr. Morholt.



Hagamos una cuenta sencilla ¿cuántos ejemplares se vendieron desde que se editó por primera vez “The Lord Of The Rings” (contando los 3 libros como uno)? Según estimaciones hechas entre varias editoriales mundiales (tengamos en cuenta que se tradujo a muchos idiomas) fueron más de 150 millones. Y ¿cuántas personas en el mundo, desde su creación, vieron algún partido o jugaron un partido de fútbol? ¿Es posible calcular esa cifra? Lo que seguro podemos estimar es que mucho más que 150 millones ¿no?


Según datos oficiales los partidos de la Copa del Mundo 2006 de Alemania lo vieron (en los estadios) casi 3,5 millones de personas y los de 2010 en Sudáfrica (un lugar mucho más complicado de llegar) más de 3 millones. Y eso sin contar los que los vieron por las infinitas transmisiones televisivas en cada país.

Entonces ¿cómo puede ser que no una, sino una trilogía de películas basadas en este popular deporte, donde aparte aparecen muchos de los más famosos jugadores del mundo, haya pasado sin pena ni gloria y no sea tan recordada como “LotR: The Return Of The King”?

Pero no nos adelantemos mucho a la historia, empecemos por el principio.

Mike Jefferies es un gran fanático del fútbol, como todo buen inglés, pero aparte es productor y guionista de cine. Entonces se preguntó ¿Cómo puede ser que en Estados Unidos había una o dos películas sobre Fútbol Americano, Baseball y Basket estrenadas por año y que a todas les iba más o menos bien? ¿Cómo puede ser que en todo el mundo se supiera quién era Babe Ruth y en Estados Unidos se preguntaran si Pelé era el nombre de una fruta exótica?

Fue entonces cuando les mostró un proyecto nada más ni nada menos que a la FIFA para que lo apoyaran tanto espiritual como financieramente. Este iba a estar dirigido nada más ni nada menos que por Danny Cannon, responsable de “Judge Dredd” y “"I Still Know What You Did Last Summer" (y ahora productor ejecutivo y director del primer capítulo de “Gotham”)

La historia de “Goal!” (simple y conciso el título) tenía que ser emotiva, tenía que ser un drama, pero también tenía que tener muchas escenas dentro de la cancha y contar con caras que cualquier fanático del deporte reconociera. Entonces la FIFA aseguró la presencia de grandes jugadores como Beckham, Zidane, Kluivert, Gerrard, Shearer, Henry, Ronaldinho, Casillas y un largo etc. Si en “Space Jam” vimos actuar a deportistas de la talla de Larry Bird, Charles Barkley, Patrick Ewing y Muggsy Bogues ¿Cómo esto no iba a funcionar?

El protagonista de la historia es Santiago Muñez (que como la película está en su mayoría en inglés y pasa en Estados Unidos y en Inglaterra le dicen Munez… es lo que hay). Santiago es un inmigrante ilegal mexicano que llegó a Los Ángeles junto a su padre, su abuela y su hermano menor. Trabaja en cuanto lugar puede para sobrevivir en ese país donde, como dice su padre “están los que tienen éxito en la vida y nosotros que los servimos”. Su único aliciente es jugar al fútbol (o soccer, porque están en EEUU) en un campeonato improvisado de latinos (seguramente todos indocumentados).

Es ahí donde un ex-jugador inglés del Newcastle United lo ve jugar y le asegura que si en algún momento va a Inglaterra puede hacer que el entrenador del Newcastle le haga una prueba.


Entonces Santiago ahorra en secreto durante meses parte de la paga de todos los trabajos que tiene para pagarse un vuelo a Inglaterra. El protagonista tiene un conflicto con el padre que no cree en perseguir ese sueño y usa el dinero que Santi venía ahorrando para comprar una camioneta y así poder empezar un emprendimiento propio. El sueño del protagonista está por hacerse añicos pero es su abuela quien, empeñando vaya a saber uno qué cosa, logra conseguir el dinero para que Santi vuelva a México y de ahí se tome un avión a la ciudad de Newcastle (porque como ilegal no podría salir directo… o sea somos ilegales, pero no boludos).

