miércoles, 28 de agosto de 2013

La Historia de The Dresden Files en televisión - El Gabinete del Dr. Morholt.



Si hablamos de adaptaciones de libros a la pantalla, sea grande o chica, obviamente la primera que se nos debería venir a la cabeza es Drácula, de Bram Stoker, con su adaptación no oficial, por una cuestión de derechos, llamada "Nosferatu" del director alemán Friedrich Murnau del año 1922.

Y ya desde ahí podemos ver que las adaptaciones son eso, adaptaciones, es decir que no van a ser fieles reflejos de lo que pasa en las páginas de los libros por el simple hecho de que los lenguajes escrito y audiovisual son totalmente distintos.

Pero hay ciertas adaptaciones, como en el caso de Nosferatu, que se quedan con la "escencia" del libro original, adaptaciones que, comúnmente decimos, son más fieles que otras.
 Así es como, si leíste los libros, al ver la serie Game Of Thrones podés aceptar ciertos (grandes) cambios porque es una adaptación bastante fiel, pero si leíste al menos un libro de Sherlock Holmes vas a preguntarte ¿por qué le pusieron el nombre del gran detective a las películas de Guy Ritchie si no tienen nada, nada que ver?
Pero hoy voy a contarles una historia del año 2007, cuando el Sci-Fi Channel estrenó la adaptación a la pantalla chica de las aventuras del mago detective Harry Dresden, las Dresden Files.

La Saga de Harry Dresden (como se tradujo al español) es una serie de libros escritos por el estadounidense Jim Butcher que lleva, al día de la fecha, 14 volúmenes y ya tiene fecha de salida el número 15, diciembre de este año.

Butcher publicó el primer libro en el año 2000 y para enero de 2007, cuando se estrenó la serie, ya había publicado 7 libros, lanzando el octavo en febrero de ese mismo año.

Las historias de Dresden también tienen su versión audio-libros, narrados por el actor James Marsters, conocido por su papel de Spike en Buffy The vampire Slayer o de Brainiac en Smallvile.
Y lo interesante de la serie de televisión Dresden Files es que quedó muy claro desde el principio que es una adaptación fiel, no porque sean las mismas historias ya que no siguen la misma línea temporal y hay personajes distintos, sino porque se respeta el clima, el ambiente que el escritor impone en cada uno de sus libros.

Butcher mismo dijo en su momento que eran dos universos distintos, que no se quería mostrar un capítulo por libro ni nada por el estilo y que si lo que se buscaba era una traducción exacta, el público iba a salir decepcionado. Lo importante era que se respete el clima. Y el clima se respetó.

La serie la protagonizó el inglés Paul Blackthorne, ahora mucho más conocido por interpretar al detective Quentin Lance, suegro de Oliver Queen en la serie Arrow y contaba con la producción ejecutiva de Nicholas Cage (al que bancamos siempre, a pesar de su cara de goma) y LionsGate Television.

Fue filmada en Canadá y tuvo 12 preciosos capítulos, donde el ambiente a novela negra se mantuvo perfectamente y que, a pesar de haberla hecho mucho más detectivesca y menos sobrenatural que en los libros, cuando Harry necesita tirar un hechizo para rastrear a alguien o defenderse de un disparo, lo hace, como buen mago que es.

Harry Blackstone Copperfield Dresden, ese es su nombre completo, es un mago, uno que no se recluye en su laboratorio en busca de la piedra filosofal, sino uno que pasa sus días asistiendo a los que viene a pedir su ayuda en la oficina que tiene en Chicago… por un módico precio, obviamente, porque todos tenemos que comer y pagar el alquiler, incluidos los magos.

Él es un detective privado especializado en esos casos que nadie más puede (o quiere) solucionar, esos casos que pueden incluir fantasmas, posesiones demoníacas o simplemente eso que la policía descartaría sólo para no aceptar que hay un reino sobrenatural que escapa a las posibilidades de los simples mortales.