Santiago llega a Inglaterra y logra, después de muchas idas y vueltas, que le hagan una prueba, pero no avisa a los doctores que es asmático, entonces cuando le llega la hora de jugar por primera vez en la reserva, el antagonista que siempre tiene que tener el héroe le rompe el inhalador y Santiago no puede correr ni dos metros, por lo que falla estrepitosamente.

A punto de volver con su sueño destrozado se le da por comentar que es asmático y que nunca lo trataron, porque era un pobre mexicano ilegal que sólo podían tratar en una sala de primeros auxilios. Es así que el equipo entiende al jugador tercermundista y no sólo le tratan la enfermedad sino que le dan una nueva oportunidad.

En el medio Santiago conoce a la nueva incorporación del equipo, el afamado Gavin Harris, por el cual el equipo pagó una fortuna y que se la pasa de joda, llegando tarde a los entrenamientos y no rindiendo lo que tendría que rendir.

Medio apadrinándolo, medio porque Santi es realmente un crack y le ve potencial, Harris influye en el entrenador para que el novato tenga más oportunidades y muestre lo que realmente puede hacer. Es así que, también porque muchos titulares se lesionan, Santiago tiene la posibilidad de entrar a jugar en el partido que llevaría a su equipo a ganar el campeonato y a tener una posibilidad de entrar en la Champions League.

Es decir, el perfecto camino del héroe, pero con un jugador de fútbol.

La película costó aproximadamente 10 millones de dólares y se estrenó en 2005 en más de 35 países. La protagonizó Kuno Becker, un actor mexicano al que, paradójicamente, no le gusta el fútbol. A él se le suman Alessandro Nivola como Gavin Harris, Stephen Dillane (más conocido como Stannis Baratheon en Game Of Thrones) como el inglés que lo descubre, Tony Plana como el padre y Marcel Iures como el entrenador.

La banda de sonido incluye canciones de Oasis, cuyos miembros son muy fanáticos del fútbol, aunque remixadas (quizás porque los hermanos Gallagher son del Manchester City).

Un dato interesante es que el productor Mike Jefferies es fanático del Liverpool, pero las autoridades del club no quisieron ceder los derechos por lo que Santiago Muñez tuvo que terminar haciendo su carrera en el Newcastle United.

Viendo la repercusión que tuvo la película, la segunda parte era un paso obvio, así que dos años después se estrenó “Goal II: Living the Dream” que cuenta cómo Santi Muñez pasa del Newcastle United al Real Madrid, en donde ya está jugando su amigo Gavin Harris (a pesar que no está teniendo una buena temporada).

Si en la primera película veíamos el camino del héroe, en esta vemos cómo la fama, fortuna y excesos pueden hacer que le héroe caiga en desgracia, se olvide de sus orígenes y pierda lo que lo hace héroe.
Porque, claro, es nada más y nada menos que el Real Madrid y la liga española. El pico de cualquier carrera futbolística tanto a nivel profesional como económico.

El presupuesto de esta película es mucho mayor, así como las apariciones de los más importantes jugadores de la liga, entre los que podemos ver a Beckham, Ronaldo, Ramos, Roberto Carlos, Ronaldinho, Robinho, Zidane, Puyol, Eto'o, Casillas, Lehmann y un largo etcétera que incluye a un jovencito Lionel Messi.

El nudo de esta película incluye la subtrama de la madre del protagonista que, muy casualmente, se fue a Madrid luego de abandonar a la familia en México. Es decir que aparte de tener que lidiar con los excesos de la fama Santi tiene que volver a conocer sus raíces y entender por qué su madre lo abandonó de pequeño. Cosa que, obviamente, al final hace porque es el protagonista de la historia.
En la parte futbolística se muestra como el Madrid logra repuntar y ganar la Champions League en un partidazo contra el Arsenal.

En esta segunda parte hay más fútbol, se ven más partidos y los futbolistas tienen más protagonismo. También se cuenta el drama de todos aquellos que, representados por Gavin Harris, ya pasaron el pico de su carrera y ahora están pensando qué hacer con el resto de sus vidas cuando ya no puedan seguir jugando profesionalmente.

En esta entrega trabaja Rutger Hauer, haciendo del DT del Madrid, Elizabeth Peña como la madre de Santi, el joven Jorge Jurado como su medio hermano menor y Leonor Varela como una periodista española con la que el protagonista tiene un romance. Vuelven a aparecer Stephen Dillane, ahora manager de Santiago y Anne Friel como la novia que conoció en la película anterior, ahora su esposa, principal víctima de los excesos de la nueva vida en España.

A diferencia de la anterior entrega esta película se la dieron a un director con poca experiencia, un tal Jaume Collet-Serra que hasta ese momento sólo había dirigido “House of Wax”, pero que ahora conocemos entre otras cosas por “Non-Stop” .

Como dato importante esta película termina con un “To be continued”, lo que deja abierto el camino para la siguiente etapa en la vida de cualquier jugador… el mundial.

Y acá es donde pasa algo raro.

Porque si bien cuando se estrenó ya se sabía que iba a haber una tercera parte y hasta ciertos jugadores como Beckham habían dicho que querían participar de la continuación teniendo un papel más importante y mucho más diálogo y que encima ya se tenían muchas horas de partidos del Mundial de Alemania 2006 filmadas, o sea que la producción ya estaba en marcha muchos años antes… cuando se estrenó en 2007 tuvo muy pocos espectadores, a tal punto que en EE.UU. se estrenó un año después del resto del mundo y en muchos lugares, como por ejemplo en Argentina, sólo se estrenó en DVD por lo que no tuvo el éxito esperado.

¿Qué hacer entonces con la tercera parte? ¿Qué hacer con todo ese material que ya estaba producido y filmado?

Pues bueno, la película se hizo igual y se estrenó, directo en DVD, en 2009 en Alemania y en el Reino Unido, teniendo sólo estreno en cines en Japón, pero recién en el 2010.

Es que en esta película se optó por un camino totalmente distinto. Ya no iba a contar la historia de Santi Muñez en el mundial 2006, sino de dos compañeros suyos del Madrid, dos ingleses que logran entrar en la selección y son parte de los 23 que van a Alemania a representar al país.

Las apariciones de Santi son escasas, mínimas y tangenciales. Lo importante es la adicción al alcohol de uno de los ingleses y la idea de lo importante que es estar en el mundial (aunque sea en el banco).

En una entrevista radial que hizo luego de filmarla, el actor Kuno Becker ya adelanta que no iba a ser lo que todos estaban esperando “La hicimos con un concepto totalmente diferente y no se cómo haya quedado, aunque espero que bien.  Hay que ver qué pasa, porque en este negocio nunca sabes cómo pueden resultar las cosas… a veces ves un guión y crees que es maravilloso y lo ves editado y nada que ver”.

Y es que realmente no se entiende ni el cambio de concepto ni por qué se caen en ridiculeces como que uno de los protagonistas muere por un golpe en el partido entre Inglaterra y Ecuador.

Las escenas dentro de la cancha son horriblemente falsas, se nota el croma a simple vista y no hay interacción con ningún jugador real. No se hace mención a Gavin Harris, no se hace mención ni a la familia de Santi ni al hijo que supuestamente iba a tener al final de la anterior entrega. Esta tercera parte es una porquería por donde se la vea, porque aparte Inglaterra pierde en cuartos de final contra Portugal, por penales. ¡Y encima el protagonista que queda vivo erra uno de los penales!

Toda la épica, toda la pasión y la grandeza que se nos mostró en las dos primeras entregas se va al tacho de una manera magistral. En serio, de haberlo hecho a propósito seguro no les salía peor.

Quizás por eso es que esta trilogía no tiene fanáticos.

Quizás por eso es que no veamos en ningún lado la camiseta número 30 del Real Madrid con el apellido Muñez.

Quizás por eso es que un deporte con tantos seguidores no tiene una buena película que lo represente hace tanto tiempo.

Quizás por eso es que sólo puedo hablar de esta trilogía a unos pocos días de que empiece el mundial y en ningún otro momento.