Pero claro, a pesar de ser el único que está en la guía telefónica bajo el rubro “MAGO”, el negocio de investigador privado no va del todo bien, por lo que para llegar a fin de mes debe también trabajar como consultor de la policía de Chicago, gracias a un contacto en el departamento, la Teniente Murphy.

Murphy, interpretada por Valerie Cruz, está segura que el título de mago que Harry ostenta es más que nada un tema marketinero, porque no cree en esas cosas. Pero respeta que es un buen detective y tiene, por ser externo a la fuerza, una visión especial al momento de afrontar un caso. De ahí que cada vez que haya algo inexplicable, Murphy aparezca en la oficina de Dresden a contratar sus servicios. La relación entre Harry y Murphy se construye de a poco y para el último capítulo sabemos que Murphy confía con su vida en cualquier cosa que Harry haga.

Pero Dresden, aparte de ser un detective mago, tiene un pasado oscuro, uno de esos que te persiguen durante toda la vida.

Nacido de un matrimonio mixto (maga y mortal), Harry obtiene sus poderes de su madre, la cual muere cuando él tenía 3 años, por lo que lo cría sólo su padre, un ilusionista de escenario, al estilo David Copperfield, que de la magia real no quiere saber nada y que sobrevive yendo donde lo contraten, viajando por todo el país.

Pero al momento de morir su padre, queda bajo la tutela del tío por parte de madre, Justin Morningway, un mago de los verdaderos, un mago que, aparte, es miembro del Alto Consejo, la organización que reúne y controla a los magos de todo el mundo.

Esta organización tiene a Harry en la mira desde que mató a su tío usando las artes oscuras, supuestamente, en defensa propia, y es por eso que Harry está constantemente siendo hostigado por Morgan, un Guardián del Alto Consejo asignado a la Ciudad de Chicago, quien no duda en trabajar con Dresden si hay inocentes en peligro.

Un agregado muy interesante que tiene la serie, y que en los libros es totalmente distinto (por lo menos hasta el 5 que leí yo), es el personaje de Bob, el espíritu de un poderoso mago atrapado en un cráneo que fue el maestro de Harry en las distintas técnicas mágicas cuando vivía con su tío y que, hasta el día de la fecha, es su único amigo.

Bob en la serie se manifiesta corporalmente, interpretado por Terrence Mann, y funciona como contraparte perfecta de un Harry que muchas veces termina metido en líos sin saber muy bien cómo llegó a ellos. La dupla actoral Blackthorne-Mann funciona de maravillas, tanto en los momentos cómicos como en los dramáticos, porque los hay de los dos.

La serie es altamente entretenida y recomendable, con acción, magia, suspenso, investigación detectivesca y con unas interpretaciones buenísimas, tanto que cualquiera que lea los libros y haya visto la serie piensa en Dresden  con la cara de Blackthorne.

Y principalmente es un punto de partida, como lo fue para mi, para empezar a leer los libros (de los cuales haré una reseña en algún otro momento).

Pero como ya adelanté, en agosto de 2007, en el pico de la relación de los personajes, en el momento en que la historia está más desarrollada, cuando ya estamos totalmente inmersos en el universo mágico de Dresden, la cadena decide cancelar la serie y no apoyar una segunda temporada.

Obviamente la excusa que se da oficialmente es que la audiencia no acompañaba y que no tenía la cantidad de televidentes como para mantenerla en el aire. Lo raro de la situación es que Paul Blackthorne ya había firmado, antes de saberse la cancelación de Dresden, para protagonizar la serie Big Shots en la NBC, cadena madre del Sci-Fi Channel, la cual se apostaba que iba a ser la “Sex and the City” con hombres, pero que sólo tuvo 1 temporada de 11 episodios.

Y así, sin protagonista, esta historia de un universo mágico, lleno de seres de fantasía, no termina como sí lo hacen los cuentos de hadas donde todos fueron felices y comieron perdices. Acá hay un sabor amargo. Uno que sólo podemos mitigar leyendo los nuevos libros e imaginando cómo serían adaptados a la pantalla chica.